Capitulo 16 : Le temo a la felicidad.

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Max POV

-Ves que su valió la pena ir a esa fiesta-dijo Gaby apenas le conté lo ocurrido con Demian-, ahora sólo debes esperar a que mañana te pida que sean novios.

Ser novio de Demian, es algo que por demasiado tiempo me he estado pensando, desde que lo vi algo en él me llamo la atención de una manera que nunca antes me había pasado. Pero, ¿estoy dispuesto a ser feliz con él? La verdad es que le temo a se feliz, le temo a querer a alguien y salir lastimado. No me creo capaz de entregar amor de la misma forma que Demian me lo puede entregar, sí, lo quiero y mucho pero no puedo. Le temo a quererlo y que luego todo se derrumbé y entré en una depresión que me causé daño, no quiero lastimarme pero mucho menos lastimarlo a él.

-No quiero darle cariño.

-No quieres ¿qué?-dijo Gaby sorpredida.

-No quiero lastimarlo, mira. Si llegamos a ser novio tendría que amarlo, lo que me hace feliz y en algún momento se derrumbará y no quiero sufrír y menos que sufra él-le expliqué .

-¿Max? ¿Eres tú? Él está esperando que le des el sí. Y sólo dependerá fe ustedes que u felicidad no se derrumbé, y sí llegase a pasar ambos deben ser fuertes y tratar de arreglarlo por que todo tiene un fin y esos problemas que los invadirán se acabarán y esa experiencia hará que su amor sea más fuerte.

-¡Guau!--exclamé. Gaby me sorprendió, de donde sacó tantas palabras hermosas-. ¿Cambiaste tu alma por la de un poeta? Gracias.

-No, pero la experiencia hace al maestro.

Gaby tenía razón, si llegase algo a destruir nuestra felicidad es nuestro deber luchar con todas nuestras fuerzas para vencerlo, por algo dicen que el amor lo puede todo, y el nuestro no será una excepción. Si le temo a ser feliz debo superar mi miedo y no conocía una mejor manera de superarlo que estar con Demian, por lo que le envíe un mensaje diciéndole que nos juntáramos en una heladería cerca del instituto.

-★-

Él estaba hermoso, iba vestido con unos pantalones de color mostaza, un poleron plomo, una pañoleta negra, una polera blanca y unas zapatillas negras y obvio que su gorro azul infaltable.

Entramos y pedimos dos helados grandes, como a él le gusta el chocolate se compró uno de ese sabor. yo prefería uno con salsa de manjar. Tomamos asiento en el piso de arriba donde iba muy poca gente y por lo menos tendríamos más intimidad.

Lo miré a los ojos y podía jurar que pude ver su alma, tan simple, sencilla y locamente enamorado... de mi. Debo dejar de sentirme como un estúpido, debo afrontar que lo amo y lo necesito y que debo ser egoísta, si hay algo que me hace bien en este mundo es el tener a Demian cerca mío y por primera vez debía pensar en mí y sólo en mi.

-Max, ¿qué ocurre? Siempre estas mirándome pero nunca así como ahora, estas botando baba-comenzó a bromear conmigo.

-No seas egocéntrico, miraba tus ojos por que me reflejo en ellos entonces puedo ver si estoy perfectamente peinado-me excusé.

-Siempre estás perfecto-dijo y no pude evitar sonrojarme y aunque odió estar rojo hoy este color me trae felicidad, me siento feliz el que Demian me diga cosas lindas-, pero debes aceptar que yo estoy mucho mejor que tú-claro que su egocentrismo es algo muy de él.

Paso mucho tiempo hasta que al fin terminamos nuestros helados, salimos del lugar y nos dimos una vuelta a la costanera, el día estaba perfecto como para un paseo con esa persona especial. Caminábamos no muy distantes el uno del otro y Demian nos junto tomándome de la mano, en verdad estaba sintiendo la felicidad que tanto trate de evitar sentir pero tan pronto recordé todo lo que había pensando hablando con mi mejor amiga le solté la mano de golpe y claro él se preocupó.

Un Nuevo AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora