Familia

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              Salí de su cuarto, ya no tenía que decir, era hora de hacer...

          Pero... ¿Qué voy hacer?

          El sonido de la puerta me sacó de mis pensamientos. Salí y me asomé en el pasamanos de las escaleras desde ahí todo el lugar se puede ver. Eran papá y mamá. Baje por las misma y salude.

- ¡Hola papá, hola mamá!

- ¡Hola Natalie! - . Responde papá viéndome con sus ojos grises igual que los míos. - . ¿Y tu hermana?

- Arriba bailando...

- Llamala. - . Interrumpe mamá. - . Tenemos que hablar.

        ¿Qué? ¿De qué? Las dudas inundan mi mente.

- Por supuesto. Contesto sin ninguna expresión.  Esto era muy raro. Subí las escaleras despacito pensando en que nos dirían nuestros padrea al llegar a la puerta pintada de rosa pasé a la habitación de mi gemela, la música había desaparecido y ella estaba con su laptop escuchando música... supongo.

- Any... mamá y papá llegaron. Tienes que bajar. Al mirar su rostro noté que había llorado mas de lo normal, su maquillaje estaba corrido y sus ojos hinchados.

- Dame un momento.  Dejo la laptop en su cama y se marchó al baño.

- ¡Oye! ¿¡Qué haces!? - . Mi pregunta pareció más un reclamo que lo que de verdad era.

- No pienso bajar y ver a mis padres con está cara de monstruo... - . Dijo con un tono burlón.

- Cierto... oye... ya has mejorado con los spots...

- Sí, ya son casi perfectos... - . Dijo con el tono de fascinación que usaba su profesora.

- Perfectos . - . Dije dejando el suelo atrás para intentar uno. Pero mi intento salió fallido al caerme.

- ¿Ya te es aburrido el ajedrez?

  Ya volvió aquella que siempre me molesta.

- No... pero quería ver que se siente estar dando vueltas a la perfección... - . Explicaba mientras sentía que el mundo me daba vueltas.

- ¿Y que sentiste? Pregunto en tono burlón.

- El frío piso, y el dolor en mis músculos...

- La belleza cuesta.  Dice dejando ver su rostro ya limpio.

- Vamos... nos esperan.

                  Bajamos a la sala y tomamos asiento en los sillones favoritos de cada una.

- Niñas... tenemos que hablar de algo importante.  Expresó mi madre tratando de tener tacto a lo que iba a decir.

- ¿De que se trata? Pregunto mi hermana.

- Hay algunas cosas que cambiarán.

- ¿¡Qué!? - . Mi mente no lo soportó y sonó a un grito en vez de una simple pregunta.

- Tranquila. - . Expreso mi padre desde su sillón.

          ¿Tranquila? Simpre que tenemos que cambiar de casa, estado o país dice lo mismo. A veces odio tanto que sea biólogo.  No me quiero ir... apenas estoy conociendo a Jacob y no quiero abandonarlo todo otra vez.

- No nos iremos de nuevo. ¿Verdad?  . - . Interrumpió mi hermana.

- No cariño. - . Explica mi madre . - . La familia crecerá.

- ¿La abuela vendrá a vivir con nosotros? - . La verdad es que no me agrada mucho la idea,  nos pondrá horarios menos flexibles y domingos familiares que son una tortura.

- No. Dijo mi padre frío.

- ¿Entonces? - . Mi paciencia se estaba agotando.

- Estoy... - . Dice mi madre alegre. - . Estoy embarazada.

- ¿Embarazada? - . Preguntamos mi hermana y yo al unísono.

        Un nuevo integrante a la familia...

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