Capítulo 2

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- Lo estás haciendo todo mal, comienza de nuevo - dijo su padre mientras observaba el entrenamiento de su hijo.

- Padre ya me cansé, llevo haciendo esto desde hace tres horas - se quejó al niño.

- No te quejes, tienes que seguir hasta que lo hagas perfecto - respondió su padre mirando con indiferencia a su propio hijo.

Nevra suspiró de cansancio mirando suplicante a su padre, pero él miraba a su propio hijo con indiferencia. Después de un rato de estar entrenando su padre tuvo que retirarse después de que Karenn lo llamara.
El niño entonces vio una oportunidad para poder escaparse, hasta hace poco había encontrado un punto ciego para salir del bosque sin ser detectado por los adultos, también aprovechó las pocas habilidades que estaba prendiendo para poder salir sin problemas.

- es ahora o nunca - dijo Nevra mientras observaba a los guardias distraerse por un momento.

Con sigilo se acercó a los límites del bosque, los guardias no notaban su presencia y eso era buena señal, estaba muy cerca del límite y hasta ahora no había tenido inconvenientes. Después, finalmente logró salir del bosque.

- Hay mucha luz a comparación del bosque - dijo observando la gran cantidad de sol que había.

Debía ser discreto para evitar encuentros inesperados con los kitsunes o los Aengel, que según sus padres, son las criaturas más fuertes por encima de los vampiros y tienen fuerza y capacidad para eliminar a un vampiro sin ningún esfuerzo. Eran las únicas criaturas a las cuales había que temer y mostrar respeto.

- así que de aquí viene la sangre - dijo Nevra observando que el bosque estaba cerca de un pueblo de humanos.

Sabía lo que era un humano, es la única criatura que conoce ya que los vampiros suelen cazarlos para alimentarse de ellos.
A lo lejos veía a una pequeña niña de aproximadamente su misma edad, con el cabello color castaño ceniza y ojos color amatista, una niña muy bonita.

- no puedo quedarme aquí, si un humano me ve provocaría el pánico - se dijo a sí mismo mientras se colocaba una capa con capucha que cubría parte de su cabeza y una bufanda que cubría su boca.

Y así fue como el pequeño Nevra se adentró para explorar que había más allá del bosque.

En otro lugar

- Cariño, creo que ya has comido demasiada miel - su madre intentó quitarle el tarro de miel a su pequeño hijo.

-…- pero cada vez que lo intentaba los ojos verdes de Ezarel se inundaban de lágrimas, estaba a punto de hacer un berrinche.

- sólo por esta vez... - dijo su padre de manera sarcástica observando la escena.

- no te quedes observando y haz algo - la mujer mira con reproche a su marido.

- Ezarel, deja la miel en este mismo instante - su padre miró al niño de manera severa.

-…- pero igualmente miró a su padre con lágrimas en los ojos aferrándose al tarro de miel.

- esa mirada no funciona conmigo - Y nuevamente su padre trató de quitarle la miel.

-¡No!- exclamó mirando furioso a su padre. 

- cariño mejor déjalo así, si la miel no hace feliz entonces déjalo - dijo su madre interviniendo.

- como quieras linda - dijo el hombre mirando a su esposa.

La mujer sonrío dulcemente, pero después su sonrisa se borró cuando sintió un pequeño mareo y  después comenzó a toser.

-Cariño ¿estás bien? - Preguntó el hombre con preocupación.

-Sí... No es nada - respondió la mujer con tranquilidad.

-Ezarel, ve afuera a jugar - le ordenó su padre llevándose a su madre.

-hijo mío, no te preocupes - dijo la mujer mientras era llevada por su marido.

-Mamá... - Ezarel finalmente dejó la miel de lado y trato de ir detrás de su padre.

Pero fue detenido por la encargada de la limpieza.

-Tranquilo muchachito, su madre estará bien - dijo una mujer que sostenía al niño para evitar que saliera corriendo.

-Mami... - El niño trató de soltarse del agarre de la señora.

- vamos afuera a jugar, le prometo que todo irá bien - dijo la mujer llevándose al pequeño.

Ezarel finalmente accedió y se fue en compañía de la mujer.
Estaba preocupado por su mamá y no era la primera vez que ocurría algo así, llevaba tiempo sospechando de la salud de su mamá pero cada vez que preguntaba sólo le respondían que no era nada porque preocuparse.

- odio no saber nada - decía el niño mientras lanzaba piedras a un lago pequeño.

La mujer que lo cuidaba ya no estaba, ella sólo era una sirvienta y no una niñera, así que no era su responsabilidad cuidar al pequeño niño.
No podía volver a casa, los guardias se lo tenían prohibido ya que una enfermera acompañada de una pequeña niña entraron a la casa y por lo tanto no tenía permitido entrar.

- estoy cansado... - Se quejó.

Una idea pasó por su mente, no había guardias alrededor y tampoco había niñeras que lo cuidaran, absolutamente toda la servidumbre estaba con su madre.
Tenía ganas de alejarse del pueblo, deseaba escapar y olvidarse de sus problemas por un momento, y que mejor para hacerlo que esta oportunidad.

Con sigilo se escabulló dentro de su casa para sacar una capa con capucha que cubriera sus orejas, tenía que procurar no ser reconocido por un vampiro.
La ausencia de guardias fue benefactora para que lograra encontrar una salida del pueblo.

- No me tardo... - Dijo mientras se alejaba del pueblo saliendo de la zona segura.

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Hasta aquí el capítulo de hoy U.U

Chicas... hoy van a hospitalizar a mi mamá y... Me tomaré unos días, no me siento emocionalmente bien.

Pero estaré de vuelta probablemente la próxima semana o quizás en dos semanas, no lo sé...

Para desahogarme decidí plasmar mis sentimientos en Ezarel...

(Eldarya) Prohibido [Ezarel x Nevra ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora