Un Plan Desesperado

09.- El pequeño príncipe

Unas semanas después de instalarse en la cabaña, Harry estaba durmiendo inquieto... inquieto y enorme. Su embarazo estaba en el periodo crítico, es decir, la fecha de parto ya estaba cercana. Como el bebé era un poco inquieto, Harry supuso que solo se estaba moviendo, y se volvió a dormir, pero luego un dolor agudo, como si su vientre estuviera siendo estrujado y tirado hacía abajo, lo atravesó. Respiró y el dolor paso. En minutos volvió a sentir el dolor y fue aún peor que antes.

El sonido de aparición fue claro y Madame Pomfrey entro a la habitación con un pequeño baúl y luego lanzó un Aguamenti a Severus quien estaba profundamente dormido.

—¿Qué demonios...? ¿Poppy? ¿Qué haces aquí? —.

—Oh nada, aquí paseando a mitad de la noche en un plano inter-dimensional porque me dio insomnio... ¿¡Pues que crees que estoy haciendo Severus Snape!? Harry está a punto de parir y tu estas dormidote—.

Severus reaccionó cuando entre la bruma del sueño y el rudo despertar, oyó a su prometido quejarse.

—¿Harry? —.

—Sev, el bebé... me va a matar... duele... mucho—Terminó Harry entre lágrimas y moqueos, mientras Madame Pomfrey murmuraba algo como "hombres".

Con un movimiento de su varita, Madame Pomfrey saco todas las cosas que había en el pequeño baúl y pronto, la habitación se convirtió en casi una sala de operaciones, lo único que no cambió fue la cama, ya que Madame Pomfrey pensaba que era mejor no mover a Harry, al no saber si sería peligroso para Harry o él bebé, ser movidos demasiado. Después de todo, era el primer hombre embarazado y no tenía idea de que tan peligroso podía ser el parto para él.

La medibruja empezó a realizar hechizos de escaneo y pronto decidió el curso de acción.

—Severus, muévete de ahí. Vístete y esterilízate las manos, serás mi ayudante. Como al parecer la poción no incluye un cambio de genitales y el escaneo no muestra un canal de parto ni al frente ni atrás, el bebé tendrá que nacer por cesárea—Severus estaba congelado en cuanto oyó "cesárea"—¡Muévete! —.

Severus reaccionó por fin y fue a hacer lo que le ordenó la medibruja. Cuando regresó del baño, Poppy ya había colocado a Harry en una posición "cómoda" mientras le decía que se relajara y le daba algunas pociones suaves para el dolor.

>> Respira Harry, te dormiría, pero me da temor que pueda ser demasiado para tu sistema, pero prometo que lo intentaré hacer en el menor tiempo posible ¿De acuerdo? —Harry asintió, incapaz de articular palabra por el dolor—Severus, necesito que estés limpiando el sudor de Harry y cuando termine de cortar el vientre, empieza a drenar el líquido que salga—.

Severus asintió entre emocionado y aterrado. Madame Pomfrey lanzó un hechizo esterilizante a la piel del vientre de Harry y empezó a cortar el vientre de derecha a izquierda con un Diffindo bien firme y preciso, que no envidiaría a ningún bisturí muggle. La sangre empezó a brotar mientras Harry contenía sus gemidos, consciente de que su bebé no iba a nacer de forma "natural", pero que eso no iba a evitar los dolores de las contracciones.

—Vamos Harry, respira. Lo estás haciendo muy bien amor—.

Harry tomó la mano de su prometido y lo miraba implorando el confort que su voz le daba. Severus empezó a secar más sudor de la cara de Harry mientras le daba dulces palabras de aliento y suaves besos en la frente. Mientras, al frente, la medibruja hechizo una especie de cánula para ir drenando la sangre resultante de los cortes.

A pesar de la precisión, Madame Pomfrey tardó al menos una hora en conseguir llegar a la placenta y fue cuando llamó a Severus.

—En cuanto corte esta capa, necesitare que tú drenes con magia el líquido, he ocupado todos mis instrumentales en drenar la sangre y no tengo otro para el líquido amniótico—Severus asintió—Ya casi acabamos—.