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-Hola, ¿con quién hablo? -me responde una voz femenina, y entonces se me cae el vaso de agua.-Ho... Hola, ¿está Tom? -qué obvio, llamo a su teléfono...
-Emmm, sí claro, pero ahora mismo esta ocupado -se ríe. ¿De qué se ríe esa bruja? -Espere -oigo que deja el móvil a un lado y oigo unos murmullo 'Muévete hacía aquí'. 'Espera, no tan rápido... ' ¿pero qué cojo...?
-¡¿Hola?! -grito al teléfono pero nadie responde y decido colgar. ¿Pero dónde demonios está y con quién está este idiota? Miro el móvil y decido apagarlo.
Cuando son las seis de la tarde yo ya estoy que me subo por las paredes. No he comido con Tom como le prometí, pero que se aguante. De echo no he comido ni yo. Sólo un zumo y unas galletas.
Cojo mi abrigo y recojo mis papeles de la mesa.
-¿Quieres venir a tomar algo? -Me giro y es Álvaro que me sonríe.
-No, no, gracias. Tengo que ir a casa... -le digo recogiendo mi bolso.
-¿Te espera alguien?
-Yo... no... -me pongo nerviosa al tener que darle tantas respuestas... -Yo no tengo pareja -le sonrío. Vaya mentira más cierta. -Lo siento, tengo que marcharme... -Me voy y lo dejo dentro.
Subo las escaleras como alma que lleva el diablo y abro la puerta. Por como está cerrada imagino que no ha llegado Tom, mejor. Así planeo algo para que sufra...
Son las nueve de la noche cuando oigo la puerta abrirse, yo estoy en el balcón corrigiendo unos papeles para entregar mañana. Tom me busca y me encuentra.
-Hola... parece que te gusta mucho esta parte de la casa... - me mira y sonríe.
-Sí, así puedo tirarme por el balcón si es necesario... -deja de sonreír y se sienta en la butaca de al lado.
-Al final no hemos ido a comer juntos... no tenía tu número y Marisa no quería dármelo... -se quita la corbata y la deja en la mesita.
-En realidad sí. -murmuro.
-¿Perdón? -me pregunta intrigado.
-Que en verdad. Sí. Tenías. Mi número. -me levanto y voy a la cocina, él me sigue. Dejo los papeles en la encimera y cojo un vaso para el agua.
-Si lo tuviera tu hubiese llamado, ¿no crees? -me dice mientras se quita la chaqueta. Dios. Así me desconcentra.
-¡Te he llamado! -me mira con el ceño fruncido. - Sí. ¡No me pongas esa cara! -le amenazo. -Me ha cogido el teléfono una chica cuando te he llamado. ¿Te gustaría que yo hiciera lo mismo?, ¿que cuando me llames coja el teléfono un chico?
-Tranquila Ela, eso tiene una explicación -se ríe. Se acerca a mi pero yo le empujo.
-No me toques. -le echo una mirada asesina. -¡Cuando te dije que podrías tener una aventura no sabía que ibas a ser tan rápido!
-¿Pero qué demonios dices? ¿estas celosa? -me mira.- Yo no estoy con nadie, joder. Estoy contigo. Pero nadie más.
-Sí. ¡Sí, estoy celosa. No me gusta que me digas cosas y luego me lleves a la cama para que después me entere de que estás con otra!.
-¡Te estoy diciendo que no estoy con nadie Estela, era la costurera para el traje de la boda, joder!, ¡Yo sólo te quiero a ti! -Le miro sin saber qué decir y él me mira con la respiración agitada, se pasa la mano por la sien. -Mira yo... Voy a ducharme. -le dejo irse y yo me quedo en la cocina con el vaso de agua en la mano.
Después de varios minutos procesando la información de la costurera y que solo me quiere a mi decido dormir en la otra habitación. Me siento estúpida por la reacción que he tenido y no pedirle explicaciones. Creo que no merece que me porte así con él. No merezco la pena si a la primera de cambio dudo de su fidelidad y me pongo nerviosa. Pero espera... hablo como si fuéramos una pareja... ¿ya somos una pareja aunque intentamos fingir serla?...
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Destino
RomansaEl destino es el culpable de muchas cosas. Pero también es el mejor para otras. En esta historia el destino le juega una mala pasada a Estela. Su voz interior le advierte de que se enamore, que se case... pero ella ni quiere ni puede, ya que su vid...