'Beautiful Mistake' - Mario Bautista & Tú

Capítulo 43.- Me voy, adiós.

Actualidad.

Versión de Mario;

Estaba muriendo por dentro, era difícil de explicar lo que estoy sintiendo. Es una mezcla de angustia, rabia y celos.

¡La estoy perdiendo!... Ya la has perdido, Mario. Me repetía eso en mi mente, jamás la escuche hablar tan enserio hasta cuando de su boca sollozó un "Adiós"

Ahora, había algo que arreglar antes. Fui a casa de Fred, pero no estaba. Según su madre había venido y salido sin dar una explicación. Yo tenía que encontrarle, a mí si tenía que explicar tantas cosas.

Las calles de Mexico nunca me parecieron tan oscuras y tenebrosas como hoy. No debería de estar lejos de aquí, seguro todavía vagaba por estas calles. Allí fue cuando lo vi con un grupo de amigos, desconocidos para mí, no eran de nuestras amistades en común. Estaba tan jodidamente enojado que no me importaba los que lo rodeaban, apreté mis puños y camine hacia él. Lo tome del cuello de la camisa empujándolo contra el cofre un auto.

- ¡¿Cómo pudiste imbécil?! -le grité tan fuerte que podría a verlo dejado sordo- ¡Idiota mal parido! ¡La violaste! -este sólo rió burlón en mi cara.

- ¿Eso fue lo que te dijo? -preguntó soltando una carcajada. Luego su risa acabo cuando mi puño golpeó su mandíbula haciéndole girar su rostro y perder el equilibrio.

- Eres un cobarde, un mal nacido... ¡Debería matarte! -gruñí y luego el me golpeo fuertemente en el estomago dejándome sin aire. Todos sus acompañantes rápido nos rodearon para golpearme también. Fred les hizo una seña para que nos dejaran arreglar esto solo nosotros dos.

- ¡No vuelvas a tocarme! -amenazó y pude incorporarme para soltarle otro golpe a la cara, el cual esquivo tomándome del brazo- ¡¿Qué se siente Bautista?! ¿Qué se siente saber que la hice sentir más mujer que tú? -preguntó escupiendo sangre por su boca. Mi puño se aflojo y apreté los dientes, sus palabras me estaban afectando más de lo que pensé- ¿Duele, verdad? ¿Duele perder a la chica que más quieres, no? -murmuró y soltó una risita sínica- ¡¿te duele saber que has perdido?!

- ¡Tú qué sabes de eso idiota! ¿Qué puedes saber tú de amor? -me solté de su agarre y para soltarle otro golpe. Lo tiré al suelo y yo sobre él,golpeándolo varias veces en la cara, mientras sentía como lagrimas llenas de furia amenazaban con salir de mis ojos.

- Disfruto tanto tu dolor... cómo no tienes idea - mencionó riéndose a carcajadas como un enfermo mental- Que me golpes no hará que ________ regrese a tú lado ¡La perdiste Mario! ¡No supiste ser suficiente hombre para alguien como ella, por eso me busco a mí! –Volvió a reír

- ¡Cállate! -le grité, sintiéndome impotente- ¡Sólo dices eso para molestarme y hacerme enojar más, ella jamás te preferiría a ti!

- ¿Entonces qué haces aquí?.... ¿por qué no vas y la buscas y dejas que ella misma te diga la verdad? -preguntó retándome. Apreté mis labios con fuerza sintiéndome incapaz de responderle y con mi respiración agitada- Como lo pensé. Já. No tienes los suficientes pantalones, acéptalo. Ella se ha cansado de ti...

Toda mi rabia, todo lo que contenía ahí había quedado... ¿y si él tenía razón? ¿y si yo nunca fui lo suficiente para ella? ¿y si ella perdió el interés en mi? Me fui, me fui de allí, como un cobarde, sintiéndome indefenso, vulnerable e idiota. Muy idiota.

(...)

Tú versión;

Los últimos días de esta semana pasaron rápido, mi madre arreglo todo para que este mismo fin de semana, regresáramos a New York. Era como una lenta y dolorosa agonía, sin verle. No había venido a buscarme, ni siquiera arrepentirse de lo que dijo o preguntarse si Kimberly estaba bien, ella es su hija. No sé como pudo dudarlo. Decidí callar lo ocurrido con Fred, no tenía caso darle rodeos, esa fue la ultima ve que le vi…