Enamorando a una nerd.

Cap 5.

Después de que Max me había dicho eso, me quedé pensativa, pero después no le mente al caso, solo quería otra víctima más en su cama, y esa no iba a ser yo.

—Jess, hoy viene un amigo mío, ¿podrías hacernos algo de comer?

—¿Acaso me ves cara de cocinera Freddie? —arqueo una ceja.

—Por favor primiss. —Me suplica.

—¡Ay! Está bien tarado, pero ustedes comprarán las cosas, ni pienses que lo haré yo.

—Esta bien, le diré que traiga algunas cosas. Gracias prima. —Dice mientras se acerca a mi y me abraza.

—No hay de que. Ahora me iré a duchar, ¿a que hora es que viene tu amigo?

—Viene en una hora.

—Perfecto, me dará tiempo a dormir.

Oh rayos, hoy no me habían dejado tarea, solo pensaba en dormir y mi primo viene a pedirme que le cocine a él y a un amigo, ¿es enserio? El puede preparar algo, no tiene 3 añitos, al contrario, es más grande que yo, tiene 18, ¿acaso no puede cocinar? Pero ni modo.

Me di una ducha y me puse ropa, vi un auto parqueado y supuse que era el amigo de mi primo.

—¡Jess! Baja, ya llegó.

Me hice una coleta alta en el pelo, y bajé las escaleras, pero me quedo helada al bajar y tropiezo haciendo que caiga de boca.

—¿Jess? ¿Qué te pasó?—Dice Freddie burlándose.

—Na... Nada.

Genial. Me había caído de las escaleras frente a Max Green. Me quedé tan helada al verlo que solo pensaba en devolverme, pero mi estúpida suerte hace que me caiga. Solo veía el rostro de Max riendo.

—Oye ya me habían dicho que pongo a las personas estúpidas por mi belleza, pero no lo consideraba tan literal—Dice Max con una carcajada.

—Jaja, muy chistoso ¿eh? Digo mientras entro a la cocina. Solo quería hacerles la estúpida comida e irme de ahí.

—Max, ni me he bañado, no sabia que llegaría tan temprano.

—Anda, no hay problema, pero no dures tanto ¿sí? Aunque ahí no hay mucho que bañar —Dice Max señalando el cuerpo de mi primo, no pude evitar reírme. Freddie solo hizo una risita sarcástica y se fue a bañar.

Genial, me dejan sola con este estúpido.

—¿Así que tú nos cocinarás? —pregunta irónico.

—Fíjate que no, simplemente les pediré algo.

—Tu primo me había dicho que sí. ¿O que pasa princesa, te pongo nerviosa? —dice acercándose a mi.

—Permiso chico de mami—Digo empujándolo. —Había dicho que sí porque pensaba que era uno de sus amigos de secundaria, pero eres tú, ¿o acaso no sabes lo que es cocinar? Me río.

—No, no sé cocinar, siempre lo han hecho por mí—dice con una sonrisa.

—¿Quienes? ¿Tu mamita o tu papito? —Digo riendome.

De pronto la sonrisa que tenia se borra totalmente de su rostro, y cambia a un rostro triste y amargado.

—Me tengo que ir. —Dice con los ojos cristalizados. Coge sus cosas y abre la puerta así nada mas. Yo lo sigo, pues me acorde de la muerte de su padre. Pero que estúpida eres, ¿como le mencionas a su padre fallecido?

—¡Oye! —le grito, pero es inútil, el solo sigue caminando, pero más rápido.

—¡Max! —grito, pero esta vez lo halo haciendo que pueda ver su rostro. Estaba molesto, muy, y triste.

—Lo siento. No recordaba lo de tu padre, solo me dejé llevar. —le digo mirándolo ya que el no lo hace.

—Dejalo así, ¿sí? —dice sin siquiera mirarme.

—¿No estás molesto? Sé que no estás bien, pero al menos ten el descaro de explicarle a mi primo y no irte así.

—¿Y a ti qué te pasa? —dice pero esta vez mirándome a los ojos.

—Nada Max, Nada. —digo caminando.

Parece que el tarado recapacitó y entro a la casa. Mi primo salió, se había cambiado, unos jeans y una camisa de cuadros, parece que iban a salir después de cenar aquí.

—¿Saldrán a algún lado?—pregunto a Freddie.

—Sí, iremos a una fiesta.

Solo miro a Max que todavía estaba triste, me sentía súper mal, todo por mi.

—Bueno, yo les había pedido una pizza, te dije que cocinaría pero tengo un proyecto primo.

—No te preocupes Prima, gracias de todos modos.

—Bueno los dejo, no te sobrepases de fiesta Freddie —digo seria.

—Adiós Max. —digo mirándolo pero el solo está mirando al vacío.

¿Por que rayos te despides Jessica? Es un maldito.