Décimo octavo

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Stella

Salí de la ducha con mi pijama ya puesta. Tenía un sueño que si toco la cama, caigo completamente dormida. Me senté en la silla frente a mi peinador, la secadora estaba conectada por lo que la encendí y comencé a secar mi cabello con ella. Daniel estaba con su laptop ya acostado sobre la cama, yo nada más estaba esperando terminar para recostarme junto a él.

— ¡Esa secadora despertará a toda la cuadra!— dice sobre el ruido, yo lo veo por el espejo, también me miraba por ahí.

— ¡Lo siento, no hay más! — le guiño un ojo.

Luego de varios minutos secando mi cabello, termino y desconecto tal cosa para después acostarme junto a él.

— ¿No tienes sueño, cariño? — lo abrazo, alzo la mirada para verlo y veo cómo me ve directamente a los ojos con una leve sonrisa.

— Sí, bastante —me dice mientras bostezaba. Su vista vuelve a la pantalla — Pero ya casi termino, cielo.

— Qué bien, así podrás descansar — beso su mejilla.

— Y... listo, ya envié el último correo — cierra su laptop y la deja sobre la mesilla de noche — Te extrañé todo el día, ¿qué hiciste mientras no estaba?

Se voltea hacia mí, quedando cara a cara. Su gran mano viaja por mi cintura con la intención de sólo acariciarla.

— Pues... fui al hospital a esas clases. Por cierto, muy buenas, aprendí un poco sobre la lactancia materna, ciertas cosas no tenía en cuenta pero ya me voy enterando.

— Eso es bueno, cielo — ahora toma mi mano entre la suya, yo le sonreí.

— Luego llevé a Gónzalez al parque, regresé a casa e hice una limpieza extrema por si lo notaste...

— De hecho sí, te lo iba a preguntar.

— Pues eso — reí — Y te extrañé, por si también te lo preguntaste.

— Mmm... no, no lo hice porque eso ya lo sé — me da un pico en los labios — Te amo a ti y nuestro bebé, pero ya vamos a descansar, ¿sí?

— Sí, pero tú apagas la luz — me tapo todo el cuerpo con el cobertor al decir aquello.

— Ganas, una vez más esta semana — oigo cómo se levanta de la cama para apagar la luz de la habitación— A la próxima te toca a ti, eh.

Harry

El fin de semana me lo había pasado entre preguntas pero no obteniendo respuesta claras. Tal vez el viernes no lo pensé claro, me dejé de cierto modo llevar por el ambiente y el alcohol no ayudó mucho. Como quiera no estuve pasado de copas, por lo tanto lo que pasó entre mi compañera y yo solamente fueron unos besos. Pero exactamente para mí no fueron "unos" besos. No quiero mezclar mi vida personal con el trabajo con una de mis compañeras. Camille para mí sí es una amiga, pero no quiero que malinterprete mis actos de esa noche.

No dijimos nada, terminando la noche, no hablamos sobre eso. Fue extraño, nos despedimos como si nada, pero de solo pensar en el hecho, me acuerdo de ese sentimiento lejano. Menciono lejano porque no siento nada más allá por Camille, presiento que ella por mí tampoco, creo que fue nada más por el momento. Las bebidas intervinieron sin duda.

Las clases de la enfermera Martha estaban por terminar, necesitaba informarle algo pero esperaría a que terminara. Así fue cuando las pacientes empezaron a salir, hasta toparme de vista a vista con la señorita Griffin.

— Hola, buenos días doctor — para frente a mí con una pequeña sonrisa.

—Buenos días señorita Griffin, ¿cómo está usted? — le respondo con el mismo gesto.

— Recuerde, llámeme Stella — me avisa entre pequeñas risas.

— Uh, lo lamento, es verdad — dije torpemente, olvidaba esos detalles, aún mantengo mi vieja costumbre.

— No es nada. Y contestando a su pregunta, he estado bien.

— Me alegra oírlo, ¿su embarazo le está yendo de igual manera? — pregunto con un tono de cierta preocupación, recordando su inesperada visita, la prevención no la he dejado atrás.

—Sí... bueno un poco de hinchazón abdominal pero nada fuera de lo normal doctor Styles.

—Llámeme Harry nada más — le recuerdo de la misma manera, utilizando un poco de gracia en mi voz. La señorita ríe suavemente, captando la referencia — Como guste, por supuesto. En fin, son buenas noticias. El dolor será normal durante todo el embarazo, así que no se alarme.

— Gracias, y de nuevo gracias por sus atenciones la otra vez que vine sin avisar. Me dio una pena llegar así por no más, espero le haya agradado mi detalle — sonríe con timidez, no entiendo lo que dice, creo que lo sabe por mi expresión ahora sí un poco más confusa.

— Cualquier cosa puede venir, estaré para ayudarle — sonrío para quitar mi expresión algo fruncida. Seguía sin captar, ¿detalle?

— Eh... muy amable, con su permiso doctor.

Se marchó silenciosamente, quizás logré incomodarla, espero que no haya sido el caso.

Vuelvo al consultorio para prender las máquinas que utilizaría en un rato. Olvidé hablar con la enfermera Martha, terminando iré ahora sí a charlar con ella sobre el pendiente que tenía. Voy hacia mi escritorio para tomar mis legajos pero veo una pequeña maceta con un arreglo de catcús y algunas flores en mi sitio. Iba a tomarlo para saber quién me lo obsequió cuando escucho que alguien entra a mi sala.

— Buenas días Harry, nada más vengo avisarte que después de las 2 de la tarde te necesitan en el quirófano—  Camille me informa, e iba a irse pero yo la detengo con mi voz.

— Espera... Camille...

— ¿Sí? — sonríe extrañada, estaba actuando como si nada hubiese pasado entre nosotros, me intrigaba esa actitud, a lo mejor yo era el único metido en el tema.

— Lo del viernes, uhmm — no supe cómo comenzar.

— Tranquilo, compañero. Sabemos que lo que pasó en el bar fue cosa del momento, no lo tomemos tan personal, ¿de acuerdo? Éramos nosotros y unas copas.

— Sí, está bien — sonreímos, tal vez no era para tanto.

— Me llaman en urgencias, así que me retiro. Por cierto... espero te haya gustado mi arreglo.

— Ah, ¿fuiste tú? — volví a sonreír con algo de asombro.

— No, yo no, bromeaba un poco. Te lo dio una paciente tuya el viernes pasado, le dije que te lo iba a dar por ella, pero olvidé mencionártelo. Ahora sí me retiro doctor, hasta al rato — cierra la puerta.

¿Una paciente? Leo la nota.

Gracias por sus atenciones, estoy muy agradecida con usted y su ayuda. Stella Griffin.

Con que fue ella.

Dr. StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora