Capítulo 34

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-¿Cuál es su nombre? -preguntó la doctora.

-____ McGuire -respondí nerviosa.

-Mira... Te haré unas preguntas pero no te sientas obligada a responder. algunas son personales o como lo creas -sonrió y apretó mi mano.

-No, está bien -sonreí nerviosa.

-¿Edad?

-26.

-¿Tienes más hijos?

-Sí, son gemelos -sonreí.

-Entonces tenemos la prueba de sangre, definitivamente estás embarazada.

-Lo sé -susurré.

-¿Cómo pasó?

-Bueno, estábamos en París y una cos,

-¡No! -rió- me refiero a sí se protegieron o no.

-Oh, no. Vale, yo me debería haber tomado una pastilla al día siguiente pero la tomé 48 horas después.

-¿Tomaste la pastilla del día después cuando estabas embarazada?

-No sabía que estaba embarazada en ese entonces.

-Oh -frunció el ceño- ¿Hace cuanto fue esto?

-Un mes -¡Un mes! ¡Había pasado demasiado rápido!

-¿Y el padre se hará cargo?

-Oh, sí.

-¿Él es el padre de tus primeros hijos?

-Sí.

-¿No tienes ninguna enfermedad y él tampoco, verdad?

¿Harry tendrá alguna enfermedad?

-Hace años él tenía asma pero no sé si ahora seguirá con eso -susurré avergonzada.

-Un mes es muy poco para poder ver al bebé, al menos que quieras un examen, es por dentro pero no es doloroso ni nada.

-¿Por dentro? -me apresuré a decir, asustada.

-Es una máquina que se introduce y esto tiene una cámara, entonces es posible ver si hay bebé o escuchar sus latidos. ¿Quieres eso? Aunque es más costoso y...

-¡No importa, quiero hacerlo!

-Entonces pasa a la camilla -ya estaba con la bata puesta, maldición no hacia esto hace años. La doctora se puso unos guantes y tomó un aparato que estaba allí- Vas a sentir una leve presión pero se pasara inmediatamente.

Bien -susurré mordiendo mis labios. Sentí una presión en mi parte baja y chillé pensando que dolería más pero el dolor se calmó.

La doctora comenzó a ver la cámara en busca de algo, hasta que sonrió.

-Allí, justo allí -apuntó la pantalla, sólo veía manchas negras y blancas- Espera, no hay latido.

-¿Qué? - me sentí mareada.

-Se debería escuchar, pero no pasa nada -susurró. Sabía que significaba eso.

-Mierda, no -susurré.

-Pero... -De pronto un poderoso "bum" se escuchó por toda la habitación- Oh, allí esta -comenzó a reír- Vamos mamá, sonríe, acabas de escuchar uno de los primeros latidos de tu bebé. Es pequeño pero fuerte -comencé a reír y me sentí mucho más aliviada. ¡Era igual que Nick y Eddie! ¡Como un pequeño maní! ¡Mi pequeño maní está bien!

-¿Todo en orden?

-Perfectamente, bastante grande para tener un mes -rió. Pegué la espalda en la camilla y una lágrima cayó por mi mejilla. Vale, mi tercer maní estaba perfectamente sano.

Papá por accidente (h.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora