CAPÍTULO 26

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El día se alargó bastante con la plática. Resulta que todo el personal que está aquí me conoció y me cuidó cuando era bebé, mis padres fueron asesinados por sicarios y no por un accidente automovilístico como me dijeron mis hermanos. Mucha información en tan poco tiempo me bloqueó demasiado. Todo tenía sentido ahora, por lo poco que recuerdo yo era muy pequeña cuando nos mudamos a Japón, recién tengo recuerdos de mi antiguo país y mucho menos tengo de mis padres cerca de nosotros, en si recuerdo que nos mudamos a Iwatobi para 'librarnos de cargas emocionales'.

De la nada, desperté. De nuevo estaba en mi asiento con las chicas, pero ahora todo estaba en silencio y el autobús estaba quieto, al parecer debido a la niebla que había en la carretera. Me tallé los ojos con fuerza y recorrí el móvil, todos estaban muy dormidos, menos yo.

Me senté en una fila de asientos desocupados y observé el paisaje exterior, era aún más lindo con la luna allá arriba.

Sentí que algo me tocó el hombro y volteé asustada. Era Akashi.

-No te exaltes- Intentó sonreír.

-Pensé que el diablo había venido por mi- Él río por lo bajo.

-A la mitad de la nada no es algo que no puedas esperar.- Sonreí y volví a mirar afuera.- Veo que te gusta madrugar ¿o no?-

-Sólo son esos malos sueños...- Me cortó y siguió hablando.

-Veo que te la pasas hablando mucho con ese tal Sousuke ¿no?- Ahora sus ojos tenían un color dorado que era visible en la oscuridad, me hablaba como si se tratase de mi autoridad, como si no fuese él.

-¿Estás bien?- Sacudió su cabeza y me miró arrepentido.

-Perdóname, es solo que aveces él se apodera de mí-

-No hay problema- Me desconcertó un poco saber eso, normalmente sólo sale en partidos, pero si Akashi no tiene cuidado incluso podría tomar su consciencia por completo.

-Creo que es mejor que me vaya a dormir...- 

-Si, yo igual voy a tratar de- Fingió una sonrisa y terminé la conversación.

-Hasta mañana entonces- Retiró un mechón de mi cabello y lo colocó sobre mi oreja, dio la vuelta y lo vi desaparecer en la oscuridad.

Pasé el resto de la madrugada despierta. Observé el amanecer, era bastante lindo, arrancamos de nuevo y cuando todos estaban despertando, por fin pude conciliar el sueño. En cuanto desperté escuché claramente que estábamos a punto de llegar al destino, sólo fue cuestión de minutos para arribar. Salimos tranquilamente del bus y descargamos el equipaje, estábamos frente al hotel, el cual era un edificio bastante grande, se notaba lo lujoso que era, lo analicé por unos segundos hasta que noté que estaba siendo dejada atrás, decidí correr y alcancé a los demás, dentro del lugar nos registramos y se nos entregaron nuestras habitaciones.

De nuevo iba a estar con las chicas, así que nos despedimos de los chicos y fuimos a nuestra habitación, arroje el equipaje a alguna esquina de la alcoba y corrí al balcón.

Era la mejor vista que había observado en años.

Era el mar.

Brazadas y canastas (FREE! X TÚ X KNB)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora