Un Nuevo Amor

Capítulo 11: ¡Vete a la mierda!

Max POV.

Demian seguía ahí en la puerta, con los ojos abiertos y la boca también, sabía que esa expresión era porque  logró escuchar a Lily.

—¿Estás con Pablo?—me pregunta mirándome directamente hacia mis ojos. Tenía miedo pero, ¿miedo a qué?

—Sí... Bueno, aún no. Estamos ¿conociéndonos?—dije algo tembloroso.

No quería decirle a Demian nada acerca de Pablo y yo, aunque no tengamos nada oficial, no quería por ahora decirle nada. Sabía que la idea de verme con Pablo no le gustaba nada pero qué derecho tendría él al reclamarme algo y peor aún qué tendría que reclamarme, no tenía un por qué y aunque lo tubiera eso ya no importaría ya que él se encontraba enamorado de Viviana. En sus ojos se podía ver el temor a la idea de verme con Pablo y sé como eso se siente, cuando tuve el miedo de perder algo que no era mío, el perder a Demian. Recuerdo como lloré a solas el día en que él me contó todo y no pude evitar odiarlo así que de seguro él me estaría odiando.

—¿Demian?—preguntó Denise—. ¿Estás bien?

—Sí, sí—mintió y yo lo sabía—, es solo la emoción de saber que Max al fin encontró a alguien que lo quiera—rió un poco.

"Al fin encontró a alguien que lo quiera". Ya tenía a alguien que me quería pero fue un cobarde al no demostrármelo. Yo lo tenía a él, no como novios pero teníamos algo que solo nosotros sabíamos que era.

Por suerte el timbre que avisaba el recreo sonó, liberándome de esa tención que me estaba produciendo un dolor de estómago. Apenas salí de la sala de clases Pablo estaba esperándome con su sonrisa que lo hacia ver precioso. No me dijo nada y yo tampoco, al parecer al ver mi rostro comprendió que no me apetecía hablar, o por lo menos eso creo.

—¿Quieres venir esta tarde a mi departamento?—me dijo apenas terminé de cerrar mi casillero.

—No lo sé, tendría que pensarlo—dije con la voz en un hilo. No había hablado desde que Demian dijo su última frase y aunque traté de sonar firme no pudé, porque esas palabras me hirieron por dentro.

—¿Qué pasa? Y no me digas que nada por que se te nota que algo te ocurre—dijo poniéndose delante de mí sin dejarme avanzar, dejándome entre él, sus brazos y los casilleros.

No dije nada, no podía decirle nada, me sentía triste y no me gusta demostrarlo ni mucho menos con gente que vengo recién conociéndo. Me abrazó asiéndome sentir protegido, dándome su apoyo y su calor, lo abracé deseando que quién me abrazaba fuése otro, que quién me apoyoba y me daba su calor fuera otro y en cierto modo me sentia aún peor, peor porque estaba engañando a Pablo.

—¿Quieres algo de comer?

—No se me apetece nada por ahora.

Pablo no insistió en hablarme lo cual me parece perfecto ya es lo que menos me apetece hacer. El día pasa tranquilo, alumnos corriendo por los pasillos, enamorados tragándose literalmente, chicas maquillándose, y yo junto a mis nuevos amigos en el patio del instituto. Pablo tenía que salir temprano ya que debía entrenar para el interescolar por el instituto.

— ¿Cómo van las cosas con Pablo?—me preguntó Lily, de todos era la más curiosa por decirlo de alguna manera.

—Bien, ¿creo?

— ¿Qué harán esta tarde?—preguntó ahora Denise.

—No lo sé, me invitó a su departamento pero aún no sé si iré.

—Entonces necesitarás esto—dijo David sacando algo de su mochila y arrogándomelo.

— ¿Qué es?—pregunté sin siquiera mirarlo, pero apenas abrí mi mano supe lo que era—. ¡Por qué demonios me das un condón!—grité eufórico.