Entre el amor y la amistad (Amor de niños). (Sofia y Hugo)

Sofia lo descubre

Calista apareció en el hombro de Sofía. La princesa se sorprendió al ver que era del tamaño de su dedo meñique.

~Sal al balcón Sofía, debo hablarte. Le susurró al oido.

La princesa obedeció y se disculpó con Vaughn diciendo que necesitaba respirar aire fresco.

Hugo lo notó e intentó seguirla pero debía deshacerse de Jade primero.

~¿Qué pasa Calista?

~Sofia, quiero que seas feliz, piensa en ti por una vez, no todo es lo que parece y no todas las personas son buenas ¡Salva tu futuro!

~¿A qué te refieres?

~No puedo decirlo... Pero se perceptiva y descubre el engaño que gira en torno a tu vida y a la de tu verdadero amor.

Sofía se quedo pensando por unos instantes y en ese momento llegaron a su mente todas aquellas acciones de Jade.

Hugo entró en el balcón y Calista desapareció.

~Que bueno que pudiste venir Hugo. Sonrió con felicidad.

~No me lo perdería.

El príncipe caminó hasta ella provocando que sus mejillas se enrojecieran.

~¿Qué ocurre? Contestó de forma nerviosa.

~Estuve pensando en ésto toda la semana... no puedo vivir sin ti Sofía y antes de que alguien te lo proponga quiero hacerlo yo. Conviértete en mi prometida. La boda no será de inmediato, no al menos hasta que seamos mayores.

Sofía apretó los labios desviando la mirada. Estaba apunto de negarse cuando recordó las palabras de Calista e inmediatamente tomó la decisión más importante de su vida.

~¡Claro que acepto Hugo!, ya es momento de ponerle fin a todo esto. Te amo más que a nada el mundo, has sido mi compañero tanto tiempo que creo que ya no puedo estar alejada de ti.

Hugo la sostuvo entre sus brazos y finalmente ocurrió el tan ansiado primer beso.
Al separarse se quedaron mirando por unos segundos para después retomar el beso.

En ese momento se escuchó que alguien llamaba al príncipe y Hugo le dió una última mirada de felicidad.

~Espérame aquí, seguramente es mi padre, hablaremos con el rey Roland y daremos la noticia al final de la noche.

~No tardes mucho, quiero estar a tu lado.

Apenas salió del balcón se desató un fuerte viento a su alrededor haciendo que Sofía se cubriera la cara. Al lograr enfocar la vista observó a Jade parada al fondo de la puerta.

~Jade, quiero hablar contigo.

~Que casualidad Sofía, te buscaba para lo mismo. Contestó en un tono cortante.

~Bueno, tú primero. Sonrió observando la mirada perdida de la azabache.

~ Vi lo que pasó hace un momento entre Hugo y tú, me molestan las mentiras, que las personas no den la cara. Creí que éramos amigas lo que evidentemente no es asi, tu debiste de haber respetado... Sabias lo mucho que amaba a Hugo y aún así... Te quedaste con él. Con esto ya me quedó claro que ¡Nunca! Debí haber confiado en ti ¡Ojalá jamás te hubiera conocido!

~Jade... Yo...

~De una vez te exijo que no me vuelvas a buscar o hablar, ni nada, ya tengo suficiente con lo que acabas de hacer y todo lo que ha ocasionado eso.
Mi salud ha sido delicada, ¿Y sabes por qué corro peligro de morir? Es por ti, por todo lo que has hecho. Así que por mi bien es mejor que te alejes de mi vida.

~Jade... Por favor, déjame explicarte... Yo... Nunca quise lastimarte.

~No digas más Sofía, actuaste por la espalda, sentir algo por Hugo no fue algo que yo escogiera pero siempre me importó más tu amistad. No me importa él, me importa que éramos amigas. Me dijiste mentiras nunca te creí cómo se dió todo.

~Sabes Jade... Acabas de demostrarme la clase de persona que eres. Si las cosas se hubieran tornado distintas yo jamás te hubiera encarado, al contrario, desde el dolor de mi corazón hubiera desplegado una sonrisa y te hubiera apoyado en todo momento, porque yo si soy una verdadera amiga, tus sentimientos siempre estarían por encima de los míos. En cambio ¿Cuándo tú querías estar a su lado te importaron mis sentimientos? ¡Claro que no!

~Tan me importaba tu amistad que te apoye siempre. Cúlpame si quieres, hazme responsable de todo lo que quieras. Siempre te dije las cosas como eran, pero tú nunca fuiste sincera

~Hablas de sinceridad cuando yo sé que has estado manipulando a Hugo ¡Nunca has estado enferma! y me duele todo lo que has hecho.
De todas formas yo no estoy enojada contigo y si alguna vez necesitas algo sabes que tienes una amiga en mi.

~¡No te vuelvas a acercar a mi Sofía! No sabes cómo te odio y deseo que tu matrimonio este lleno de desgracia y dolor.

~Tú ya diste el ultimátum, esto es lo último que hablaré contigo, yo no voy a pelear por nada, espero que tengas todos los éxitos posibles en tu vida y te deseo lo mejor, a mí sí me dió gusto conocerte y ser tu amiga. No me arrepiento de haber pasado esos hermosos momentos a tu lado, me pone triste que algo asi haya terminado nuestra amistad pero, ¿Qué puedo hacer? Hasta luego y mucha suerte en tu vida. Habló caminado de frente dejando a Jade en el balcón.

Apenas entró al castillo todos le dieron un fuerte aplauso y Hugo corrió a su encuentro.

El rey Roland pidió silencio para dar un anuncio.

~Quiero comunicarles algo que me llena de gran felicidad. La princesa Sofia ha aceptado ser pretendida por el galante y educado príncipe Hugo.

Jade salió rápidamente del castillo. Sofía se sentía terrible por ella, pero no podía permitir que siguiera arruinando la vida de Hugo.

~¡Felicidades! Se escuchaba por todas partes sin que la princesa pudiera corresponder a la alegría.

El caballero Vaughn se paró frente a ella con una mirada fría y llena de dolor.
Sofía se sintió terrible por todos los problemas que le traían su compromiso.

~Espero que él te sepa valorar y jamás te haga sufrir. Ni siquiera quisiste darme la oportunidad y no tuviste la decencia de contarmelo, está fue la peor forma en la que pude haberme enterado.

~Lo siento mucho... Apenas acepte su propuesta.

~¡No me importa Sofía! Y no creas que me rendí. Habló dando media vuelta.

Axel se encontraba recargado contra la pared mientras sus manos sostenían pequeños mechones de su cabello. Había sido un shock total para él. Hugo había actuado tan sigilosamente que ni siquiera se lo había esperado.

Amber caminó de forma notoria frente a él y éste la miró con resentimiento.

~¿Vienes a burlarte de mi?

~Al contrario. Se lo que se siente ser rechazado.

~Te trate muy mal ¿No es así?

~La verdad si, pero no te guardo rencor.

~¿Y si lo intentamos? He visto que maduraste, no te puedo asegurar que esto dure toda la vida, pero podríamos intentar. Exclamó observando como los ojos de la rubia se ensanchaban.

~Yo...