Enamorando a una nerd.

Cap 28.

Narra Jessica:

Bajé molesta y sin saber hacia donde ir, ya que todos se habían adelantado. Llegué a la recepción y me quede allí unos minutos, pero de repente siento que alguien toca mi hombro.

—Aquí está la llave de nuestra habitación muñeca —dice Max riendo.

*TRAGAME TIERRA*

—Ya quisieras dormir en la misma habitación que yo.

—Piensa lo que quieras, sólo sientete afortunada.

—¿Y por qué debería?

—Pues, dormirás con Max Green, el chico de tus sueños —dife agarrando mi cintura.

De inmediato sentí como mis mejillas ardían.

—Ay por favor, ¿con cuántas no has dormido ya?—pregunto riendo.

El iba a decir algo pero se separó de mí al ver un maestro detrás de nosotros, y se fue.

Fui a la habitación a acomodar mis cosas, y luego fui por algo de comer, pero al llegar vi algo que hizo arrepentirme de haber ido.

Max besando a Rebecca, otra vez.

Iba con un vaso de cristal y sin querer lo dejé caer, haciendo que Max y Rebecca me vieran.

—¿A ti no te han enseñado a no interrumpir lo privado?—pregunta Rebecca acercándose.

—¿Y a esto le llamas privado?—respondo riendo.

—Se supone, o ¿no analizas?

—Sí, pero no acostumbro a hacerlo delante de perras.

Al oír esto se molestó bastantes, incluso me iba a pegar, pero Max la detuvo.

—Hey, hey. No hay por que pelear —dice tratando de tanquilizarnos.

—Creeme, no quiero pelear, es ella que está de salvaje —dice Rebecca abrazando a Max.

Los celos comenzaron a surgir.

—No quiero pelear bonita, y menos contigo, eso sería maltrato animal —digo riendo.

—A ver ¿y a ti que te pasa? —pregunta Max un poco molesto.

—Tu no te metas ¿sí?

—Me meto porque quiero y es mi novia, y tú no tienes ningún derecho a tratarla de esa manera.

Mis lágrimas amenazaron con salir. La llama "novia" pero también la defiende. PERFECTO.

—Yo mejor me voy, antes de que la taza Rebecca se rompa —digo tomando mi bolso.

—Muy chistosa, pero te recuerdo que tú eres la que quiere llorar porque él chico de tus sueños ya tiene dueña, y está claro que no eres tú —dice dándole un beso a Max.

—Oye, tampoco te pases —dice Max.

—No, solo digo la verdad, ¿o simplemente tiene sudor en los ojos? Averiguemoslo.

Sin darme cuenta ella con su dedo le da un toque a mis ojos y lágrimas brotan de ellos.

—Ahi está —dice riendo.

—Jessi...—dice Max con preocupación, pero Rebecca no lo deja hablar dándole un beso.

Yo solo me fui de allí.