Un Plan Desesperado

04.- No te amo

Harry estaba empezando a cumplir las 9 semanas de su embarazo cuando Severus y él empezaron a comportarse diferente entre ellos, lo cual era difícil de ver para la Orden y, sobre todo, para Sirius, Remus y Molly. Esos tres aún no creían en los deseos de Severus de ser padre. Dumbledore le dijo a Severus que Madame Pomfrey podía hacerle una visita a Harry a los 3 meses, para evaluar cómo iba el desarrollo del bebé.

Sirius había estado rebuscando entre sus viejas cosas, buscando afanosamente el baúl que había sustraído de la casa Potter en Godric's Hollow, Remus había estado ocupado con algo de planeación y mientras tanto, estaba construyendo el mismo una cunita para el cachorro de su cachorro, Molly Weasley tenía a Dobby y Kreacher como asistentes personales de tejido y en pocos días ya había completado una hermosa cobijita de bebé de color amarillo pálido.

Mientras tanto, y tomando en cuenta el trato cordial que estaban teniendo Severus y Harry, Severus empezó a hacer lotes de pociones nutritivas y especializadas en mantener los niveles de magia óptimos, así como un par de pociones que se les daba a las embarazadas por defecto y que Severus estuvo adecuando para Harry cuando se detectó el embarazo. Harry por su parte, ya habiendo acabado con los libros de la biblioteca Black se encontraba aburrido, así que empezó a hacerse cargo de la cocina durante algunas comidas.

Para la semana 10, Severus había decidido que su postre favorito era la tarta de melaza que hacía Harry. Severus había tenido la cortesía de agregarle sabor a las pociones así que Harry no sentía mucho el tener que tomarlas, se prometió a si mismo jamás tomar ninguna poción que no proviniera de las manos de Severus.

A partir de la semana 11 de su embarazo, Harry empezó a tener mucha hambre, cosa que la señora Weasley ya esperaba y empezó a cocinar más cantidad para que Harry comiera lo que quisiera. Severus en cambio había insistido en hacer que Harry comiera más saludable y tenía sendas peleas con Molly sobre lo que debía comer Harry o no. Harry mientras tanto, comía hotcakes con miel y fruta fresca y miraba divertido la interacción entre su madre de palabra y el padre de su hijo.

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—Pues todo parece estar en orden señor Potter, si usted fuera una mujer en su primer trimestre, su bebé tendría un muy buen desarrollo. Le recomiendo que coma muchas frutas, verduras y proteínas, preferentemente pescado y carne magra, se puede permitir algunos postres en la semana, pero no abuse, y leche, mucha leche, quesos, yogurt, cosas así. El profesor Snape debería proveerle una dosis más de poción nutritiva a la semana y dos más para reponer magia. Su hijo será un mago muy fuerte por la cantidad de magia que al parecer necesitará. Lo veré en dos meses para ver si requiere que Severus le done magia y la frecuencia con que debe hacerlo—.

—Gracias Madame Pomfrey—.

—Poppy, llámame Poppy. Creo que nos conocemos de suficiente tiempo para obviar las cortesías—.

A Harry le agradaba Madame Pomfrey, después de Molly Weasley y Hermione, era la mujer que más lo había cuidado de forma física, McGonagall era más un apoyo moral. Poppy fue en ese momento por Severus quien entro inmediatamente en el cuarto de Harry.

—Tu hijo va muy bien y Harry está bien también, le he dado indicaciones de dieta que espero procures revisar que cumpla, quisiera que agregaras una dosis más de poción nutritiva y dos más para reponer magia, si llega a sentir náuseas, sería preferible usar otros remedios en vez de la poción para las náuseas a menos que la adaptes para evitar "ciertos" ingredientes. Te daré una lista de los ingredientes que es mejor evitar—.

—Gracias Poppy—.

Poppy le sonrió a Severus y salió dejando a ambos magos a solas. Había cierta incomodidad, pero no se debía a nada entre ellos, no habían tenido desacuerdos ni nada. Harry estaba acomodándose la ropa y Severus notó una curva en el vientre del joven y se maravilló ante ella.