Enamorando a una nerd.

Cap 33.

           

Narra Jessica:

Genial, otra vez no puedo evitar que Max me bese, pero el comienza a desabotonar mi camisa a lo que comienzo a ponerme nerviosa, trato de quitármelo de encima pero él no lo hacía.

Comenzó a besar mi cuello bruscamente, y logro poder hablar.

−Max... Max quítate por favor−digo con lágrimas en mis mejillas.

No puedo creer que él me esté haciendo esto.

−Diablos Max por favor te lo suplico, no me hagas esto por lo que ma...

No me deja terminar ya que él se levanta de un salto y me mira fijamente, y algo desesperado.

−Jessica... lo siento, en serio lo siento no  era... diablos, no quería Jessica−dice con la mano en la cabeza.

Yo me levanto llorando y molesta.

−Claro, claro, ahora no querías, solo estabas pensando en Rebecca seguro.

Pero él se me acerca y me agarra las manos.

−Jessica por favor, me conoces perfectamente, sabes que no sería capaz de hacerte algo que no quieres, tienes que creerme, odio verte llorar y más si es por mi culpa, perdóname ¿sí? –suplica con los ojos cristalizados.

−No Max, ya yo ni te conozco, y hazme un favor, no me vuelvas a dirigir la palabra−digo.

−Jessica no me hagas esto por favor, simplemente me deje llevar, Jess...−suplica detrás de mí.

Yo no respondo y salgo por un momento. Le textee a Ray y de inmediato fue.

−A ver, ¿qué te pasa mi amor? –pregunta preocupado.

−Nada, solo que Max... Max casi me viola−digo entre lágrimas.

Él no dice nada y se va, ¿Qué diablos le pasa?

Narra Max:

Mierda, mierda, ¿cómo pude haber hecho eso? Ahora si está molesta conmigo, diablos no quería eso.

Después de matarme la cabeza pensando en que hacer para que Jessica me perdone, oigo que tocan la puerta y rápidamente voy, debe de ser Jessica.

− ¿Quiero saber qué diablos es lo que te pasa con Jessica? –pregunta Ray molesto.

−Tu vete de aquí ¿sí?

El entra y me agarra fuertemente por el poloche y me pega a la pared.

−No sabes con quien te estas metiendo maldito tarado−dice agarrándome más fuerte.

−Claro que se idiota, trabajas con Gary, el hombre que quiere matarme, y eres un pedófilo que anda enamorando a una chica de diecisiete años.

El me agarra pero esta vez por el cuello cortando mi respiración.

−Bien, bien, sabes algo de mí, en estos momentos podría matarte y borrarte de la vida de Jessica.

−Primero te borra ella de la suya−digo entre risas.

Pero el me tira al suelo y comienza a golpearme fuerte en el rostro, trato de evitar uno de ellos, pero no podía, ya estaba sangrando y tenía la nariz partida.

−La próxima vez que vuelvas a tocarla, la vas a ver, pero desde tu tumba, y mantente alejadito de problemas, si realmente quieres a tu madre, idiota−dice dándome una última patada en el estómago y se va cerrando la puerta fuerte.

Narra Jessica:

Ray no regresaba, por lo que llame a su celular y en ese momento regreso.

− ¿Dónde estabas?

−Ocupándome de unas cosas, pero sígueme contando.

−Pues nada, era eso, él se puso muy mal al ver lo que había hecho, me suplico que lo perdonara, creo que fui muy dura con el−digo dándole un abrazo.

−Nada de eso. Hiciste lo correcto, quien sabe cuáles eran sus verdaderas intenciones−dice dándome un beso en la cabeza.

Luego de eso, me tuve que ir a la habitación, no quería volver allí, Ray me había ofrecido ir a la de él, pero me negué, era peligroso que nos encontraran.

Llegue y estaba Max saliendo del baño con una toalla llena de sangre.

Me percate a preguntar qué había pasado, simplemente cerré la puerta y me tire en mi cama con el celular.

−Te agradezco grandemente por haber ido donde tu noviecito, y que me hiciera esto Jessica, de verdad muchas gracias.

Me volteo para responderle y me sorprendo, tenía la cara toda golpeada y sus brazos tenían sangre.

− ¿Qué... ¿Qué te paso? –pregunto preocupada.

− ¿Ahora no sabes? Tu lindo noviecito me hizo esto, y encima me amenazo, pero dejémoslo así.

−En ningún momento pensé que iba a hacer esto, sino no le hubiera contado.

−Claro claro, si mi novia me dice que la violaron, que es lo que supongo que le dijiste, yo le hubiera hecho esto y más al que lo hizo, no hay que ser tan inteligente para saberlo.

−A ver, te recuerdo que fuiste tú el que intento violar...

El me interrumpe.

−No digas esa palabra ¿sí?, te pedí disculpas y no sé cómo puedes creer que te haría algo así apropósito, pensé que me conocías más, pero veo que no, pero no te preocupes, ya mañana volvemos a la preparatoria, no tendrás que volver a dormir en la habitación de un violador−dice molesto.

Me sentía mal, de verdad lo había golpeado fuerte. No pude dormir tranquila, no dejaba de pensar en todo lo que había pasado, tampoco dejaba de llorar, me levante de la cama por un momento y fui hacia la piscina, eran las cuatro de la madrugada, así que me puse un abrigo.