Capítulo 8.- Same mistakes.

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El rostro de Mario estaba tan cerca de mí. Su cálida respiración semezclaba con la mía, sus ojos tan hermosos penetraban mi mirada y esa impecable y retadora sonrisa. Lo tenía tan tentadoramente cerca, la última vez que lo tuve así fue aquella noche, pero esta vez era diferente, no había rastro de alcohol, ambos estamos consientes de lo que pasa. ¿Por qué hace esto? Si lo único que quiero es no volver a verle, quiero que éste zoológico que tengo como mariposas rabiosas en mi estomago, desaparezca.

El silencio podía delatarme, y entonces...

Y entonces hubo algo que interrumpió todo, La puerta sonó, con fuertes golpes sobre ella.

- ¡Yo voy! -esa fue Gloria, bajando las escaleras y caminando hacia la puerta- Es para ti, Beto –gritó segundos después. Eso, por instinto hizo que me alejara de él, me giré mostrándole la espalda y miré hacia cualquier otro lugar.

Puedo llegar a ser la mujer frágil frente a Mario, todo gracias a su intensa mirada.

- ¿Estás listo, amor? –Se escuchó el grito aturdidor de la rubia,Sthepanie, desde la puerta.

- ¡Un segundo! Ya voy –gritó también- Ésta plática queda pendiente –susurró refiriéndose a mí.

De repente estaba detrás e inclinado cerca de mi oído.

- No hay nada de qué hablar –me gire para tenerlo de nuevo de frente, y fingí no importarme- Anda ya vete. Tú novia te espera.

-pero ________.

- ¿Por qué tardas tanto, Mario? Ya me cansé de esperarte... –chilló Sthep, entrando a la cocina. Su ojos fueron directo a mí, era como si quisiera asesinarme, me daba risa, pero no reí, me dedique a mirarla dedique a mirarle de la misma manera. La odio. Y mucho- ¡¿Qué hace ésta aquí?!- ''Maldita. Ojalá Gloria no la hubiera dejado entrar'', pensé.

-Bien, me voy. Buenas noches Mario. Diviértete –le dije ignorando a Sthepanie. Juro que ella estaba echando humos por las orejas. Deje el vaso de jugo en la barra y salí de ahí.

Versión de Mario;

No pudo haber llegado en un peor momento. Justo cuando traté de descubrir que estaba escondiendo en sus ojos. Lo estaba por descubrir. Vi un destello de verdad y luego…se fue cuando Sthepanie entró.

- ¡Mario! –hizo berrinche,fulminándome con la mirada- Me podrías explicar.

- No tiene importancia –le dije y sacudí mi cabeza para salir de mis pensamientos. La tomé de la cintura acercándola a mis labios y la besé. Así olvidaría todo-Vamos, se hace tarde.

Tomé su mano derecha y ella ya no dijo nada más acerca de _______. Uf.

Nos hicimos camino hasta la puerta, con una salida triunfal, hasta que…

- Sí. Adiós. Gracias por despedirte –dijo mamá haciéndose la ofendida.

- Hmm. Casi lo olvido –solté de la mano a Sthepanie. Ella hizo unos muy obvios pucheros, pero los ignore. Me incline hacia mi madre para darle un beso en la mejilla. Tenía 18 años pero aun así mi mamá cree que tengo 10. Entre tantas cosas que nunca podré entender, esta la razón por la que mi madre y mi novia nunca se han llevado bien.

Ella no es descortés, pero es buena para fingir.

- Cuídate beto–susurró mamá, antes de darme una última sonrisa de despedida.

Tomé de nuevo la mano de mi novia y salimos a la cochera donde su carro estaba estacionado frente a la casa. Por una razón ella decidió que fuéramos en el suyo. Soltó mi mano y busco la llave.

'Beautiful Mistake' - Mario Bautista & TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora