capítulo 5

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El libro que me regalo Tae es uno de los mejores que he leído en mi vida! comencé a leerlo anoche y cuando me di cuenta se habían hecho las 6 de la mañana. Pero grande fue mi sorpresa al acabarlo y ver que tiene una continuación. Tenía que ir a comprarlo.

Me levanté dispuesto a ir a trabajar, pero recordé que Namjoon me había mandado un mensajes ayer en donde decía que me daba el día libre. Me sentía algo nervioso, es la quinta vez que me pasa esto en el trabajo.

Fui hacía la cocina, en donde la pila de platos sucios saltaba a la vista. Iba a buscar comida pero recordé que en esta casa nunca hay comida. Así que después de maldecir me dirigí hacía el cuarto de baño para poder pegarme una ducha. Después de unos 15 minutos me puse mi camisa de manga larga que era de color rojo y negro, unos pantalones rasgados y ajustados negros y mis botas.

Pase por el salón para buscar mis llaves, y como en toda la casa, este estaba totalmente echo un desastre. Habían cajas por todas partes, nunca estaba en casa por lo que no necesitaba gran cosas. Al darme la vuelta tropecé con una de las cajas, se volcó y escuche el ruido de plástico caer al suelo. Mi mirada fue hasta donde se habían caído aquellas cintas de DVD, me acerque extrañado y levanté una de ellas. Ponía mi nombre junto al numero 6. Observé la caja de la que había caído y decía Mamá. Apreté la cinta entre mis manos antes de dejarla caer, y así me fui hasta la puerta de entrada. Necesitaba salir de allí.

En cuanto puse en pie en la calle me fui directamente al café que estaba a dos manzanas, caminaba rápido muerto de hambre, intentando alejar aquel sentimiento que estaba dándose espacio en mi pecho nuevamente. No quiero estar mal... alguna vez deje de estarlo?

Iba tan metido en mis cosas que no me di cuenta que choque con alguien. Levante la vista con mal humor y dispuesto a gritarle a quien sea que me haya hecho tambalearme. Pero me quede callado al ver que era Tae. Vi como sonreía.

-Kookie!- dijo para luego abrazarme, yo solo me quede estático. Por alguna razón me relajaba cuando me abrazaba. Se separo y aun cojiendome de la cintura hablo muy cerca de mi rostro.- Justamente venía a por ti!- dijo sonriéndome.

- A por mi?- dije comenzando a separarme de a poco, el me soltó.

-Vamos a desayunar juntos.- dijo para luego agarrarme la mano y dirigirme a dios sabe donde.

-He! suéltame idiota, puedo caminar solo.- dije avergonzado al ver que todos nos miraban. El me soltó y se giro de repente.

-Lo siento! se me olvido que no te gusta que te toquen.- dijo desculpandose.

-No me molesta que me toques.- dije sin pensar. Mierda, había dicho eso en voz alta? no puede ser, porque dije eso!.- Osea, que me da igual en plan...- levante la vista y vi su sonrisa tan deslumbrante como siempre. Me quede mudo.

-Vamos?- dijo después de un rato, a lo que yo solo asentí. Que era lo que acababa de pasar.

Después de unos 5 minutos caminando en silencio, llegamos a la cafetería. Era de madera con ventanas de cristal. Entramos y el ambiente allí dentro era muy agradable. Fui hacía el asiento que Tae indico. Estaba en una esquina del local.

-Te gusta?- dijo mientras nos sentábamos. Yo solo asentí. Vino la camarera y pedimos lo que queríamos de desayuno.

-OH! también quiero comer cookies!- dijo entusiasmado a la camarera. Esta rió y yo por alguna razón la mire con asco. Por un momento me sonroje por lo que dijo Tae. Es un idiota. - Kookie, holaaaa...- dijo moviendo su mano en frente de mi rostro, al parecer estaba hablándome y yo no lo sabía.- Donde volaste?- dijo riendo suavemente. Porque cada vez que reía algo en mi se movía?.

-Que dijiste? no te escuche.- dije mientras vi que la chica venía con nuestro pedido.

-Que si te gusto el libro que te regale.- dijo sonriéndome mientras daba un sorbo a su café. El libro!

-Si!- dije mas entusiasmado de lo que en verdad quería parecer. Vi como su rostro pasaba de un rostro sonriente a uno emocionado.

-En serio?- dijo feliz, mientras acercaba mas su asiento al mio. No me molesto.

-Diría que es uno de los mejores libros que leí en mi vida.- dije tranquilamente esperando a ver que otra reacción pondría.

-Jajaja entiendo ese sentimiento.- dijo mirándome.- Me alegro que te haya gustado Kookie.- dijo mientras su mano lentamente se acercaba a mi cabello para así ser acariciado con suavidad. Me dedicaba una mirada llena de ternura. Tae no me juzgaba, al revés, por alguna razón parecía comprenderme mas de lo que lo hacía nadie mas. Nos conocemos desde hace dos días, y aun así, es con el único con el que siento que puedo relajarme sin ser juzgado. Era tan bonito aquel momento de paz, que me dieron ganas de llorar.- Kookie?... - dijo acercándose mas. Preocupado.- No llores Kookie.- dijo secándome una lagrima que se ve y había caído. No me di cuenta que lloraba, hace un año que no lo hacía. Tengo miedo.

Aparte la mano de Tae y me levanté de mi sitio corriendo. Hice lo que mejor se me daba.

Huí.

Corrí hasta llegar a casa y entre en esta dando un fuerte portazo. Comencé a hiperventilar, me caí al suelo agarrándome la cabeza con fuerza.

-Para!!!! Para!!!...- grité comenzando así a llorar. No quería que esto pasara, estaba bien siendo fuerte, porque tuvimos que conocernos?...

me levanté llorando y fui hasta el salón. Me senté en el sofá y vi la caja que había tirado en la mañana temprano. Me quede quieto mientras sentía mis lagrimas seguir cayendo. Me levanté y abrí la caja en la que se encontraba aquel DVD antiguo, lo enchufe a la televisión y coloque el caset en el que ponía mi nombre allí dentro. Me senté en el sofá esperando a que comenzara.

-Kook mira a la cámara! mira a la cámara mi vida.- escucho la voz de su madre salir de aquel reproductor, su vista no se movían de la pantalla.- Así es, muy bien Kook.- decía ella mientras veía como su hijo colocaba la estrella en la punta del árbol, siendo sostenido de su padre.- Muy bien hijo! mira que árbol mas hermoso, te gusta?- se oía a su madre decirle mientras lo grababa mas de cerca.

-Si!! es muy brillante!.- dijo mientras se acercaba a la cámara. Al parecer su padre agarro la cámara y comenzó a grabar el.

Su madre se acerco a Jungkook y lo sostuvo en brazos mientras miraban el árbol.

-Si es hermoso...- dijo su madre con aquella sonrisa tan tranquila.

Mis lagrimas caían y caían, hace tiempo que no veía a mamá.

Vio como la mujer besaba el cabello de su hijo y decía...

-Te quiero hijo.- dijo para abrazarlo después.

-Te quiero hijo... Te quiero hijo... Te quiero hijo...- retrocedí el vídeo tantas veces como me fueron posibles. Mi madre estaba tan viva y alegre, me amaba tanto... me acosté en el sofá mientras cerraba los ojos y seguía retrocediendo el vídeo. Lo hice hasta casi caer rendido.- Te quiero hijo...

- Te quiero mamá...- susurre antes de dormirme.

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