Capítulo 19.

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• Narra _____ ↓

Un golpe en la puerta de la habitación me despertó.

- ¿Se puede?- Preguntó una voz del otro lado, que reconocería cómo la de Mike.

Levanté la vista y me encontré con Billie desnudo sobre mí. Estaba empezando a abrir los ojos, al igual que yo.

- Hola.- Dijo apenas despertado, mirándome a los ojos.

Mike volvió a golpear.

- ¿Qué?- Preguntó Billie impaciente, más fuerte y con menos dulzura que antes.

- ¿Cómo "qué"? Son las dos de la tarde, morzas. Vamos a almorzar.

Billie y yo sonreímos.- Ahí vamos.

Nos levantamos, y entre beso y beso, nos pusimos la ropa, después, fuimos a almorzar.

- ¿Qué onda? ¿Cómo durmieron?- Preguntó Tré cruzando una mirada pícara con Mike.

- Bien, ¿Ustedes? - Contesté indiferente.

- Bien, bien... Y anoche, ¿Charlaron antes de dormir?

- Nop.

- ¿Seguro? Nosotros los escuchamos charlar... Más bien gemir.- Sugirió Mike riendo.

- Bue, basta. ¿Cocinaron?- Interrumpió Billie algo molesto.

- Si, siéntense.- Tré riendo, empezó a servir la comida.

Estabamos comiendo muy tranquilamente, hasta que Mike abrió la boca. No nos iban a dejar escapar así cómo así.

- ¿Se cuidaron?- Preguntó rápidamente.

- Si.

- Pensar que hace menos de un año, Billie no se la ponía ni a Mike... Miralo ahora.- Comentó Tré. Reímos entre los cuatro.

Terminamos de comer a las 5 de la tarde. Casual.

- ¿Vamos a tomar un helado?- Preguntó Mike despues de una hora.

- Vamos.

Fuimos hasta la heladería que quedaba a unas tres cuadras. Pedimos nuestros helados, y los comimos en una plaza que cruzamos cuándo ibamos a la heladería.

- Discúlpame... ¿Vos sos Billie Joe Armstrong?- Preguntó un chico de diecinueve años, un adolescente con pinta de punk.

- No.- Negó Billie confundido.

- ¿Seguro?

- Que yo sepa...

- No para, sos vos.- Insistió el jóven.

- No, no soy yo.

- Dale boludo... Y vos sos _____.- Dijo señalandome.- Y vos Tré, y vos Mike. Los vi en MTV.

- No ey, no somos nosotros.- Lo confundió todavía más Mike.

- ¿No?

- No.

- Bueno perdón, me confundí...- Se decepcionó, dando la vuelta para continuar su camino.

- No para, - lo frené riendo.- Si, somos nosotros.

Una sonrisa inmensa iluminó su rostro, e inmediatamente nos abrazó uno por uno.

Nos agradeció y felicitó. Después se fue de una vez, y nosotros también.

- ¿Que locura, no?- Mencionó Tré, una vez que nos sentamos los cuatro en las hamacas, tomando nuestros helados y mirando a los niños correr y jugar.

Basket Case. [BJA & _]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora