Enamorando a una nerd.

Cap 8.

—Nos tendremos que reunir para práctica la obra, ¿puedes venir a mi casa hoy? Sino es que tienes otro lugar pensado—le digo a Max, pero éste no me responde, solo está mirando hacia el pizarron, como si nadie le estuviera hablando.

—¿Eres sordo ahora? —Pregunto riendo.

—Me dijiste que no te dirigiera la palabra ¿no? —dice con un tono frío.

—Solo quiero saber si puedes practicar la obra hoy, ¿es tan difícil de entender? Gracias a esto sí tendrás que dirigirme la palabra, ¿no lo crees? —digo riendo.

—Esto no implica que tengamos que ser amigos, entendí muy bien tu mensaje, te dejaré en paz, creeme que lo haré—dice irónico. Y sí, iré a tu casa.

Me quedo un poco confusa, parece que se cogió muy a pecho lo que le dije. Solo se fue dejandome sola en el aula. Genial.

Narra Max:

Quería ganar esa apuesta, pero de verdad esta chica era insoportable, trataba de hablar con ella y ¿me trataba como basura?

—¡Aaamigo!— Grita Jake haciendo que se oiga en los pasillos.

—¡Hermaano!

—¿Cómo vas con la apuesta? Te veo un poco lento.

—Esa chica me tiene harto, todo le molesta, le caigo pésimo, no puedo acercarmele si solo de hablarle me monta una escena.

—Espera, espera. ¿Max Green me está diciendo que no puede con una chica? —dice un poco asombrado.

—No, sabes a lo que me refiero.

—A ver, si le caes pésimo, molestala, ahí ganas su amistad y quien sabe que más —dice arqueando las cejas.

—¿Tanto te interesa una simple apuesta amigo?—Pregunto riendo.

—Ya ves.—me dice irónico.

Tenía que seguir con la apuesta, y seguir el consejo de Jake, molestarla, y ya tenía una idea perfecta para iniciar.

Era la hora de educación física para los varones, en cambio para las hembras era clase de baile, así que fui hacia el salón de baile a buscar a Jessica.

—Perdón. ¿Puedo pasar?—pregunto mientras abro la puerta del salón.

—Sí claro guapo, ¿que necesitas?-me pregunta una chica mirándome pícaramente.

—Necesito a Jessica. El maestro de educación física quiere hablar con ella.

—Conmigo?—pregunta Jessica confundida.

—No, con Petronila, ¿no oyes que dije JESSICA? —digo subiendo la voz.

—¡Aaay! Dile que voy en cuanto termine.

—No señorita, el dijo que es ahora—digo mientras la halo y me la llevo hacia el salón de Educación física. Cuando llegamos obvio ya no había nadie, era parte de mi plan, se preguntarán ¿que plan? Pues, voy a hacer que quedemos encerrados en el salón de Educación física, ya que no había nadie.

—¿Oye y a qué hora llegará el profesor?—dice ella.

—Pues no lo sé, solo me dijo que esperemos aquí.

—Pues yo me voy, cuando el llegue que mande a buscar—dice dirigiéndose a la puerta.

Esto se pondrá bueno.

—Oye... La puerta no abre-me dice, mirándome confusa.

—Ay por favor, no puede ser que seas tan tonta como para no poder abrir una puerta-digo en tono de burla mientras voy a la puerta.

—Oye, ya abre la puerta por favor, no estoy para bromas—digo haciendo como que estoy molesto.

—No he cerrado ninguna puerta, esto no puede ser. ¡Ayuda! ¡Alguien que nos abra!-grita ella. Pero yo la cargo y la llevo hacia uno de los sillones que había. Comenzó lo bueno.

—¡Ay niño! No estoy para tus juegos—dice rodando los ojos. No puedo estar aquí encerrada contigo, es como estar con una basura, siento que me asfixio-dice sarcásticamente.

Pero desde que dice eso la cargué y la llevé hacia el piso, quedando encima de ella.

—¡Ay! La niña se me va a asfixiar. ¿Necesitas aire? Sí, necesitas aires—digo soplándole en la cara.

—¡Dejame en paz, quitate!—dice molesta.

—Hasta que no me digas que no te vas a asfixiar no te dejaré —digo haciéndome el preocupado.

—¡No! No me asfixiare-dice Jessica entre risas. Ahí está, ya la hice reír.

Holaaa, sé que fue bastante largo este capítulo, pero vale la pena leerlo🔥

Espero que les haya gustado, sigan leyendo.❤