Cap 30.

167 20 1
                                    

Narra Max:

Me quedé esperando a Jessica por una hora y no contestaba las llamadas, así que salí a buscarla.

Fui a la piscina más cercana y a la playa, pero no la encontré.

Después de unos minutos sin respuestas, la vi sentada con Ray. ¿Qué diablos hacia con este tipo?

Rápidamente fui hacia ellos.

—Jessica, te estaba buscando —digo sin mirar a Ray.

—Felicidades, ya me encontraste —dice sin ponerme atención.

—Muy chistosa, vámonos.

—¿Eres mi papá o qué? Me voy ciando termine.

—Deja tus niñadas y vámonos ya —digo tomándola por el brazo.

Ray se levanta y se me acerca.

—¿No oyes que va cuando termine?—pregunta serio.

—¿En algún momento mencione tu nombre?—digo dándole un pequeño empujón.

—¿No entiendes que me dejes? Voy más tarde, tengo mi llave, no se cual es la desesperación —responde Jessica molesta.

De tantos hombres en el mundo, Jessica tiene que hablar o cenar con Ray, con Ray. MALDITA SEA.

Narra Jessica:

Salimos del restaurante y el me acompañó a mi habitación.

—Que pases buenas noches —dice con una sonrisa.

—Gracias por todo Ray —digo dándole un fuerte abrazo.

Me despedí y entre a la habitación.

Cuando entré estaba Max acostado en su cama viendo la TV, pero se levanta al notar que estoy.

—Hasta que decides llegar —dice acercándose a mí.

—No eres ni mi padre ni mi novio para reclamarme.

El se acerca más y coloca sus fuertes brazos en cada lado de la pared, logrando que yo no pueda escapar de él.

—¿Por qué no me miras a los ojos?—pregunta con una sonrisa.

Me pongo más nerviosa y logro escapar de su jueguito seductor.

—Evitarme no logrará nada —dice siguiendome.

No respondo.

—¿Te comió la lengua el ratón?

—¿Y a ti el ratón te robó la dignidad? Porque no te cansas de buscarme o hablarme —digo.

Max no responde, simplemente vuelve a su cama.

Yo me duché y me arrecosté con mi celular.

—Jessica... ¿Podrías traerme un vaso con agua?—dice medio dormido.

—Vete a la mierda Max.

—Es en serio Jessica, no me siento bien.

Pero no le hago caso, no dudo que sea una broma, así que me dormí.

Otra vez, escuché a Max llamándome, eran las 3:00am.

—Jessica, ayudame por favor, me siento mal —dice un poco agitado.

Al escuchar su voz agitada me levanté y fui a su cama.

—¿Que te pasa? Estás ardiendo en fiebre —digo tocando su frente y mejilla.

—No lo sé, solo no me siento bien, ayudame —dice abrazando mi cintura.

Yo voy por unas pastillas y agua, y se las doy.

—Bueno, duermete y esto te hará mejor —digo levantándome.

Pero el me toma por la mano.

—No, quedate conmigo. Me siento muy mal Jessica, duerme conmigo por favor —dice apretando mi mano.

Me quedé helada por sus palabras y solí asiento y me acomodo en su cama.

Estaba incómoda por dormir con él, pero las cosas se pusieron peores cuando el comenzó a abrazarme mientras dormía.

Me volteé hacia su rostro dormido y o observé por unos segundos, y sin pensarlo lo besé, el estaba dormido por lo que no se dio cuenta, digo yo.

Enamorando a una nerd.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora