Disfraces para Halloween

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Nuria's POV
Estábamos volviendo del Torneo en el coche de Mario. Julia a su lado como buena hermana y los demás intentando no pegarnos en la parte de atrás, cuando de repente a Julia se le viene una idea.
- ¡ Tenemos que hacer una fiesta para Halloween ! - exclama - ¡ Venga, que queda solo una semana !
Aparto la cara del mujeriego con un manotazo y asiento en un chillido. Los chicos asienten a su vez con ganas de fiesta. Ya ni nos dirigimos a casa, vamos directos a una tienda de disfraces.

- ¡ A ver señores ! ¡ Cada uno su disfraz ! ¡ Quiero lo mejor entre lo mejor ! ¡ Que empiece la búsqueda del tesoro ! - Grita Julia al entrar en la tienda.

Cada uno nos vamos de una punta a otra. Julia y yo decidimos encontrar un disfraz a juego. Tras mucho buscar parece que atinamos con el deseado.

Éramos unas hadas góticas.

El disfraz de Julia llevaba un rojo de tirantes, guantes hasta el codo de rejilla, un tutú negro, medias de rejilla y unas botas altas de lazo negras. El mío era una camiseta compuesta por un corset de estampado de rosas rojas y negras y una seda azul eléctrico de escote barco con los hombros al descubierto. Una falda de tela del mismo color de la seda, más corta por delante ya que por detrás cae la cola. El interior de la falda es rojo, medias de rejilla y las mismas botas que mi amiga.

Las dos nos vamos a los probadores. Yo me voy a uno que se encuentra al final , y... el pestillo está roto. Genial.

Empecé a desnudarme quedándome en ropa interior y cogí el corset intentando averiguar cómo ponérmelo. Me agacho para mirarlo como si fuera un experimento de laboratorio que hubiera salido mal. Frustrada con mi poca paciencia, grité buscando la ayuda de Julia.

- ¡ Julia ! ¡ Ven ! ¡ Ayúdame a ponerme esta mierda ! 

- Mejor te ayudo yo ¿no? - Me dijo Mario a la espalda.

Chillé asustada y me tapé con el corset. En verdad me estaba viendo todas las bragas pero la ropa no daba para más.

- ¡ Veté de aquí ! - Grité espantada.

- ¿ Por qué ? ¿ No necesitabas ayuda ? - Me "recordó".

- Sí, pero no tuya, gracias. Sal.

- No - Dijo empujándome contra el espejo del probador.

- Está bien, pero estate quieto. - Dije apartándolo de mi.

Cogí las medias de rejilla y me las puse. Agarré de nuevo el maldito corset. Me pasé las mangas de seda por los brazos y eché los broches hacia atrás para que Mario los ajustara. Y lo hizo. Pasándome la mano muy suavemente por la espalda provocándome escalofríos. Me subí la falda y vi como había quedado el disfraz.

- Perfecta- Me alagó Mario.

Yo bajé la cabeza azorada por ese peculiar comentario en él.

- Voy a buscar a Julia. - Indiqué, pero el intruso no me dejaba pasar.- Mario, quítate del medio.

- No hasta que me devuelvas algo que me debes.

- ¿ Te debo dinero?- Pregunté confusa.

- No, me debes un beso.

Bajé la cabeza y subí una ceja inquisitiva. ¿Perdona?

- ¿Perdona? ¿De qué, si puede saberse?

- De hace tiempo. Regla nº 1 princesa: " pienso devolverte todo lo que hagas". - Me explicó acercando su cara todavía más a la mía.

- Ya... va a ser qu...- Va a ser que sí, porque me agarró con fuerza la cara para besarme.

Si os soy sincera, no puedo aguantar los besos de Mario, son bastante intensos. Me dio la vuelta y me empujó contra la puerta del probador. Su lengua exploraba mi boca y sus manos mi cuerpo, subiéndome la falda.

Me di cuenta que esto estaba mal y nos iban a pillar, así que intenté alejarlo de mí.

- Mario, Mario de verdad. No puedo hacer esto. Ya tienes tu beso ¿contento?-Dije en un repentino y extraño enfado saliendo del probador.

Esta casa se viene abajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora