Un sábado por la tarde, ahí me encontraba yo, en una moto de un chico que no conocía pero que me apetecía conocerlo. Pelo marrón oscuro, ojos verdes y marrones oscuros.
Aparentaba ser dos o tres años mayor que yo.
Lo guié hasta el lago, dónde nos sentemos en un banco.
-¿Vas al instituto?- Dijo mientras sacaba un cigarrillo de su paquete.
-Sí, estoy buscando una universidad.
Empezamos a hablar. Era un chico tierno y muy amable. Pasaron las horas, y ahí estábamos nosotros, sentados en un banco, delante nuestro unas vistas al lago.
De pronto me sonó el móvil, era Marina. Respondí sin dudarlo.
-¿Marina?- Dije preocupada.
-Lucía, soy la madre de Marina, estoy con ella en el hospital.
-¡Que! ¡¿Que le ha pasado?!
-Un coma etílico...
Miré a Hugo y colgué.
-¿Me puedes llevar al hospital? Es que...
-Sí, ya he escuchado.- Me interrumpió.
Me llevó hasta el hospital, bajé de la moto corriendo hasta llegar, fui a recepción donde me dijeron la sala donde se encontraba ella.
Ahí llegué yo, y ahí estaba ella, con los ojos cerrados y su madre a su lado.
Aproveché para llamar a mi madre y decirle que estaba en el hospital, le expliqué lo que le había ocurrido.
-¿Estabas con ella?- Me dijo la madre de Marina.
-No...- Agaché la cabeza.
Hugo se despidió de mí y al rato llegaron Fede y Ana.
Nos sentemos fuera a esperar noticias sobre Marina, yo me senté al lado de la madre de Marina, poco llegó un médico.
-¿Karen Jimenez?- Dijo el hombre con bata.
-Sí, soy yo doctor, ¿Como se encuentra mi hija? ¿No le ha pasado nada, verdad?
-Se ha levantado, puede pasar a verla.- Le dio una palmada en el hombro.
Entré con la madre de Marina a esa habitación.
-¿Como te encuentras?- Dije.
-Bueno...
Después de haber hablado, entraron Ana y Fede. Estuvieron hablando con ella hasta que salieron.
Vi como Fede se acercó a mí.
-¿Podemos hablar?
-Ahm, claro. ¿Vamos fuera?
Fuimos caminando hasta llegar a la entrada del hospital.
-¿Que pasa?
-No, ¿que te pasa a ti?.- Dijo frunciendo el ceño.
-No entiendo Fede.
-¿Me quieres separar de Natasha o que? Ese día ibas borracha, ¡¿tu que sabrás si era ella?!
-Fede...
-No, Marina ya me dijo que te gusto. Lo has hecho para separarnos, no me lo esperaba de ti.- Me interrumpió.
-Fede, yo aún no había empezado a beber cuando los...
-Mira, no empieces a inventar.- Volvió a interrumpirme. Se giró y se fue.
¿Marina se lo dijo? ¿Porqué?
Me fui a casa con un dolor de cabeza terrible. Mi madre estaba dormida, mi hermano de fiesta y mi padre probablemente en algún bar de por ahí.
