No Te Busque #1

CAPITULO 14

LÍA 

- ¿te gustan los bebés? – me pregunta Ian cuando nos sentamos en la mesa

- Si, pero de lejos – le digo encogiéndome de hombros

- ¿Quieres tener hijos? – me pregunta probando su helado

- La verdad no – le respondo sincera haciendo que me mire extrañado - ¿Qué? – pregunto

- Eres la primer y única mujer que me ha dicho eso – me responde encogiéndose de hombros – solo se me hace raro, ya sabes, las mujeres siempre sueñan con el amor, el matrimonio y los hijos – dice sin mas

- Pues yo no pienso igual, primero nunca me he enamorado, segundo no me agrada tanto el matrimonio, ósea después de hacer todo el show del vestido, la boda, la fiesta y demás solo te quedas con un papel firmado que no da tanta valides al final y tercero, no quiero dañar mi cuerpo y no me siento capaz de criar un bebé que va a depender de mi toda su vida, siento que es una carga enorme y de mucha responsabilidad, solo no me siento capaz – respondo sorprendiéndolo aún mas

- Bueno, me agrada tu punto de vista, eres diferente a las demás – dice - ¿En serio no te has enamorado nunca?, entiendo si no quieres contarme, es tu vida privada y no soy quien para saberla – dice comiendo mas de su helado, pruebo el mío y compruebo que es delicioso, umm, muy rico, debo venir aquí seguido, no sabia de este local, de seguro trae a muchas aquí, bueno es algo que no me interesa

- No, nunca me he enamorado, ¿y tú? – digo encogiéndome de hombros y mirándolo interrogadoramente, evita mi mirada y se atraganta con su helado – tranquilo, respira, si no quieres contarme lo entiendo – digo dándole palmadas en la espalda intentando que se recupere

- Perdona – dice respirando nuevamente – no es que no quiera contarte, solo es una parte de mi pasado no muy agradable, pero si, me enamore perdidamente y termine muy mal, por eso no creo mucho en el amor – dice encogiéndose de hombros y dándome un intento de sonrisa

- Lo lamento, no preguntare más – le digo mostrando mi mano en señal de promesa y le sonrió, él me da una sonrisa que no le llega a los ojos y veo como su mente trabaja recordándole algo doloroso – oye, olvídalo ¿vale?, cambiemos de tema – digo y asiente de acuerdo conmigo, me gustaría saber que le ocurrió para verlo así de triste, debió sufrir mucho y eso de alguna u otra forma me duele a mí también, no sé por qué.

Terminamos nuestros helados hablando de temas banales sobre nuestras vidas, él se entera de que soy enfermera jefe recién graduada y que el otro mes empezare a trabajar en el hospital central y yo me entero de que su abuelo le dejo una gran herencia cuando murió y que es dueño de cinco discotecas y cuatro clubes ubicados en diferentes partes de la ciudad, además está pensando en iniciar un negocio de hoteles en diferentes países así que el otro mes tendrá que viajar a varias partes para ver una propuesta e iniciar con las construcciones si todo sale bien.

 Miro mi reloj y veo que ya he llegado tarde, carajo, deben estar histéricos

- Es tarde, debo irme – le digo con cara de pena, me la paso muy bien con él

- Claro, vamos, te llevare rápido – dice y salimos del local, nos ponemos los cascos

Él se monta y arranca la moto, yo me siento y lo abrazo cruzando mis manos en su duro abdomen, Ian arranca y después de darle la dirección acelera, maneja muy bien y en tan solo diez minutos para frente a la casa de mis padres, me bajo de la moto y me quito el casco, él se sube el suyo y coge el que le entrego

– Espero que la hayas pasado bien – dice colgando el casco en el espejo

- Si, muchas gracias por el helado, estaba delicioso – digo sin saber que mas decir, se hace un silencio entre nosotros hasta que él lo rompe

- Mira, te traje un obsequio por tu cumpleaños – dice entregándome una cajita envuelta

- No debiste – respondo sintiendo pena, no debió comprarme nada

- Es una bobada, espero que te guste, nos veremos después – dice y pone sus manos en mi cintura acercándome a su cuerpo – la pase muy bien contigo – me da un beso sin afanes, introduce su lengua en mi boca y muerde mi labio inferior, luego se aparta y me mira a los ojos – cuídate nena – me suelta y retrocedo un paso, se pone su casco y arranca a toda velocidad mientras yo me quedo quieta en mi lugar respirando para que se calmen los latidos desenfrenados de mi corazón

Miro la caja en mis manos y rompo el envoltorio, miro la caja y me doy cuenta que es de Chanel, ¿Pero que carajo?, a esto le llama bobada, no me quiero ni imaginar como deben ser sus regalos importantes, abro la caja y en el interior hay una pulsera de oro y plata, muy delgada y delicada, tiene varios colgantes en forma de estrellas y lunas, en el centro hay uno con mi inicial, que lindo regalo, es una pulsera hermosa, si que sabe dar regalos

Me doy la vuelta y entro en casa de mis papás, deben estar furiosos porque no he sido puntual, me preparo para lo que viene y entro en la sala con una sonrisa en mi cara.

Nuevo capítulo
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