Una noticia devastadora.

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Como cada día Sofía esperaba pacientemente el correo, estaba devastada pero tenía la esperanza de recibir razón de Hugo.

Una sirvienta llegada del reino de  Belgrado comenzó a hablar con las demás haciendo que la princesa le prestará especial atención.

~Antes servía en el reino de Belgrado, pero mi familia se mudó a Encantia y el rey Carlos le pidió al rey Roland que me diera empleo ¡Gracias a eso estoy aquí!

~¡Eso es maravilloso Lynn!, nosotras te ayudaremos en lo que necesites. Contestó Violet dándole la mano.

~¿Es el reino donde viajo el príncipe Hugo? Interrumpió otra.

~¿Aquel príncipe maravilloso con unas sonrisa encantadora y unos ojos brillantes? ¡Sí! Él y su familia se encuentran hospedados en el castillo. Si la princesa Brillet no se encontrará comprometida con él correría inmediatamente a sus brazos. Comentó Lynn tapándose la boca.

Sofía quiso lanzar un grito, pero intento callar para no ser descubierta.

~No puede ser ¿Estás segura de que hablamos de la misma persona? El príncipe Hugo de Albuquerque se casará con la princesa Sofia.

~¿La niña que estaba esperando el correo? Intervino Lynn.

~Si, hace dos años se pactó su compromiso y el siguiente año ¡por fin lo celebrarán!

~¡No lo puedo creer! Ella parece se tan poca cosa... El príncipe se merece algo mejor, en este caso apoyo más a la princesa Brillet, aunque tampoco me agrada.

~Sofia es una señorita hermosa y gentil, yo la quiero mucho; a ti no te agrada porque quieres estar en brazos del príncipe, lamentablemente eso jamás pasará. Intervino Violet molesta.

Sofía camino de puntitas antes de que las mujeres salieran de la habitación.

La princesa corrió lo más rápido que pudo, ¡necesitaba escapar!, si tuviera la oportunidad volaría hasta Belgrado para hablar con Hugo. Pero le era imposible, eran muchas horas de viaje.

Sofía siguió corriendo hasta que se encontró en el pueblo, tenía años que no lo visitaba y las cosas parecían ser distintas, la vieja escuela en donde asistía ahora era más grande y lujosa. Su padre se había encargado de reconstruirla para darle una mayor calidad de educación a los niños.

Mientras vagaba entre los solitarios callejones se encontró con algunos campesinos, que si bien, ya habían olvidado el inconveniente de años atrás aún no la reconocían como la princesa del país.
Uno de ellos se acercó hasta Sofía con una mirada llena de odio y la princesa no pudo hacer más que correr, lamentablemente sus zapatillas eran muy incómodas.

Cuando el hombre estaba apunto de alcanzarla un joven alzó la voz.

~Ismael, deja a la chica, por lo que veo no tiene dinero consigo.

~Pero viste ropas muy finas, podríamos venderlas a muy buen precio.

~No, es una imitación de seda, mejor vete a otra parte, sonrió haciendo que el hombre se retirará.

Sofía seguía temblando en el suelo. El joven se dió la vuelta y le ofreció su mano. La princesa lo miró con terror pero se tranquilizó al ver su sonrisa.

~No debiste venir aquí, esta parte del pueblo es la más pobre y por consiguiente la más peligrosa.

~Me perdí, hace tanto que no visitó el pueblo.

~No te preocupes Sofía, me alegra volver a verte.

~¿Me conoces? Contestó con nerviosismo.

~Eres la princesa de Encantia, todos te conocen, además estudiamos juntos en Dunwiddie, soy Edward.

~¡No puede ser! ¡Qué gusto! Hace años que no se de ti.

~Si, desde que te fuiste...pero yo sé todo sobre ti Sofía.

~Espero que sean cosas buenas. Se sonrojo bajando la mirada.

~Sé cosas buenas y malas, pero yo no presto atención a lo malo. ¡Acompáñame a mi casa! Hay algo que debo mostrarte.

Enseguida el joven tomó su mano y caminaron juntos hasta su humilde morada.

~¿Esta es tu casa?

~Si, no es tan linda como el castillo, pero es acogedora.

~Me gusta, siento que puedo descansar en ella sin la presión de que alguien esté pendiente de mi todo el tiempo.

~Cuando te fuiste quería entregarte esto, lamentablemente después de ello me fue difícil contactar contigo, por desgracia Ruby y Jade no me ayudaron, dijeron que estabas muy ocupada y que no podrías atenderme.

~Lo siento Edward, eso era cierto, pero periódicamente hacia visitas al pueblo.

~Lo sé, pero al verte con ese fino vestido y modales refinados creí que mi regalo era muy sencillo, eso hizo que me llenara de pánico y huyera.

~¡Muéstrame tu regalo!, estoy segura que me encantará.

El joven se acercó hasta un viejo baúl donde saco una hermosa bola de cristal con pequeños destellos dentro y un bello conejo de vidrio pulido.

Sofia se quedó maravillada observando aquel fantástico regalo.

~Agitalo. Habló observándola con felicidad.

Sofía comenzó a agitarlo y los destellos se mezclaron haciendo que el conejo reflejará millones de colores en él.

~¡Es maravillosa! Te lo agradezco tanto, jamás había recibido un regalo tan original.

~Me alegra que te gustará.

~Debo volver al castillo, está anocheciendo y mi familia se preocupara por mi.

~Te acompañaré Sofía, es solo para asegurarme de que llegues a salvo.

Sofía y Edward caminaron por los solitarios callejones hasta llegar al centro del pueblo.

Antes de que la joven cruzará las rejas del castillo, Edward tomó su mano con tristeza.

~Sofia... ¿Te casarás el próximo año?

La princesa se sorprendió y asintió con la cabeza.

~Espero volver a verte algún día y te deseo mucha felicidad.

~Puedes venir a verme cuando quieras, te agradezco mucho por cuidar de mi.

El joven se sonrojo y emprendió su camino. Sofía entró rápidamente a la habitación y observó desde la ventana.
Habia puesto la bola de cristal sobre el tocador, era tan hermosa que no podía dejar de mirarla. Una sensación extraña se posó en su ser y decidió darle la vuelta, encontrándose con una frase gravada en la base de madera.

“Para la niña más linda que he conocido y mi primer amor"
Edward y Sofía por siempre.

Sofía se sonrojo y nuevamente dejo el regalo sobre el tocador. Habia hablado muy pocas veces con Edward, pero le parecía una persona sumamente agradable, quizás se sintió atraída por él, pero nunca lo acepto ya que tenía solamente 7 años.

Entre el amor y la amistad (Amor de niños). (Sofia y Hugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora