No Te Busque #1

CAPITULO 19

LÍA

Me despierto con un dolor del demonio en la cabeza, genial, debo tener resaca, me excedí ayer, abro los ojos y me siento de un brinco haciendo que mi cabeza duela más, carajo, es insoportable, ¿Dónde estoy?, miro a mis lados e inmediatamente reconozco la habitación, es la de Ian, miro a mi lado en la cama y hay esta él, durmiendo profundamente, se ve mas atractivo y en paz, pero ¿Cómo llegue acá?, cierro mis ojos y recuerdo todo lo de anoche, discutí con él en plena calle, que vergüenza, debo largarme antes de que despierte, miro en la mesita de al lado y encuentro un vaso de agua y un ibuprofeno, me lo tomo inmediatamente y salgo de la cama, me dirijo al baño y cuando me veo al espejo, noto que no estoy en el vestido, mierda, Ian debió cambiarme, llevo una camisa suya puesta y por debajo nada, al menos me cubre el trasero, lavo mi cara y limpio mi maquillaje corrido con algodón y crema que encuentro en un cajón, también saco un cepillo nuevo y me lavo mis dientes, peino mi cabello con los dedos y lo recojo en un moño, salgo del baño silenciosamente para no despertar a Ian, no quiero verlo, siento pena de como me comporte ayer, voy a su armario y saco una sudadera de sus cajones, me la pongo, salgo y tomo mi bolso, vestido y tacones del piso pero no encuentro por ningún lado mi ropa interior, salgo de la habitación sin hacer ningún ruido y bajo la escalera, me encuentro al mismo hombre de hace días y le pido que me deje salir, me pongo mis tacones y la sudadera me los tapa, debo verme ridícula así, bajo el camino de piedra tropezándome tres veces hasta casi caerme, creo que lastime el tobillo la ultima vez porque he quedado coja y me duele, sin embargo sigo caminando, debo salir de aquí antes de que despierte.

***

Llego a mi edifico con mucha dificultad, la gente en la calle me veía raro, los entiendo, me veo ridícula así vestida, parezco una mujer escapando de casa de su amante porque la esposa de este los descubrió follando.

- Hola perdida, ¿Dónde estabas? - dice Zoé cuando entro al piso, esta preparando el desayuno, se ríe cuando ve mi ropa y me hace reír a mí también - a ver, cuéntame todo sobre ese hombre - me dice cuando entramos a mi habitación y le cuento todo con pelos y señales - wao, que intenso - dice encogiéndose de hombros

- Si, lo sé - respondo mirando mi tobillo, esta inflamado

- Carajo, ¿pero que te paso?, mira como tienes ese tobillo de inflamado - dice mirándolo con horror, en ese momento escucho como golpean la puerta o mejor dicho como la aporrean

- Lía, abre la maldita puerta, sé que estas aquí - gruñe Ian desde afuera

- Carajo, Zoé cúbreme, ¿Dónde me escondo? - digo parándome de un salto y haciendo un gesto de dolor por el tobillo

- Ve a mi pieza, en el armario, tapate con mi ropa - dice y salgo corriendo o brincando en un pie, Ian toca el timbre esta vez y yo me escondo en el armario de Zoé y ella me tira un montón de ropa encima dejándome sin respiración

- Un momento - grita Zoé abriendo la puerta

- ¿Dónde está Lía? - pregunta Ian realmente molesto

- Buenas tardes Ian un gusto conocerte, ¿Quién te crees para entrar así? - le grita Zoé - ella no está, no ha venido desde ayer - miente

- No te creo - dice Ian y lo escucho entrar a mi habitación - Lía, sal de donde estés, no me hagas enojar más - grita y me encojo más entre la ropa - ¿Dónde está, carajo? - grita Ian

- Te dije que no estaba - le grita Zoé en respuesta - sal de mi apartamento- vuelve a gritar

- Si la ves, dile que solo quiero hablar con ella por favor - le suplica Ian en tono calmado y preocupado

- Okey, le diré apenas la vea, ahora vete - dice Zoé y escucho como se abre y se cierra la puerta, me quito la ropa de encima y respiro - se ha ido - dice Zoé ayudándome a salir del armario, no puedo apoyar el tobillo, me duele demasiado - se ve realmente preocupado, creo que debes escucharlo - dice pasando mi brazo encima de su hombro para que pueda caminar

- Si, lo sé, ahora debo ir al hospital, creo que me esguince el tobillo - digo casi llorando del dolor.

Zoé me ayudo a bañar y a vestir y me trajo en su auto al hospital una hora antes de que inicie mi turno para que revisen mi tobillo.

- Es un esguince - dice el doctor Mckonill mirando la radiografía que me hicieron hace unos momentos - debemos vendarte y tendrás que usar muletas para no apoyarlo tanto - dice mirándome con pena, carajo - te daré una semana de incapacidad porque esto es de tiempo - dice escribiendo en su computador

- Pero no puedo, debo trabajar - le respondo pensando en mi grupo

- No te preocupes, alguien te reemplazara esta semana, debes guardar reposo y no hacer movimientos bruscos con ese pie, ¿entendido? - dice cogiendo mi pie y poniéndome una venda apretada

- Si señor - digo asintiendo y siento como me salen lagrimas del dolor que siento

- Te daré analgésicos para el dolor, no uses zapatos apretados, solo pantuflas y has movimientos suaves en el tobillo, ponte compresas de agua tibia y fría intercaladas, ayudaran a que desinflame - asiento limpiando las lagrimas que siguen saliendo, sí que duele - aquí tienes, dice entregándome los papeles y las muletas que le trajo una enfermera hace un momento - te bajare en una silla de ruedas hasta la salida para que no hagas fuerza ¿vale? - dice sonriéndome y tomándome en brazos, Zoé abre la puerta y el doctor me sienta en una silla de ruedas que esta afuera de la puerta, Zoé coge mis pertenencias y viene detrás de nosotros, salimos por la puerta de vidrio y subimos al ascensor, bajamos al primer piso y salimos.

En cuanto se abren las puertas, el doctor me lleva hasta recepción

- Listo, ¿quieres que te lleve cargada o puedes con las muletas? - dice poniéndose a mi altura y sonriendo

- Yo puedo ... - me veo interrumpida

- Yo la cargo - dice ojos grises detrás del doctor Mckonill asesinándolo con la mirada

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Vaya Vaya Señor Becker
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