Capítulo 36.- No sé que haría sin ti.

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Domingo, 21 de julio.

Me encontré con la calidez de un abrazo de los brazos de Gus justo en el momento que me vio llegar al parque.

- Me alegra verte de nuevo -salude.

- También te extrañaba -respondió con una gran sonrisa- ¡Woah! Has crecido tanto desde la última vez que te vi.

- Los meses no pasan en vano -le dije con sarcasmo-. ¿Donde te has metido? Admito que me ha sorprendido mucho tu llamada. -dije curiosa.

Este chico se pierde y aparece cuando menos me lo espero.

- La escuela, la Universidad -mencionó muy entusiasmado y me llevo de la mano a una banca.

-¿Sabes? ¡Todo eso es una locura! son demasiadas cosas que debo de arreglar antes de entrar.

- Oh, sí. -dije mordiendo mi labio inferior algo incomoda, esos eran mis planes antes de quedar embarazada: ir a la Universidad.

- ¿Y qué hay de ti? ¿Qué ha pasado durante todo este tiempo? -preguntó interesado con esa peculiar sonrisa que pareciera nunca irse de su rostro.

- Aparte de engordar como una ballena -comenté suspirando, haciendo un rencuentro de todos y cada uno de los momentos, estos últimos meses.

Rió divertido y dejo posar su mano sobre la mía.

- ¿Mario te ha tratado bien o debo ir a patear su trasero? -negué con la cabeza y le mostré una de mis mejores sonrisas.

- Ha sido la persona más cariñosa y atenta del mundo, me cuida, sabe consentirme y se la pasa hablando con Kimberly, le dice lo mucho que la ama y lo ansioso que está por ver a su princesita. -inhale y exhale aire lentamente, hable muy rápido y me fatigaba fácilmente. Gus acaricio mi mano y sonrió por verme tan feliz.

- ¡Todo eso suena a que el será un buen padre! -comentó.

- Sí.... hasta ayer -dije en un ultimo suspiro,frunciendo el ceño.

- Oh, no. No me gusta cuando haces esa cara ¿Algo anda mal? -desvié mi mirada perdiéndola por los hermosos pastos y arboles de allí.

- ¿Crees que es egoísta de mi parte sino dejo que Mario cumpla su sueño de jugar fútbol en un equipo de verdad? -pregunté repentinamente.

- ¿Ah? No entiendo nada -dijo Gus con sinceridad- ¿De qué me perdí?

- Le han ofrecido un lugar para jugar, en un equipo "importante" del país, él está muy entusiasmado por la idea, pero yo estoy aterrada.Ha sido su sueño desde que usaba pañales, según me ha contado. Tuvimos una pequeña discusión pero no dejamos nada claro -le explicaba a Gus, mientras él atento me escuchaba-. No quiero que el se separe de mi lado, como hoy y ayer, que tuvo que ir a entrenar. Tú que todo lo sabes, dime ¿Estoy siendo muy egoísta de mi parte? ¿O me tengo que hacer a la idea de que Kimberly tenga como padre a alguien que apenas lo verá? -suspiré frustrada.

- _______. -me llamó Gus-. Hablas como si ya fuera un hecho, tranquilízate.

- Él hablaba muy seguro. -dije apretando los labios.

- Mario podrá ser un tonto que se deja deslumbrar por cosas como eso, pero no creo que sea capaz de fallarte de esa manera, el tiene una fuerte responsabilidad contigo y su hija. -dijo Gus con un tono de voz que me tranquilizaba-. Seguro para mañana olvida esa idea.

Mordí mi labio inferior y le asentí a Gus con la cabeza. Él sonrió y se acerco a besar mi vientre, sonreí cuando lo hizo. Pero mi mente divagaba en mis pensamientos perdiéndose en ellos, hasta que recordé la cena de esta noche.

'Beautiful Mistake' - Mario Bautista & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora