• CAPÍTULO 40: Propuesta •

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Harry en más de alguna ocasión se había sentido nervioso pero nunca de la manera tan intensa como lo estaba esta noche, sentía que su corazón por los fuertes latidos que daba en cualquier momento se le saldría del pecho, sus manos sudaban de manera exagerada, pero sería raro que no lo estuviera cuando estaba a sólo algunos minutos de dar un gran e importante paso en su vida.

Se encontraba en la entrada del Estadio Old Trafford esperando a que su pequeño humanito llegará en cualquier momento.

Escogió este lugar porque después de todo fue aquí mismo dónde se conocieron por primera vez, dónde cumplieron juntos un mismo sueño en común y ahora sería el lugar dónde sellarían su amor por siempre.

Hacer la decoración dentro de la cancha no fue nada sencilla, pero con la ayuda de Niall y Liam todo fue más fácil para Harry, conseguir cada cosa fue una tarea realmente cansada y difícil pues hicieron más de un viaje en auto para poder traer todas las cosas que habían comprado, pero cuando terminaron de decorar todo y ver el grandioso trabajo que hicieron supieron que cada segundo valió la pena absolutamente.

La decoración quedó de la siguiente manera, en lo alto de la cancha estaba colgada y enrollada una gran pancarta la cuál sólo necesitaba de ser jalada por una cuerda para que se pudiera ver lo que había en su interior, en un extremo de esta había una mesa redonda con dos sillas únicamente, todo en ella lucía perfectamente ordenado y hermoso, las velas que estaban sobre ella le daban un toque demasiado romántico, a lado de esta estaban pétalos de rosas rojas regados en el pasto, hacían dos largos caminos, uno llevaba hacia la entrada del Estadio y el otro llevaba hacia el otro extremo de la cancha dónde había una grande y hermosa tienda de campaña que estaba iluminada por los seis faroles pequeños que estaban a su alrededor, en su interior había almohadas grandes y sábanas que le daban un aspecto muy cómodo. Todo lucía muy hermoso, cada detalle le daba un aspecto asombroso.

Por un momento pensaron que no lo iban a lograr y es que era remotamente imposible cuando sólo contaban con un día y medio, además porque primero tenían que lograr conseguir que les prestarán el Estadio, esto era algo que en verdad parecía muy difícil de obtener, pero cuando Liam recordó que Steve, (el entrenador del equipo de Louis), era el mejor amigo del dueño del Estadio, bastó solamente de una llamada para que tuvieran un si como respuesta. Claro que estaban conscientes de la gran responsabilidad que había caído sobre ellos, pues de la misma manera que les habían entregado el Estadio en perfectas condiciones, de la misma manera debían devolverlo.

Cuando Harry iba a entrar por milésima vez nuevamente al Estadio, para revisar que todo estuviera bien, diviso el auto de Louis, sintió que dejaba de respirar, se había quedado completamente estático lo estaba invadiendo el miedo, no quería arruinar las cosas, sólo por un instante pensó que todo esto estaba siendo demasiado precipitado y que quizás Louis lo rechazaría, pero cuando lo vio bajar del auto, ese miedo se fue esfumando poco a poco y más aún al ver la hermosa manera en la que lo estaba mirando y sonriendo.

Louis se despidió de Niall y Liam sonriendo y levantando sus pulgares, ellos le correspondieron de la misma manera y antes de irse Niall le deseo mediante señales a Harry mucha suerte, mientras que este musito un "Muchas gracias por todo". Después de eso el auto desapareció en cuestión de segundos y ahí estaban únicamente ellos dos.

Tanto Louis como Harry caminaron lentamente hacia el otro sin dejar de mirarse, estaban seguros de que en el silencioso de la noche, cualquiera que pasará cerca de ahí, podría escuchar el fuerte palpitar de sus corazones, cuando estuvieron lo suficientemente cerca Harry no dudo en tomar a Louis de la cintura para acercarlo hacia él, recargo su mejilla contra la suya tiernamente susurrandole: "¿Estás listo para ver tu sorpresa precioso?".

Obsesión || L.s || TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora