Distancia

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   Sí... nos mudamos, tengo montañas de distancia con Jacob, es muy triste haber vuelto a dejar todo.  La nueva casa está en un pequeña ciudad de Boston en Lawrenceville, su aspecto es muy antaño pero cálido al mismo tiempo.

- Natalie. - . Era la voz de mi padre . - . Sé que es muy duro, volver a dejar todo... - . Hizo una pausa. - . Sobre todo a ese joven Jacob, es muy caballero...

- Sí. - . Dije cabizbaja, realmente era diferente. - . Pero es por el bienestar de mamá.  Intente poner una sonrisa, pero en vez de eso expresé una mueca.

- Después de todo, no es tan malo. - . Expresó Any, con su entusiasmo inigualable. - . El clima es frío y nieva la mayor parte del año.

- ¡Nieve! ¡Nieve! ¡Nieve! - . Gritaba Dylan saltando en círculos y Any siguiendo detrás de él.

- Vamos... quiero ver la casa. - . Dijo mi madre bajando del auto,  y tomando de la mano a Dylan.

- ¡Sí! - . Seguía gritando emocionado.

            Todos entramos a la fachada, era de dos piso tenía una amplía sala de estar con dos ventanas y una chimenea entre ellas, marchamos a la cocina, tenía una mesa de madera y unas sillas, las habitaciones estaban arriba. Pequeño problema solo habían dos habitaciones y un solo baño.

- Any y Natalie, en esa habitación. - . Dijo mi padre como general señalando la habitación de la izquierda.

- Ana,  Dylan y yo. - . En la habitación de la derecha... Ahora solo tenemos que esperar que llegué el camión de mudanza. - . Dijo mostrando una mueca.

- ¿Qué hacemos mientras? - . Pregunte esperando una respuesta divertida.

- ¡Jugar! - . Dijo Dylan bostezando.

- Deberías ir a dormir... - . Le expresé a mi hermano.

- ¡No! ¡Yo quiero jugar!

     Ya era suficiente tener que estar aquí como para escuchar una rebeldía de mi hermano de tres años.

-  Y yo irme... a . - . Estaba en un lugar nuevo, que iba a saber yo que había cerca. - . A fuera... - .  Dije tomando mi celular.

      Salí de la casa, de la horrenda casa,  caminé bajo el inclemente frío de Lawrenceville, no quería seguir allí. A pesar de que todo fuese por el bienestar de mi madre el estar acá no me agrada, esto solo nos traerá miles de problemas.

       Mi celular suena, una llamada de Jacob.

*Inicio de la llamda*

- Hola. Cómo estás. - . Ni siquiera lo estaba preguntando, solo lo hizo por educación, se notaba preocupando. - . ¿Te fuiste? ¿Ya llegaste? Dame señal de ti...

- ¡Hola! Jacob... ya me vine... estamos en Lawrenceville, no sabes lo mal que me siento... - . Mis ojos se estaban poniendo vidriosos, era mucho dolor.

- ¿Lawrence que? ¿Eso existe?

- ¡Jacob!

- Lo siento...

- Sí existe es una ciudad... perdida en las montañas.

- ¿Seguirás con el ajedrez?

- ¿Seguiré estudiando?

- ¿No lo sabes?

- No sé nada de este lugar... ¡Tengo miedo Jacob! Tengo miedo. - . Mis lágrimas salían sin permiso.

- Tranquila...

- ¿¡Tranquila!? ¡Me encuentro en medio de la nada! Sin ajedrez... después de todo lo que he luchado para llegar acá y abandonarlo todo. ¡TODO!

- ¡Natalie! - . Dice perdiendo la paciencia. - . A veces se necesita una gran sacudida para ver un nuevo mundo.

- Jacob... te necesito...

- Natalie... yo también...

- Te necesito.

- Natalie... tengo que decirte algo.

- ¿Algo?

- Sí... se supone que lo tenía que decir antes de que estuvieras allí, pero no sabía exactamente cuando lo ibas hacer.

- Al grano.

- Me gustas desde el día que me perdí en el salón de ajedrez...

- ¿Es una broma?

- ¿Porqué tendría que serlo?

- ¡Natalie! - . Any me estaba llamando, junto a papá y él molesto.

- ¿Qué haces aquí? - . Preguntó papá molesto.

- Tomando aire...

- ¿Con el celular en la mano?

- Si.

-¿Qué ocultas Natalie?

-Nada. - . No quería hablar... de todas formas ya todo estaba perdido.  ¡La llamada! Jacob sigue escuchando...

- ¡No lo preguntaré una tercera vez! ¿Qué ocultas?

- Qué no quiero estar aquí... que desde un principio me pareció mala idea... ¡Tengo miedo! No sé, que va  hacer de mi vida en éste lugar... el ajedrez, la preparatoria. Jacob.

- Sé que Burke, te gusta... pero ya habíamos hablado esto antes.  Es por el bienestar de Ana. - . Dijo mi padre tomando serenidad en está conversación.

- ¿Qué?

- No mientas Natalie... sé que te gusta Burke.

      ¿Gustarme Jacob? Mi mejor amigo, no estoy segura pero aun así mís mejillas se coloraron. La lluvia interrumpió mi respuesta y me alegra.

    Tomamos camino a casa para no mojarnos y enfermar.

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