Un Nuevo Amor

Capitulo 1: El accidente

Max POV.

-Mamá, ¿ya llegamos?-pregunté mientras me refregaba los ojos debido al sueño.

Mamá y yo habíamos escapado de casa en Santiago a Valdivia, un lugar alejado de aquél hombre que se hace llamar mi padre.

-Falta poco hijo, falta poco.

-Mamá, te ves cansada, deberíamos detenernos-le aconsejé, mamá llevaba horas conduciendo sin parar y ya tenía ojeras muy grandes-. ¿Mamá?

-Ya falta poco-me dijo con los párpados caídos-.Poco-murmuró.

-¡Mamá!-grité.

Nuestro auto chocó contra un bus que venía del otro lado y por detrás un auto venía persiguiéndonos, el auto se volcó con nosotros dentro. Mi cabeza daba vueltas, traté de ir hacia el asiento del piloto donde estaba mamá pero no lo lograba, de pronto sentí un fuerte dolor en la cabeza y todo se nubló.

-¡Aquí está el chico!-un grito y fuertes ruidos me despertaron.

-¡Auch!-me quejé-. ¿Dónde estoy?-miré a mi alrededor y sólo veía fuego, sangre y...-¡Mamá!

Traté de arrastrarme pero un dolor en mi cabeza me detuvo, una persona me tomó entre sus brazos y me subió a una camilla.

-Mamá... ¿Dónde está mi mamá?

-No te preocupes, todo va a estar bien.

-Mamá...

Luego de ese momento todo se nublo.

Desperté en una cama con unas agujas en los brazos y unas máquinas a mi lado derecho, el color blanco comenzó a repugnarme, será un color muy puro y todo pero prefiero tenerlo alejado de mi. Un hombre rubio entró a la que creó es mi habitación con algo que parecía un cuadernillo y anotando algo.

-¿Te encuentras mejor?-me preguntó el doctor dejando de lado el cuadernillo.

-Eso creo-se me acercó y comenzó a arrancarse la cara-. ¡¿Qué mierda está haciendo?!

Mientras arrancaba su cara una cascada de sangre caía por su cuello, luego de haberse quitado el rostro lo arrojó lejos y mi sorpresa fue grande al ver la cara de papá en la que era la cara del doctor. Traté de gritar pero mi voz no salía y comencé a desesperarme.

-¿Le temes a tu propio padre, Max?-negué con la cabeza-.Pues deberías.

De su espalda sacó un cuchillo y lo enterró en mi brazo derecho, un ardor inmovilizó el brazo y aunque traté de gritar de dolor mi voz aún no salía.

-La próxima irá a tu corazón, Maxito-dijo levantando el cuchillo y esbozando una siniestra sonrisa la clavó en mi corazón.

Mi corazón dió su último latido de vida y todo mi alrededor comenzó a desvanecer, mis ojos estaban abiertos y aunque traté de cerrarlos no me obedecían. "Mamá, sálvame".

De pronto el cuarto de mamá, que era igual al mío, apareció ante mis ojos. "¿Papá?" "¿Qué hace él ahí?".

De la misma forma en que me apuñaló, lo hizo ahora con mamá, pero está vez daba puñaladas en su estómago una tras otra, las sábanas pasarón de blanco a rojo al igual que las paredes, luego de terminar con el estómago de mamá apuntó su cuchillo chorreante de sangre hacia su cara, hecha su mano haci atrás, esbozó una sonrisa y... "¡¿Qué diablos?! ¿Por qué me está mirando?. Volvió a mirar a mi madre y con su cuchillo atravesó su rostro.

-¡No!-grité alargando la última letra-. ¡Hijo de puta!

-¡Detenganlo inmediatamente!-ordenó un hombre ya mayor a unos enfermeros-. ¡Sosténgalo!

-¡Suéltenme!-demandé mientras trataba de zafarme de su agarre.

-Con esto debe bastar-dijo el anciano inyectando una jeringa en el brazo.

-¿Qué le ha puesto doctor?

-Le inyecte un calmante-dijo con voz serena-, con esa dosis debería bastar.