Diez: ¡Corten!

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Dos manos levantaron a Gumball del suelo. Este, aturdido, levantó la cabeza y con la mirada perdida, intentó visualizar a quien tenía delante.

Aún viendo borroso, por la forma y el esfuerzo que empleaba para levantar al peliazul, Gumball dedujo que tendía su edad. Poco después pudo ver que su pelo era azul, y sus ojos de ese mismo color.

—Ey, chico, ¿Estás bien? —Fue lo primero que le dijo.

—Eh... —Se fijó en el adolescente que tenía delante.— ¿Pero qué? No sé cómo sería yo en humano, pero tú te pareces mucho...

—¿Pero qué dices? ¿Te has dado un golpe en la cabeza o algo? Necesitas ayuda.

En ese momento Gumball se despejó del todo y apoyó su pierna buena en el suelo.

—No, no. Déjame. Estoy bien. —Miró de nuevo al chico.— ¿Quién eres?

El otro le miró raro, como si hubiera dicho algo incoherente, y luego añadió:

—Espera, amigo. ¿Apareces así de repente en el jardín de mi casa y nada más verme lo primero que dices es <<quién eres>>?

—Emm... Sí (?)

—Argh... Pues primero dime, ¿Quién eres tú, desconocido?

—Yo... Gumball.

—¡Pero eso es imposible!

—¿Qué dices? ¿Eres Gumball tú?

—No! Yo me llamo Zac.

—¿Entonces?

—Yo soy actor.

—¿Y a qué viene eso? No te conozco no te he visto en la tele. ¿Y por qué te pareces a mí? ¿Y por qué tu ropa también?

—Pues yo soy actor. Bueno, lo era. Y yo actuaba del personaje Gumball.

Zasca!

—Pero... Oh, vamos. Ya me ha pasado esto antes. Dicen que Gumball era un personaje de dibujos animados, y ahora un personaje humano???

—Tú eres Gumball.

—Sí.

—Y eres humano.

—N... Digo sí.

—¿Y qué te extraña?

—¡PUES QUE YO ANTES NO LO ERA!

Al ver la expresión de desconcierto de su interlocutor, Gumball le explicó todo.

—... Y ahora existen cuatro Dimensiones: la mía, la normal de gente que son animales y objetos y... otras cosas; el intermedio o Elmore vacío; la de los humanos, con la serie de Gumball (con animales); y la cuarta, con humanos que actúan para hacer la serie de Gumball (de personas reales) PERO QUÉ DE QUÉ??? Me acabo de impresionar yo mismo ahora que lo he dicho en alto.

—Vaya que si estás enfermo...

—¡Ey! ¿Quieres que te lo demuestre? Pues sígueme.

Parecía muy convencido, pero luego titubeó.

—¿Dónde se supone que me has encontrado?

Zac señaló un sitio del jardín.

—Oh, no hay ningún portal... Vaya por Dios. —Abrió de repente los ojos— ¡Ya está! ¡Darwin!

—¿Cómo? ¿Darwin también es una persona?

—Emm, sí.

—¿Es el otro niño castaño?

—¿Lo has visto?

—También me lo he encontrado, pero en peor estado que tú. Está en el sofá tumbado.

Sin pedir permiso siquiera, Gumball corrió adentro de la casa y buscó el sofá. Se sorprendió al ver el parecido de la casa con la suya.

En efecto, Darwin yacía acostado en el sofá, con respiración entrecortada.

—¡Darwin! Abre los ojos, hombre, necesito que le digas un par de cosas a este desconfiado...

—Aunque le grites no se despertará por arte de magia. Mejor esperamos hasta mañana. Mientras tanto, ven a conocer a Raglan.

—¿Quién es Raglan?

—¡Ah! Mi amigo. También es actor.

—¿Y de quién actúa?

—¿No es evidente? De Darwin.

DElante Y DEtrás (El Asombroso Mundo De Gumball)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora