Capitulo 38.- Be mine tonight.

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- ¡Hermano, felicidades! -mencionó Mau acercándose a Mario, mientras salíamos por el pasillo a la sala de espera. Estaba en silla de ruedas con Kim en mis brazos, me habían dado el alta al después de unas largas horas, todo estaba perfecto. Anto se acerco también a mí,acariciando la mejilla de Kimberly.

- Estoy seguro que serás una gran madre -dijo Gus, tomándome de mi mano derecha y apretándola. Sonreí al verle y el también lo hizo con una gran sonrisa, mostrando esas marcas alrededor de los ojos al hacerlo.

- Ella es tan linda. -comentó Anto- ¡Muchas felicidades, amiga!

- Gracias -respondí, sin dejar de ver a mi pequeña.Dormidita en mi regazo, solo escuchaba sus respiraciones, era un angelito.

- Ojala sea igual a ti y no a su padre -bromeo Mau provocando que todos riéramos.

- ¡Oye! -replicó, Mario.

- No importa amor, aprendí a soportarte a ti, puedo con otra como tú -me encogí de hombros y lo acerque a mi lado tomando su mano.

- Trato de no ofenderme con eso -rió por lo bajo y besó mi frente.

Todo estaba siendo tan perfecto, todo parecía un sueño, algo que por mi mente nunca imagino, todo era mágico y felicidad. Si esto era un sueño, nunca quisiera despertar para nunca borrar esta sonrisa de mi rostro.

- Hola... -saludo el chico pelinegro que es tan misterioso como el color de sus ojos. Le mire y sonreí sincera- Me alegra que estés bien, te traje esto -dijo entregándome un pequeño regalo.

- Ow. Gracias, Fred no debiste -lo abrí y era un pequeño mameluco para Kim- ¡Me encanta!

- Que bueno que te guste, lo escogí yo mismo -se acerco y me abrazo con extremo cuidado, luego deposito en mi mejilla un cálido beso. Se separo y me sonrió de nuevo. Mario estaba parado atrás de mí y apretó suavemente mis hombros, para hacerse presente.

- Es hora de ir a casa -anunció mi madre tomando mis cosas. Asentí y todos caminamos a la salida del hospital.

(...)(...)

- Deberíamos de dividir el trabajo. Tú pañales y yo me encargare de los biberones y su ropita. -dijo, Mario dejándose caer en la cama agotado.

- Eso no es justo, Kimberly no usa mucho los biberones. -mencioné sentada en la mecedora dándole de comer de mi pecho. Al principio estaba muy nerviosa, nunca imagine hacer esto y dolía sentir unos pequeños mordiscos y apretones, pero luego de un mes me había acostumbrado.

- Bien entonces yo la bañare -dijo, levantándose y sentándose en la orilla de la cama frente a mí.

Guardo silencio sin dejar de verme, sentía su mirada sobre mi y Kimberly.

- ¿Que pasa? -pregunte curiosa, sin dejar de observar a Kim comer, era gracioso porque derramaba leche alrededor de su boca. Mario suspiró marcadamente.

- Debería de tomarte una foto en este momento.- le mire y él sonreía.

- Uno de mis senos está descubierto -dije y enarque una ceja graciosa.

- No es eso. Es que... te ves tan perfecta así, con Kimberly en brazos cuidando de ella, y ella sintiéndose protegida por ti.

- Hago lo mejor que puedo -me encogí de hombros y limpie con una toallita la boquita de Kim, que acabó de comer.

- ¿Termino de comer? -preguntó poniéndose de pie- Déjame sacarle el aire esta vez a mí. ¡Ven con papá, cosita linda! -dijo estirando sus brazos para tomarla.

- Esta bien -se la entregue acomodándola entre sus brazos y su pecho- Tómala con fuerza y sostén su cabecita, es un bebé no un balón - Mario asintió y sonreí victoriosa observándole hacer bien su trabajo- Aunque hagas esto no te salvaras de ayudarme con los pañales -bromeé y el ladeo su boca haciendo una mueca, luego escuchamos el eructo de Kim y ambos reímos.

'Beautiful Mistake' - Mario Bautista & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora