Flashback
Me desperté con la cara húmeda; había llorado por la noche-como siempre-. Estaba acostumbrada a eso, así que saqué unas toallitas húmedas del cajón de mi mesilla para quitarme el rímel corrido. Odiaba el maquillaje, pero también me odiaba a mí misma, así que trataba de ocultar mi aspecto.
Me levanté pesadamente y me vestí con una camiseta simple, unos vaqueros y una sudadera del decathlon.
Me dirigí arrastrando los pies a la cocina y desayuné un vaso de leche; necesitaba adelgazar, o al menos eso pensaba.
Me puse un poco de gloss y rímel, aunque sabía perfectamente que no iba a cambiar nada.
Cogí mi mochila de Totto y me despedí de mi familia.
Empecé a caminar hacia el colegio con las manos en los bolsillos y la cabeza gacha, pues no quería que me reconociesen, aunque sabía que igualmente lo iban a hacer.
Llegué a la escuela y me dirigí a mi clase. Al entrar una parte de mí se alegró, ya que no vi a Marco por ninguna parte, pero el mundo se me vino abajo cuando escuché sus característicos pasos.
Corrí a mi sitio al final de la clase y fingí sacar cosas de mi mochila, pero al rato ya estaba a mi lado.
-Vaya, vaya, ¿quién está aquí?-preguntó con burla.
-Déjame.-protesté.
-Ay, pobrecita, ¿te molesto?
Un coro de risas procedentes de los perros falderos de Marco siguieron su pregunta.
-Sí. Déjame.-repetí.
Parecía que se iban a ir cuando el chico se dio la vuelta sobre sus talones y me miró con una sonrisa pícara.
-Por cierto, esa sudadera te sienta bien.-fruncí el ceño, ¿lo decía en serio?-Te tapan los michelines.
Ahora sí que se dio la vuelta y se fue a su sitio. Yo traté de contener las lágrimas. Iba al gimnasio, no comía nada... ¿Y aún así estaba gorda?
Me pasé las tres siguientes clases tratando de convencerme de que no me debería importar lo que un idiota pensase.
A la hora del recreo, salí la última y me dirigí a una esquina a la que nadie iba y me quedé ahí.
Escuché unos pasos y me acerqué más a la pared.
-Hola, _______.-saludó la voz que aparecía en mis pesadillas.
-¡Fuera!-exclamé.
Me levanté y le miré fijamente a los ojos. Detrás de Marco estaban sus amigos, que me miraban con... ¿pena? No, pena no, con indiferencia.
Marco se cruzó de brazos y se acercó a mí.
-Zorra.-susurró.
Retrocedí ya con las lágrimas a punto de salir.
-¿Te he hecho algo?-pregunté con la voz cortada.
Él se rió y no me respondió. Se acercó más a mí, y yo choqué con la pared.
Respiraba entrecortadamente y Marco cada vez estaba más cerca de mí.
-Vete...-supliqué.
-Mírate. Ni siquiera el maquillaje puede ocultar lo fea que eres. Seguro que tu madre pensó que eras un monstruo cuando te vio nacer y ahora estará decepcionada por haber criado algo como tú.
Tragué saliva y no aparté la mirada de sus ojos.
Por fin me armé de valor y le solté lo que me había guardado durante tanto tiempo.
-Eres un idiota, tienes una vida horrible y por eso insultas a los demás, para creerte superior y así apartar el dolor que está continuamente encima tuyo.
Sus ojos se tornaron blancos y por un momento pareció sorprendido, pero recuperó su compostura.
-Tú no sabes nada.-dijo sombrío.
Y sin que apenas me diese cuenta, su puño salió dirigido a mi estómago, sintiendo como si mil agujas se clavasen en mi órgano.
Los chicos se fueron, dejándome agonizando en el suelo.
Y empecé a llorar. Me habían insultado, humillado y reído de mí, pero esa era la primera vez que me pegaban.
No me quedaba nada.
Fin flashback-_______… ¿me lo vas a contar?-preguntó Judith.
La miré fijamente y comencé a llorar.
-Sufrí bullying.
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Mil recuerdos(Macklemore) [PAUSADA TEMPORALMENTE]
Fanfiction_______ Fernandez, 18 años. A punto de entrar en una prestigiosa universidad cerca de su casa en España, pero para ello tiene que hacer una prácticas en Los Ángeles para que le concedan la beca. Llega allí llena de ilusión y esperanzas de realizar b...