Me desperté por los malditos rayos de sol que se colaban por la ventana. Miré el reloj: las nueve.
Bufé. A las once tenía que ir a las prácticas. Pero me acordé de que eran con Mark, y apareció una sonrisa estúpida en mi cara.
Me levanté trabajosamente y me vestí lentamente, como si tuviese heridas por todo el cuerpo.
Cogí mis cosas y bajé a desayunar. En la cafetería no encontré a Judith, lo que era raro, pues siempre estaba allí.
-Si buscas a Judith, está mala.-dijo una voz conocida.
-Hola, John.-saludé.
El chico se sentó en frente mío y me sonrió. Tenía el pelo rubio, ojos verdes esmeralda y una cara fina y brillante. Era muy guapo, pero sólo había un problema: era gay.
Cuando lo conocí no lo parecía, pues no cuida mucho su aspecto ni se mueve como la mayoría de los homosexuales. A simple vista parecía hetero, pero me fijé en que miraba a los chicos y no a las chicas, así que se lo pregunté y me dijo que sí, que era gay, y estaba orgulloso de serlo. A mí me dio igual, pues era una persona estupenda. Aunque claro, no toda la gente acepta a los gays, y por eso lo oculta.
-¿Qué le pasa?-le pregunté mientras abría el envoltorio de una magdalena.
-Gripe.-contestó bebiendo café.-La pobre ha estado sin dormir toda la noche.
-Pobrecita.-dije.-Al menos no tiene que ir a prácticas.
-No te creas, los de la Universidad a la que va están pensando en obligarla a ir para que no vaya con retraso en el aprendizaje.-dijo un una mueca de disgusto.
-Qué asco, madre mía. A mi me dejarían.
-Pero porque el profesor es tu novio.-dijo levantando las cejas.
-¡No es mi novio!-protesté, pero ya estaba roja.
-Ya, claro.-respondió John irónicamente.-Yo me tengo que ir, suerte con tu nov... Quiero decir, con Mark.-me guiñó un ojo.
Le saqué la lengua y se fue.
Terminé de desayunar y me fui a la parada de autobús.
En media hora ya estaba en el edificio, y sonreí para mis adentros.
Entré y subí a la sala.
-Hola.-saludé alegre.
Mark me vio y sonrió.
Me acerqué y vi lo que había en el ordenador: formas de crear expresiones.
-Puf, esto es muy difícil.-protesté.
El chico se rió.
-Bueno, podemos hacer una excepción.-dijo mirándome a los ojos.
Dios, sus ojos son preciosos.
Le miré extrañada.
-¿Y si vamos a dar una vuelta?-sugirió.
-Pero...
-No se enterarán.-me guiñó un ojo y se fue a la puerta.
No sabía muy bien qué hacer. Obviamente, quería irme con él, pero si no aprendía en las prácticas no me cogerían en la Universidad...
-¿Vienes?-preguntó el chico, sacándome de mis pensamientos.
Bueno, por un día no pasaría nada, ¿no?
Afirmé con la cabeza y le seguí. Bajamos con cuidado de que nadie nos viese y cogimos un taxi hasta un parque cercano.
Estaba un poco nerviosa, la verdad, no quería perder mi plaza en la Universidad...
-Tranquila, mañana hacemos doble sesión y recuperamos lo perdido, ¿vale?-me dijo Mark.
Eso me tranquilizó un poco. Le miré y le sonreí.
-Prométemelo.-exigí.
Extendí mi meñique y él enlazó el suyo.
-Prometido.-dijo con una sonrisa.
Cogimos un carro de caballos y nos montamos. Dimos unas vueltas, me compró un algodón de azúcar y nos estuvimos riendo.
Ya a las dos, después de tres horas con él, me di cuenta de que tenía que irme a trabajar.
-Me tengo que ir, Mark.-dije apenada.
Hizo un puchero y me cogió de la muñeca.
-Quédate un rato más, por favor...-suplicó con ojos de cachorro.
-Lo siento, tengo que trabajar.-dije tratando de separarme de su agarre.
Pero me apretó más fuerte.
-Por un día no va a pasar nada...-sonrió.
Negué con la cabeza.
-Déjame, por favor.-pedí.
Vi en sus ojos miedo, o eso me pareció, pues rápidamente se separó de mí y sonrió.
-Tienes razón, perdona.-se disculpó.
Cuando me iba a ir, me detuvo. Me di la vuelta y vi que se señalaba su mejilla. Fruncí en ceño, pero rápidamente lo entendí.
Me acerqué a él y le di un pequeño beso. Nos sonreímos y me dirigí a la parada del autobús.
Ya dentro, me puse a pensar.
¿Por qué había insistido tanto en dar una vuelta por el parque? ¿Y por qué no quería dar clases?
Había sido un error. Un gran error. Nunca debí darle aquel beso a Mark, no puede existir una relación personal entre el alumno y el profesor. Qué tonta fui. Pero es que le quería...
A partir de ese momento, en clase iba a tratarle como maestro y fuera, como pareja. Bueno, aún no éramos pareja... ¿o sí?
Mis pensamientos fueron interrumpidos por un mensaje en mi móvil.
Lo revisé y me tensé. Ponía:
“Te vuelvo a avisar: haz lo que yo te digo o habrá graves consecuencias. Todos saldremos mal, incluidos tus amigos..."
Guardé rápidamente el móvil y miré por la ventana.
¿Dos veces podían ser coincidencia?
_________________________________________Hooola a todoos:D este capítulo es un poco más largo, no vale quejarse e.e oknox) Espero que os esté gustando la novela, porque a mí me parece que es un poco aburrida... No sé, ¿queréis que meta más drama, más acción...? Vosotros decidís ^^
Adiioos:D
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Mil recuerdos(Macklemore) [PAUSADA TEMPORALMENTE]
Fanfiction_______ Fernandez, 18 años. A punto de entrar en una prestigiosa universidad cerca de su casa en España, pero para ello tiene que hacer una prácticas en Los Ángeles para que le concedan la beca. Llega allí llena de ilusión y esperanzas de realizar b...