Brazadas y canastas (FREE! X TÚ X KNB)

CAPÍTULO 24 ¡Una boda! (Parte 2/?)

Seguíamos a mi hermana maravillados con todo, hasta que baje la mirada y pude ver a mis hermanos.

Vaya, parecían un par de desconocidos ante mis ojos.

No estaba segura si de verdad eran mis hermanos, pero lo confirme en cuanto Arlette me puso frente a ellos.

-¡Miren quien vino!- Mis hermanos me voltearon a ver y se quedaron atónitos, yo baje la mirada y tímidamente los salude con la mano. Sentí como dos pares de brazos me rodeaban y estrujaban con fuerza. Pude sentir la calidez del pecho de ambos y mis ojos se llenaron de lágrimas, estuve a punto de llorar pero Arlette se unió al abrazo y recordé que por fin después de tantos años estábamos juntos.

-Los extrañe mucho.- Dije con la voz entre cortada.

-Y nosotros a ti- Dijo Dante por ambos, una gran sonrisa estaba formada en el rostro de los tres, todos crecimos tanto durante este tiempo, estar juntos de nuevo fue algo que nunca imagine.

-Les quiero presentar a mis amigos...- Hable sin más y de inmediato empecé a señalar a cada uno por su nombre, cada uno se acercaba a mis hermanos y los saludaba de la manera americana, cosa que dejo bastante extrañados a todos menos a Kagami.

-Oye, espera ¿esos de ahí no son los que iban en la primaria contigo?- Dijo Alan señalando a Makoto y Haru.

-Si- Acto seguido él estrecho sus manos con mucha felicidad.

-¡Gracias por cuidarla durante tanto tiempo!- 

-¿Eh? N-no fue nada- Dijo Makoto un tanto apenado.

-¡De verdad, se los agradecemos!- Esta vez era Arlette, durante todo este tiempo ella llamaba una vez a la semana preguntando si todo estaba bien, si no me sentía sola y haciéndome saber que si la necesitaba ella podría volver en cualquier momento; sinceramente no necesitaba nada (o eso pensé yo) pero desde pequeña aprendí a estar sola en casa, en cuanto mis hermanos se fueron contrataron una mujer para que me cuidara, me agradaba, pero ya no recuerdo porque dejó de cuidarme.

-¿Ninguno de esos es tu novio, verdad?- Preguntó Dante lo suficientemente fuerte como para que todos lo escucharan.

-No, solo son mis amigos- Dije riendo nerviosamente. Miré a los chicos y tenían la cara un poco triste, ¿por qué? no lo sé, probablemente todo esto del reencuentro familiar estaba siendo un poco incómodo.

-Los llevaré a sus asientos- Dijo mi hermana notando la incomodidad de mis amigos dejando atrás a Alan y Dante. En menos de 10 segunos ella ya no estaba con nosotros, pero la ceremonia comenzó.

Todo transcurría con tal belleza, el vestido de mi hermana relucía tanto, y el saco del esposo también, justo estaba anocheciendo, era una escena muy linda, normalmente en las bodas es fácil aburrirte, pero creo que en esta era todo lo contrario. De la nada se dieron el beso y todos aplaudimos, por fin iba a empezar la fiesta. (Aquí en México solo vas a una boda por el bailongo, la comida y el ramo, no se ustedes )(btw hice esta escena muy corta xk tanto a mi como a ustedes nos vale verga, pero tenía que para dar paso al siguiente acto, ja)

Primero vino la comida, la cual parecía ser cara como todo aquí, nos sirvieron melón, ramen y un tipo de carne que desconocía, todos comimos con tal velocidad, pero los hombres no paraban, Murasakibara no paraba de comer melón, pero apenas había picado la carne y el ramen, Midorima lo regañaba como si no hubiera un mañana, el gigante lo ignoraba y le daba la carne a Kagami a cambio de más melón, Aomine intentó golpear a este último porque él también quería más carne, Kuroko los miraba extrañado, Rin no dejaba de mirar mal a Aomine el cual estaba sentado a un lado de su hermana, Sousuke (que ya se veía muy molesto) quedó sentado entre Akashi y Kise, el rubio no paraba de rogarle al pelirrojo sobre cambiarle su lugar porque 'era un buen ángulo para sus fotos' , Nagisa jugaba a lanzarle uvas a Rei, el cual estaba al otro lado de la mesa, Makoto y Haru eran los únicos que se estaban comportando como personas racionales.

-Mierda.- Dije- ¿Por qué tengo que convivir con tantos idiotas?-

-Ni me lo digas- Dijo Momoi suspirando, pero la música retumbo en nuestros oídos dando a entender que lo bueno estaba comenzando. De la nada sentí que mi hermana me llamaba.

-¿Recuerdas de los chicos que te hable en la carta?- Asentí con la cabeza- Déjame presentártelos- Me levante y fui donde ella me indicó, ahí estaban. Eran cuatro jóvenes muy bien vestidos, sus alturas eran similares, uno tenía el cabello lo suficientemente largo para formar una coleta, era rubio. Había otro con el cabello castaño peinado muy elegantemente, los otros dos tenían el cabello completamente negro.

-Ella es mi hermana, ______-

-Hola, mucho gusto- Me dieron una pequeña sonrisa y cada uno me saludó como es debido.

-¿Puedo bailar con usted, señorita?- Uno de los chicos de cabello negro me ofreció su mano, sin dudar, acepté. En un santiamén ya estabamos en la pista de baile, y, a decir verdad, no era nada malo.

-No me he presentado aún, me llamo Ryan, vengo de Estados Unidos- 

-Yo me llamo ______, soy de _______- 

-¿En verdad? Tengo varios amigos de ahí- La conversación fluía perfectamente mientras bailabamos.- Oye, se que esto es un tanto atrevido, pero... ¿Tienes novio?- Wow, si que iba rápido me gustan los chicos atrevidos pero no a este punto.

-Eh... No- Respondí dudosa

-Bueno, eso me calma un poco- Sonrío.

Mientras tanto con los chicos.

-¡Nos están robando a la chica!- Gritó Nagisa para todos los que habían a su alrededor.

-¡¿Alguien sabe bailar?!- Dijo Kise desesperado.

-Eh... No- Aomine se veía un tanto intranquilo.

-¿Akashi-cchi?- 

-Padre nunca me enseñó a bailar- El otro Akashi había despertado.

-Yo lo haré- Haru se levantó decidido.

-¡Haru, espera!- Makoto tiró de su mano- ¿Recuerdas el baile de la primaria? ¡No lo intentes!-

-Iré yo, entonces.- Midorima tomó su saco y se ajustó las gafas- Si muero humillado, recuérdenme con honor- Giró sobre sus talones y se dirigió sin temor hacia donde estaba la pareja, aprovechando que el baile cambió a uno regional, arrebató a ______ del chico de cabello oscuro.

-¡¿Midorima?!- 

-Te veías incómoda- La chica bajó la mirada y asintió-

-Gracias- Dijo aliviada

-No hay de que-