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Stella
Durante los diez minutos que teníamos de espera me la pasé pensando sobre qué podría decirles. Daniel interrumpe mis pensamientos cuando lo siento tomar mi mano. Yo le sonreí, apretando más su agarre.
— ¿Nerviosa? — pregunta, yo negué riendo.
— No, para nada. Ya he venido algunas veces ¿recuerdas? — sonreí ocultando mis notables nervios.
— Amor lamento no haber venido contigo las otras veces. Es que hay mucho trabajo por hacer que me he ocupado un montón en la empresa pero ya estoy aquí — besa mi mano — Estoy contento de ver tu progreso, cada vez estamos más cerca de recibir a nuestro hijo.
— No te preocupes, yo también estoy feliz de que hoy vengas conmigo — dije con toda sinceridad.
— Ya me has contado sobre tus citas anteriores pero vuelve a contarme los detalles, no me quiero perder de nada.
Ahí es cuando recordé lo que me ha dicho Harry.
— Ya no más mareos ni vómito — dije emocionada, de cierta manera él rió por mi felicidad — Por eso ya no están tan frecuentes, al menos no como antes. Y próximamente sentiré sus primeros movimientos, ¿te imaginas? — suspiré maravillada — Vamos a poder sentirlo.
— Eso es increíble, querida — se acerca a mí para besarme pero su celular nos detiene — Demonios...— dice al mirar la llamada.
— ¿Sucede algo? — pregunté preocupada.
— Es un cliente con el que estamos trabajando. Iré a contestar rápido — se levanta —, regreso en un minuto.
Yo suspiré, con que no se vaya todo está bien. Harry sale de su consultorio para llamar a otra paciente, pero sus ojos no evitan mirarme para asegurarse si aún seguía aquí. Yo le volví a sonreír cuando sus ojos me encontraron, esta vez si me sonríe de vuelta, una pequeña sonrisa pero lo hace. Vuelve a entrar y yo rompo el contacto cuando Daniel regresa a mi lado.
— Listo, ¿ya seguimos? — pregunta al sentarse.
— No, aún no — dije preocupada — ¿Ya tienes que irte?
— Sí pero te prometí venir aquí contigo, así que todavía no me voy sino hasta en un rato más — respondió él, nuevamente se acerca más a mí — Ah si ¿en qué estábamos?
— No creo que sea buena idea besarnos ahora — reí, apartándolo — Mejor te cuento un poco más sobre las consultas.
— Va, ¿Qué más te ha dicho ese doctor? — rueda sus ojos, ahí es cuando me volví a poner nerviosa.
— Me ha dado consejos muy buenos para el futuro, ya sabes, con el tema del parto y algunos sobre mis síntomas — suspiré por lo que iba a decir — Es muy bueno, una persona agradable cuando hablas con él. Creo que deberías darle una oportunidad.
