Capítulo 26 "La parada"

214 12 0
                                    

Suspiré cansada. El día anterior había tenido demasiadas emociones en tan poco tiempo. Las pellas, el mensaje, contar algo que jamás había contado...

Bajé por las escaleras y me dirigí a la cafetería. Cogí una bandeja y me puse lo mismo de siempre para desayunar. Busqué con la mirada a alguien conocido y me encontré con John y Judith en una mesa al fondo.

Sonreí y me senté con ellos.

—Buenos días.—saludé.

Ambos me respondieron con otro saludo y comenzamos a desayunar en silencio.

—_______, ¿ya estás mejor?—preguntó la chica. Le miré extrañada y ella se percató de que no sabía a qué me refería.—Me refiero a lo del bul...—le pegué una patada por debajo de la mesa antes de que siguiese.

Me miró con odio, pero yo señalé a John con la cabeza, quien nos miraba interesado.

—A lo de los Bulls, me refiero...—disimuló Judith.

Sonreí para mí misma y le agradecí con la mirada que hubiese evitado decir la palabra, pero ella siguió sin cambiar su cara de odio.

—¿Los Bulls?—cuestionó John.

—Perdieron ayer... ¿no lo sabías? —dije tratando de parecer convincente.

El chico negó con la cabeza.

—Los que perdieron ayer fueron los Ángeles Lakers, no los Chicago Bulls. Ellos juegan hoy.—dijo con cierto tono de superioridad.

—Pues me dijeron que habían perdido...—susurré.

El chico se encogió de hombros y se metió en la boca lo que le quedaba de magdalena.

—Yo me tengo que ir.—se levantó.—Adiós, chicas.

Ambas nos despedimos y nos miramos.

—Eres una bruta.—protestó acariciándose la espinilla.

—Lo siento.—me disculpé. —Es que nadie puede saberlo...

—¿Por qué no?

Me encogí de hombros.

—Tengo miedo de que vuelvan a hacerlo si lo cuento...—susurré.

Judith resopló y la miré buscando una explicación.

—_______, si esas personas te hicieron bullying es porque no te conocían. Aquí somos diferentes, no juzgamos a nadie antes de conocerlo.—sonrió.—De hecho, antes de empezar a hablar contigo pensaba que eras una zorra.

Le di un golpe en el brazo cariñoso y me reí.

—Aquí puedes ser tú sin que nadie te diga nada, y puedes mostrar que eres alegre, graciosa, simpática... Algo que esas personas no eran.—dijo con una sonrisa tierna.

La abracé y nos levantamos para dejar las bandejas.

Nos despedimos y me di cuenta de que llevaba tarde al autobús.

Corrí hacia la parada, pero cuando llegué, el autobús estaba ya varios metros alejado de mí.

Resoplé y me senté fastidiada. El siguiente autobús vendría en veinte minutos...

Recibí un mensaje y saqué el móvil para leerlo.

No. Por favor, no otra vez. Pero allí estaba. Aquel misterioso número me mandaba otro mensaje.
“No vayas a las prácticas o la parada estallará en mi pedazos.”

Miré nerviosa a todos lados para buscar alguna bomba, pero no vi nada. De repente, recibí otro mensaje.
“Debajo de tu asiento.”

El corazón se me paró por un segundo. Me agaché cuidadosamente para mirar debajo de donde me encontraba. Y allí estaba. Una mochila negra.

Me levanté rápidamente y me alejé de la parada.

Otro mensaje.
“Bien hecho, preciosa. Te dejo el día libre, pero no vayas a las prácticas.”

Tragué saliva y me aventuré a escribirle.
“Quita la bomba de la parada o iré a las prácticas.”

Al segundo, me respondió.
“De acuerdo, pero a cambio no podrás quedar con Macklemore ni Ryan. Al menos, por hoy.”

Suspiré para tratar de calmarme y le respondí con un vale.

Ya de paso, le mandé un mensaje a Mark diciéndole que no podía ir, ya que estaba mala.

Entré de nuevo en el internado y me dirigí a mi habitación. Allí, me tiré a la cama y comencé a llorar hasta quedarme dormida.

Mil recuerdos(Macklemore) [PAUSADA TEMPORALMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora