Un Nuevo Amor

Capitulo 5: Cine

Max POV.

— ¿Y bien? ¿Aceptas o no?

—Está bien creo, no es como que fuéramos a ir nosotros dos solos ¿no?— ¿Porqué dije eso?, de seguro pensará que estoy pensando que será una cita.

—Iremos con unos amigos, eso no te importa ¿verdad?

—No

—Entonces nos vemos más tarde—se despidió con una hermosa sonrisa.  

Nadie mencionó mi accidente  en el gimnasio, ni siquiera Demian, las clases siguieron normales. Salí del instituto e inmediatamente me coloqué los auriculares en mis oídos y caminé como si nada. Las calles estaban casi vacías, pocos automóviles pasaban esa tarde.

En mi cabeza no paraba de pensar en la salida al cine con Demian, no sería una cita solo una salida entre amigos... espero. En fin no sé qué hacer y si veíamos una película de romance o de terror, quizás sea una de fantasía y si es una para... adultos.

— ¡No!—grité con fuerzas sin importarme la poca gente.

— ¡Hey! No grites tanto.

Volteé  a ver de quién eran esas palabras y cuando lo hice me quería morir. Demian.

— ¡¿Qué haces aquí?! ¡¿Me estás siguiendo?! ¡Me estás siguiendo verdad!

— ¿Pero qué dices? Yo solo voy a casa—soy un estúpido, debería darme un golpe en la cara—. ¿Te apuesto a qué te hubiera gustado que te estuviera siguiendo?—dijo de forma divertida en mi oído.

—Ya quisieras.

Me di la vuelta y seguí mi camino solo que ahora tenía a Demian junto a mí. Llegué al departamento y él seguía a mi lado. Salí del ascensor y él aún estaba caminando conmigo, me paré en la puerta de mi departamento y el siguió caminando hasta la puerta de al lado.

— ¡¿No me digas que vives aquí?!—grité.

—Pues si, vecino—sonrió—. Nos vemos a las siete y ponte bonito—bromeó guiñando un ojo y cerró la puerta.

¿Demian mi vecino?, debe ser una broma. Aunque no puedo negar que me gusta la idea de tenerlo a lado mío. “ Y ponte bonito" no pude sacarme esa frase de la cabeza, ¡Esperen! ¿Acaso dijo que me veía feo? ¿Me dijo feo? Sí, me dijo feo, ¡Pero que se cree! Abrí la puerta del departamento y toqué la de Demian y justo salió él sin camisa y solo con un pantalón ajustado.

— ¿Sí?

—Este... yo venía por que... ¿Me dijiste feo?

— ¿Perdón?—se cruzó de brazos dejando ver sus músculos y se apoyó en la puerta.

—Hace un rato dijiste que me pusiera bonito ¿no?—él levantó una ceja—. Entonces... tú... quisiste decir que yo... era feo, entonces vengo a decirte que yo no soy feo... ósea...— ¡mierda! como no ponerme nervioso estando él así casi desnudo con sus ojos fijos en mi—. Y eso adiós.

Traté de caminar lo más rápido hacia mi departamento pero él me jaló con su mano y me hizo girarme quedando entre la pared y él, sus labios estaban tan cerca de mí que no podía parar de mirarlos, podía sentir sus ojos fijos en mi y sus trabajado cuerpo tan cerca del mío, mis mejillas debían estar ardiendo y todo por culpa de él.

—Ya sé que no eres feo—dijo con su boca muy cerca a la mía—. Es más tú a mi me...

Iba a besarme cuando sonó el ascensor y nos separamos inmediatamente, por suerte no era mi madre si no una anciana que vivía al frente y nos quedó mirando de una manera extraña, aproveché ese instante y entré al departamento cerrando la puerta por si él intentaba entrar a la fuerza. ¡Dios! ¡¿Qué ha pasado?! Ahora no sé si ir al cine, no sé si saldré del departamento, ¿Ahora qué hago? Escucho que alguien toca la puerta, la abro para ver si es mamá y por suerte es ella pero, está con Demian.

—Max hola—sonrió mi madre—. ¿Pero qué haces aún con el uniforme? ve a cambiarte que te está esperando Demian.

—No voy a ir.

— ¿Pero porqué? ¿Ocurre algo?

Como explicarle a tu madre lo que pasó hace rato allá fuera.

—Max, ¿estás listo?—escuchó la voz de la Demian detrás de la puerta—. Vamos a llegar tarde.

—Solo diez minuto y estoy listo.

-★-

Nose  cómo es que estoy aquí con Demian, la sonrisa de mi madre es muy poderosa. Aunque no puedo evitar sentirme extraño sentado al lado de él después de lo que ocurrió. Aún puedo sentir sus labios cerca de mí, su respiración, su torso desnudo.

Habíamos llegado tarde, sus amigos ya habían llegado, Demian me los presentó a todos, David era su mejor amigo, era alto, rubio con ojos marrones. Denise era su mejor amiga, era bajita, con pelo castaño y algunas mechas rosadas y unos ojos verdes. Marcos era mediano, su pelo era desordenado y de color negro, tenía ojos color miel y estaba junto a su novia Lily, típica rubia ojos azules bien formada.

Estuvieron un buen rato discutiendo acerca de qué película ver, la pelea acabo cuando sugerí ver Bajo la misma estrella y todos estuvieron de acuerdo. David pagó las entradas juntas, los demás comprábamos comida y bebida. Cuando estuvimos listo entramos a la sala y nos acomodamos en la parte de atrás en el siguiente orden: Yo, Demian, David, Marcos, Lily y Denise. Claro que después de lo que ocurrió en el departamento no quería estar junto a él pero ni modo.

— ¿La habías visto antes?—me susurró en el oído. Como odiaba que hiciera eso.

—No—respondí cortante.

— ¿Leíste el libro?—volvió a susurrar.

—Sí.

Durante el transcurso de la película no volvió a hablarme y no sé si era bueno o malo, me sentía nervioso, estando tan cerca, a veces lo miraba pero luego desviaba la vista a  la pantalla, no quería que note mi nerviosismo. Lo más extraño de todo es que él ni siquiera mencionaba lo ocurrido anteriormente mientras que yo no podía sacarme esa escena de mi cabeza.

Cuando la peli terminó todas lloraban, yo lo hubiera hecho si no hubiera leído el libro y supiera que Gus moriría al final, Marcos abrazó a Lily por un buen rato en forma de consolación, David hacia lo mismo con Denise, mientras que Demian y yo solo nos mirábamos de manera extraña hasta que desvié la mirada hacia otro lado.

—Bien—dijo Marcos—. Nosotros ya nos vamos.

Y con eso todos comenzaron a despedirse dejándonos a mí y a Demian solos. Yo comencé a caminar hacia la salida sin mirar atrás, obviamente sabía que Demian me seguía y por esa razón no quería, mejor dicho, no debía mirar atrás o esa era la idea hasta que él me volteó quedando frente a frente. Inmediatamente dejé de mirarlo y bajé la mirada.

—Puedes dejar de huir—dijo de forma seria.

— ¿Huir? Yo no estoy huyendo, estoy caminando hacia casa y tú...

—Claro y harás como si aquí no ha pasado nada.

— ¿Perdón? Tú eres el que está actuando así no yo.

—Me gustas.