Brazadas y canastas (FREE! X TÚ X KNB)

CAPÍTULO 24. ¡Una boda!

Ha pasado un poco de tiempo ya desde ese día.

Fue un poco después del café y lo de Sou.

FLASHBACK

-¿¡Mi hermana se va a casar?!- Grité sosteniendo una invitación blanca, muy elegante por cierto.

-¿Qué tu hermana qué?- Preguntó Gou asomándose por el marco de la puerta.

-¡La muy maldita se va a casar y no tuvo la decencia de decírmelo en persona!- Mi respiración se agito, tendría que ver a mi familia de nuevo y ya hacía un tiempo que no nos veíamos...

¿Qué carajo haría? ¡No sé si ir o no! Los extraño demasiado pero...

-Oye, tranquilízate, te estás poniendo colorada- Mi querida Momoi se acercó con calidez, ¿de verdad me veía tan mal?

-Es que...- Mi voz se entrecortó- Se va a casar...-

-¿Quién?-

-¡Mi hermana!- Fue un grito ahogado que retumbó por la casa; irónicamente no acababa de leer la invitación y estaba muriendo, estuve dispuesta a terminar de investigar que decía y me lleve una linda sorpresa.

¨Para ti _____, mi amada hermana menor:

Estás invitada cordialmente a la boda de 

Arlette _______

y

Kiyoshi Yokawa¨

Mierda, mierda, ¡de verdad se iba a casar! Simplemente no podía creerlo, lo peor es que se casarían aquí en Japón y ni de broma podría faltar.

No es que no quisiera ir pero... Me apanicaba ver a mi familia.

Con mis hermanos he mantenido poca comunicación desde hace 4 años.

Y, eso pasó porque Arlette (la hermana media) se fue a América, de regreso a nuestro país natal, ella tenía que hacerse cargo de el 'negocio' familiar ya que mis otros hermanos estaban ocupados.

Dante (mi hermano mayor) vive aquí en Japón, pero en alguna provincia del país, el se mudó debido a cuestiones de trabajo,un tiempo después conoció a su esposa y formaron una familia.

En cuanto a mi otro hermano, Alan (él me enseño un poco sobre basquet, el resto es historia) sigue estudiando en Europa, él es de quien menos he sabido últimamente.

Entonces me quedé sola. Una niña aprendió a cuidarse sola. Mis hermanos no me abandonaron completamente, (de hecho, ninguno quería irse pero cada uno tenía sus cuestiones) yo fui quien los convenció de vivir sus vidas. No podían estar atados a mi por siempre, y mucho menos si cada uno tenía asuntos propios que atender.

Ahora estaba a punto de volver a verlos.

Seguí leyendo la invitación:

¨Puedes llevar a quien quieras, va a ser un evento grande así que no te preocupes de ir con menos de 2 acompañantes, quiero que hagas presencia, de hecho quisiera presentarte a unos chicos que recientemente conocí, tienen tu edad; tal vez te agraden.

En fin, por favor no faltes.

Arlette.'

Toda la invitación fue escrita a mano por mi hermana.