El baile de Sofia

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Cuando Hugo volvió al castillo notó que Jade encontraba esperandolo justo frente a la puerta. Su ceño permanecía fruncido y sus nervios al máximo, daba la impresión de ser una esposa desesperada.

~¿Dónde estabas? Habló sin decir otra cosa.

~Estaba con Sofía. Contestó intentando no ahondar más en el tema.

Los colores se subieron a la cara de Jade y Hugo logro notar su molestia.

~¿Sabes Jade?, Sofía nos invitó a su fiesta de cumpleaños, es este domingo y está ansiosa por verte, seguramente va a anunciar su compromiso.

~¿Sofia está comprometida?, Alzó la voz con un brillo en sus ojos.

~No lo sabremos hasta el domingo. Contestó sin dejar de analizar cada gesto de la azabache.

Jade se durmió feliz imaginando qué chico podría casarse con Sofía. Quizás Sir Vaughn, el príncipe Desmond ¡O incluso Axel podría ser el afortunado!

A la mañana siguiente su padre insistió en verla nuevamente, la joven quería negarse pero el rey Garrick lo hizo pasar con gusto.

~Tu madre y yo decidimos que ¡Debes volver a casa! Exigió en tono autoritario haciendo que Jade rechinara los dientes.

~¡Te dije que no lo haré!

~Pensé que dirías eso. Si tú no lo haces te pondré en evidencia frente al rey y el pueblo, llamaremos a los mejores médicos y se darán cuenta de que tú enfermedad es solamente un chantaje ¡No puedes mantener tu mentira por más tiempo! El médico que te atendió me confesó que le entregaste la pulsera de oro que te regalo Sofía a cambio de su silencio.

~No papá, tú no puedes hacerme eso. Gritó desesperada.

~Te doy hasta la fiesta de cumpleaños de Sofía, si para ese día no has decidido volver a casa yo mismo se lo diré al rey.

Jade no tenía otra opción más que acceder, pero antes jugaría un poco más.

El médico que atendía a Jade había pedido una audiencia con la princesa Sofia. La joven se asombro y a la vez preocupó por el bienestar de su amiga.

~¿Jade está bien? Preguntó angustiada

~Muy bien diría yo, quiero pedirle una disculpa a usted y a su familia por mí falta de ética.

~Usted no ha hecho nada. Sonrió de manera reconfortante.

~Claro que si. Contestó extendiendo una linda pulsera de oro

~¿La robo?

~¡Jamás princesa! Pero si hice algo despreciable, la señorita Jade me la entregó a cambio de que yo mintiera sobre su enfermedad. No soporto más este engaño por eso decidí hablar con el padre de la joven y con usted.

~¿Cómo pudo hacerlo? Contestó en shock. ~Hugo debe saberlo.

~ No puede decirle princesa, se lo prometí al padre de Jade.

~Le agradezco por ser honesto conmigo, un error lo comete cualquiera, no diré nada, pero intentaré salvar a Hugo.

El doctor le hizo una reverencia y Sofía se quedó pensativa.

La mañana de la fiesta Hugo estaba más emocionado que nunca. Al salir de su habitación lucía realmente guapo con su traje perfectamente arreglado.

Jade se acercó hasta él y desato el listón de su moño.

~Esta mal amarrado, deja que lo haga yo.

La joven se paró de puntitas hasta quedar a su altura y con movimientos lentos comenzó a atar el moño provocando que Hugo tragara una gran cantidad de saliva.
Cuando estuvo listo comenzó a subir la mano hasta tocar sus labios. Hugo se hizo a un lado cuando sintió que Jade se aproximaba a ellos.

~Debemos irnos. Habló con firmeza.

Axel lo observó de pies a cabeza intentando esconder la envidia que le daba lo guapo que se veía su hermano.

Sofía se encontraba en su habitación peinando su cabello, su vestido era color celeste con terminaciones doradas. Sus cabellos estaban perfectamente rizados y por única ocasión su madre había permitido que se hiciera un maquillaje sencillo.
Estaba lista para recibir a sus invitados. Su padre tocó a la puerta y se sorprendió al ver lo hermosa que lucía su hija.

~Estoy muy orgulloso de ti Sofía, ¡Nunca lo olvides! y sin importar lo mucho que pueda cambiar este día tu vida, quiero que recuerdes que siempre serás mi niña.

~Te lo agradezco papá...

Las trompetas sonaron y las puertas fueron abiertas mostrando a la bella princesa.
Hugo se sonrojo al verla al igual que muchos de los asistentes.

Roland abrió el baile con ella para después entregarla a su hermano James, todos observaban con felicidad a la familia real.

Apenas terminó el vals Amber y Miranda caminaron hasta ella para besarla y desearle un feliz cumpleaños.
Sin importar nada, los jóvenes solteros rodearon a Sofía pidiendo un baile con ella, pero su vista no dejaba de seguir a Hugo.
El príncipe la veía con una de sus conocidas sonrisas coquetas y ella se sentía soñar mientras lo observaba.

Entre los jóvenes se encontraban Desmond, que aún no había perdido la esperanza de pretender a Sofía, Axel y por supuesto el caballero Vaughn.

Como si fuera un rey, Axel se hizo paso entre todos y tomó a Sofía por la cintura haciendo que está se tensara. Conforme la pieza avanzaba, el príncipe giraba alrededor del salón de forma delicada dando la impresión de deslizarse sin ninguna dificultad. Acercándose constantemente hasta Amber para hacerse notar.

La joven princesa no aguanto más y tomó a Desmond de la mano llevándolo hasta el centro de la pista. Axel la miró con molestia y Sofía entendió lo que ambos querían lograr.

El príncipe Desmond se mantenía estresado con cada movimiento de la rubia, parecía tan molesta que sentía que en cualquier momento explotaría.

Después de un rato Vaughn decidió que era su turno de bailar con Sofía, la princesa estaba muy cansada pero acepto por compromiso.

Amber y Axel se miraron con molestia y el príncipe caminó galantemente hasta ella.

~Veo que te cansaste de tu príncipe debilucho.

~Eso no es de tu incumbencia, Desmond fue por una bebida para mí.

~Me temo que tendrá que esperar, esta noche bailaras solamente conmigo.

~No lo haré, ¿No pedirás la mano de mi hermana?

~Es probable, más tarde lo haré. Contestó sonriendo de forma burlona.

~Bueno, tengo otros planes así que busca a alguna de las niñas que te persiguen. La rubia abrió su abanico y  tocó el hombro del príncipe rubio haciendo que este se alterara.

~Amber... ¿Qué te pasa? Actúas muy raro conmigo.

~Desmond... Debes seguirme la corriente, por favor.

~Oh no seré parte de tu juego. Negó dando unos pasos en retroceso.

~Se bueno conmigo prometo compensarte, te daré lo que tú quieras. La rubia hizo unos ojos de ternura y Desmond no pudo negarse.

~¡Tu ganas! Pero solo por esta noche.

~Gracias, eres el mejor. Gritó dándole un gran abrazo que no escapó de los ojos de Axel.

Sofía seguía bailando con Vaughn, mientras Jade permanecía al lado de Hugo ¡Definitivamente esa noche sería la mejor de su vida!, no podía irse sin antes hacer una última maldad.

Entre el amor y la amistad (Amor de niños). (Sofia y Hugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora