Brazadas y canastas (FREE! X TÚ X KNB)

CAPITULO 5

La extraña sensación fue interrumpida porque todas las nuevas personas se acercaron a saludar

-Hola, yo soy Hyuga Junpei, soy el capitán de Seirin espero nos llevemos muy bien.-

-Yo soy Izuki Shun. Encantado de conocerte-

-¡Mi nombre es  Aida Riko, y entreno a los idiotas del Seirin!- Su comentario me hizo reír.

-Hey, soy Rinnosuke Mitobe-

-Shinji Koganei- Pude escuchar eso detrás de mí, quien fuera que lo había dicho sonaba demasiado asustado

-¿Eh?-

-So-oy Shinji Koganei, ¡discúlpeme si la asuste! es solo que-

-Ten cuidado, Koganei- Al instante me percaté de quien era esa persona de voz tan dulce

-Hola. Soy Kiyoshi Teppei-

Me extendió su hermosa mano, en mis tiempos de secundaria habría sido un sueño hecho realidad, estrechamos manos y pude jurar que sonreí como una idiota

-¡Teppei déjanos algo!-

-¡Oh, es verdad! Mira, ellos son Satoshi Tsuchida, Koichi Kawahara y Hiroshi Fukuda-

-Hola, yo soy ____ ____-

-¿Por qué nunca te habíamos visto por aquí, ____?- Una voz gruesa perteneciente a el capitán del Seirin tenía un toque de curiosidad

-Uh bueno, yo no vivo en Tokyo-

Mis palabras parecieron sorprender a todo el equipo de básquet

-¿Entonces en dónde vives?- Riko me miró a los ojos, lo cual me incomodó un poco

-En algún lugar llamado Iwatobi-

Todos se miraban confundidos, en definitiva era muy raro que alguien supiera donde quedaba Iwatobi.

-¡Kagami, ven a conocer a _____!- Teppei sonría muy emocionado, parecía que le gustaba conocer gente nueva

Un chico de la misma altura de Kiyoshi se paro frente a mí

-Mira Kagami-kun, ella es _____-san-

-¡Con que tú eres ____! Kuroko me hablo de ti-

Le sonreí, durante los partidos de la Winter Cup me parecía una persona muy intimidante, pero pensándolo bien, era como cualquiera de nosotros

-¡Hola! Juegas muy bien, me encantaron tus movimientos durante los partidos-

-¿De verdad piensas eso? Supongo que gracias-

-Kagami en definitiva no tienes toque con las mujeres-

-¿Qué trata de decir Hyuga-senpai?-

El Seirin suspiró al unísono, pero todavía notaba la mirada de la Generación de Milagros sobre mí, la tensión había bajado pero seguía ahí.

-No tienes remedio-

Teppei y Hyuga lo palmearon en la cabeza

-Cuéntanos sobre ti, ____- 

-Uh bueno, no vivo en Tokyo, vivo en un lugar llamado Iwatobi-

-¿Allá juegas básquet ____-san?-

-La verdad es que no, de hecho preferí unirme al club de canto y teatro, y también administro el de natación-

-¿De ahi es de dónde conoces a tus amigos no es así?-

-Si, Kuro-kun, pero yo los conocía....-

Cierta chica de un colo de cabello muy peculiar, se abalanzó sobre mí

-¡____-chan, te he extrañado tanto!- 

-Momoi, ¡el sentimiento es mutuo!-

Le correspondí el abrazo con una enorme sonrisa, se sentía bien poder estar cerca de alguien que te importa muchísimo.

-Vaya, ____ ¿qué te ha pasado? ¡Mira como estás!-

-¿Eh?- Me miré en un espejo y efectivamente, parecía que había estado en plena tormenta eléctrica.- Me voy a arreglar, discúlpenme chicos, pero tendremos que terminar después-

-Te acompaño-

Caminamos alrededor del departamento buscando el baño, el problema es que no lo encontrabamos

-Eh...- Kagami caminó a nuestro lado y aprovechando eso le pregunté:

-Oye... ¿Dónde esta el baño?-

-Es la primera puerta a tu izquierda-

-¡Gracias!- Jalé a Momoi del brazo y rápidamente llegamos al baño

-Oye, ____-chan, ¿por qué no hablas con Dai-chan y los demás?-

-Momoi, sabes que me incomoda hablar de ello- Le contesté evitando verla a los ojos mientras acomodaba mi cabello

-Deberías intentar hacer las paces-

-Sabes que no puedo, soy muy orgullosa y lo sabes, no soy de ese tipo de persona-

Ella sonrió de lado y me miró con un toque de tristeza

-Hazlo por Tetsu-kun-

Finalmente nuestras miradas se cruzaron, mis ojos estaban llenos de determinación y los de ella de suplica, lo pensé un poco y volteé de nuevo al espejo, ya parecía una persona normal; chasqueé la lengua y de nuevo le alcé la mirada

-Solo los trataré con un poco más de respeto-

-¡Eso es perfecto!- Brincó de la emoción y me abrazó de nuevo

Abrí la puerta del baño y un ladrido me alertó, era un pequeño perro con uniforme y ojos azules muy grandes

-¡¿Qué?!-

Momoi lo cargó y lo estrujo con fuerza

-¿No es igualito a Tetsu-kun?- El perrito parecía sofocarse en los senos de Momoi así que decidí retirarlo de su delantera, ella chilló y yo me reí por su reacción

-Momoi, tu frente no lo dejaba respirar-

Hizo una mueca y sonrió

-Creo que deberíamos regresar con los demás-

Asentí con la cabeza y miré de nuevo al perro, de verdad es idéntico a Kuroko.