Cap 39.

149 15 3
                                    

Narra Max:

Al entrar al nuevo centro comercial me sorprendí un poco, era estupendo, tenía muchas luces y todos los juegos se veían desde afuera.

Obviamente como apenas abrieron ayer, hoy hay demasiadas personas, es de esos lugares donde tienes que agarrar a tus hijos para que no se te pierdan.

—Son demasiadas personas—se queja Jessica.

—¿Qué esperabas? Es el segundo día de inauguración—respondo uniendome a la larga fila de los juegos.

—Ay, estúpido. Iré al baño, si es que lo encuentro claro.

—¡Cuidado si te pierdes, con esa estatura te confunden hasta con una hormiga!—le grito cuando comienza a irse.

Ella me ignora y me saca su dedo de el medio sin voltearse.

Iba a gritarle otra cosa, pero siento que una persona se me viene encima.

—Ey! Perdón, no era mi intención—dice una voz bastante fuerte y ronca.

Me levanto del suelo y me encuentro con los ojos de un hombre bastante alto, con ojos azules pero al mismo tiempo oscuros.

Daba la impresión de que lo conocía, no sé.

—No, no pasa nada—respondo volviendo a ponerme en la fila.

—Perdón, ¿nos conocemos de algún lado?—pregunta él mirándome detenidamente, tanto que me pone incómodo.

—No, nunca había hablado con usted. Eso creo.

El asiente y se va.

Eso fue raro.

—¿Todavía estás ahí? ¡Esto no avanza!—grita Jessica a mis espaldas.

—Mejor vamos a conocer otros lugares y cuando esté más corta, volvemos—sugiero.

—Bueno, ¿pero prometes que vendremos?

—Lo prometo, ahora vámonos.

Dicho esto comenzamos a recorrer todo el centro.

Narra Jessica:

Conocimos todo el centro, era bastante grande y nos dilatamos.

Yo solo estoy pensando en que elegir para comer, pero unas voces me sacan de mis pensamientos.

—¡Max!—exclama un chico a la vez que  abrazaba a Max.

Era alto, no más que Max. Tenía los ojos verdes y su cabello era hermoso.

—Hola bonita, qué tal?—dice el chico tomando mi mano.

—Hola, tú eres...?—pregunto destacando la "S".

—Bueno, al frente tuyo está lo más cool que puedes conocer, Markey, pero las chicas hermosas como tú me pueden decir Mark—dice pícaramente.

—Oh, mi nombre es Jessica, un gusto—respondo sonriendo.

—Bueno, bueno. Se conocen después. ¿Qué te trae por aquí hermano?—pregunta Max.

Ellos comenzaron a hablar cosas de su amistad blabla.

Yo me senté en un rincón con mi celular, pero me parecía que me estaban vigilando, varias veces me topé con los ojos de un hombre alto, el cual se me hace muy conocido.

Puedo jurar que lo conozco, pero no sé de donde.

Me doy cuenta de que hay más tipos viéndome raro y me asusto.

—Max, recuerda tu promesa—digo desesperada por irme.

—No puede esperar su promesa bonita? Si quieres vamos a algún lado, no sé—dice Mark acercándoseme.

Pero rápidamente Max se le mete en el medio, haciendo que Mark lo mire confundido.

—Se verán después. Nos vemos luego hermano, tengo que cumplir algo—dice despidiéndose.

Mark se despide de mí para luego irse.

—Oye... ¿podemos irnos ya?

—¿Por qué? Te prometí que te llevaría a los juegos, a eso vamos.

—Es que no sé, varios tipos me  están viendo raro—digo mirando a los lados.

—Pués, recuerda que son hombres y tu eres una chica, obvio te verán—dice riendo.

Pero yo sigo seria.

—No de esa forma Max, enserio, ¿nos podemos ir? Me estoy asustando de verdad.

—Bueno, está bien, sólo déjame ir a pagar algo y nos vamos.

Yo asiento y el se va.

Me pongo a leer un poco en Wattpad, me transporta a otro lugar, al lugar que quiero.

—¿Jessica, verdad?—me pregunta una voz masculina.

Me volteo y me topo con un tipo de al menos 29 años moreno.

—Sí, ¿por qué?

—Sólo vengo a decirle que se aleje de Max Green, o se atendrá a las consecuencias.

QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?

—¿Perdona? ¿De qué carajos me hablas?

—Ya te mandaron a advertir, no seas terca como tu padre.—dicho esto se va y me deja más confundida que Damón Salvatore cuando se da cuenta que besó a Katherine, no a Elena.



Enamorando a una nerd.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora