No Te Busque #1

CAPITULO 27

LÍA 

Recibí una llamada del ama de llaves de Ian un día después de irme de su casa donde me informaba que había dejado algo de ropa en la lavandería, le dije que pasaría personalmente a recogerla en cuanto Ian estuviera fuera de la ciudad y aquí estoy una semana después frente al portón decidiéndome si timbrar o irme y olvidar la ropa, quiero recuperarla pero no me engaño y se que mas quiero verlo a él aun así no se si se encuentre en casa, doy dos pasos al frente e inmediatamente se abre la pequeña puerta esquinera mostrándome a un gigante Michael

- Buenas tardes señorita, ¿En que puedo servirle? - saluda y me mira fijamente

- Vengo a recoger unas cosas personales que deje - respondo directamente

- Puede seguir, le avisare a Camille para que la reciba - dice y se hace a un lado invitándome a pasar

- Gracias - digo entrando y avanzando por el camino de piedra hasta la casa, tal y como dijo él Camille me espera en la puerta

- Buenas tardes señorita Lía, si gusta seguirme le entregare sus pertenencias - dice dejándome entrar - puede esperar en el patio trasero, en un momento bajo - me dice y sube las escaleras

 Salgo y respiro el aroma de la naturaleza

- Aquí tiene señorita - dice Camille llegando junto a mi y entregándome una maleta

- ¿Esta Ian? - pregunto tratando de sonar desinteresada

- No señorita, pero no demora en llegar - dice y noto cierta ansiedad en su voz

¿Qué no salió de viaje?

- Entonces será mejor que me vaya inmediatamente - digo y camino hacia la salida con Camille pisándome los talones

Escucho el motor de un auto afuera y me paro en seco, sé que es él, lo siento antes de verlo, miro de reojo a Camille y noto que se ha puesto pálida y mira hacia la entrada como una estatua, cuando giro veo a Ian entrando por la puerta con una maleta de viaje

- ¿Lía? - me mira con cierta sorpresa pero también noto preocupación y nerviosismo en sus ojos

- Hola - digo algo confundida ante su nerviosismo - ya me iba - digo y empiezo a caminar

Paso por su lado y bajo las escaleras apresuradamente, pero un niño parado a su lado, al frente mío con sus ojos grises mirándome fijamente hace que pare en seco y se me corte la respiración, sus ojos son iguales a los de Ian, él desvía su mirada hacia atrás mío y sonríe

- Papi ¿Quién es ella? - habla con la voz mas tierna que he escuchado en mi vida, ¿pero lo he escuchado bien?, acaso dijo ¿papi?

El niño pasa corriendo por mi lado haciendo que voltee a mirar justo en el momento en que Ian lo coge en sus brazos y me mira tristemente, siento los pies pegados al suelo, no puedo moverme ni dejar de mirar a Ian con el niño en sus brazos, dos pares de ojos idénticos me miran, unos con curiosidad y los otros con nerviosismo y arrepentimiento

- Es una amiga - responde Ian desviando la mirada hacia el piso.

Debo salir de aquí, ahora mismo, pies muévanse, mi cuerpo no responde y me quedo como una estatua aun mirando a Ian, no se que pensar, todo este tiempo me engaño y no me di cuenta en ningún momento, que ridícula me siento, todo este tiempo me ha usado y yo como una imbécil lo he dejado, si mi corazón estaba roto antes esta vez esta irreparable, saco fuerzas de donde no las tengo y me volteo siguiendo mi camino hacia la salida, solo quiero largarme lejos y no volver a verle la cara, me siento humillada y siento mis ojos inundarse en lagrimas, paso el portón y respiro, el dolor es tan grande que debo doblar mi cuerpo hacia al frente para respirar y retener un sollozo que venia creciendo

- No llorare mas, no me lo permitiré - susurro para mi misma, no volveré a llorar jamás por un hombre.