Maquillaje terrorífco 1

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Hector's POV

- Muy bien chicos, ahora que las tías se han ido, tenemos que vengarnos de ellas en Halloween.- Dije entusiasmado.

- Por una vez estoy de acuerdo contigo.- Me comentó el Cordobés.

- Si se creen estas dos que vamos a decorar en serio la casa mientras ellas estaban fuera, están muy mal.- Contestó el mujeriego.

- ¿Cómo nos vengamos?.- Preguntó Mario.

- Bien, este es el plan:

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Los preparativos para la fiesta estaban practicamente listos. Ahora solo quedábamos nosotros. Julia entró en mi cuarto después de maquillar al Cordobés, que iba a ir de cura. A mi me iba a maquillar de esqueleto. Ella ya iba preparada, con un corsé rojo que resaltaba ciertos atributos. No me creo ni si quiera que esté pensando en eso. Se acercó a mi con una sonrisa y un maletín más grande que ella. lo abrió y había 1001 cosas que no entendía.

- ¿Preparado?- Me preguntó emocionada. Yo me encogí de hombros como respuesta, provocando un reproche en su rostro.

Me indicó que me sentara en el taburete de mi cuarto, mientras ella se acercaba con un lápiz a mi cara. Me cogió las rodillas y me las separó para llegar mejor a mi. ¿ Cómo se puede ser tan enana? Durante un buen rato se dedicó a llenar mi cara de extraños mejunjes. De repente sentí algo tocar mi ojo y me quejé.

- ¡Joder ten cuidado!

- ¡ Lo siento! ¡No veo lo que estoy haciendo por tu culpa!

- ¡Pues acercate! - Dije y la cogí de las caderas atrayéndola a mi.

La situación se volvió tensa en un abrir y cerrar de ojos. Su cuerpo estaba a pocos centímetros de mi entrepierna.

- Levanta la cabeza.- Me susurró ella sujetándome la barbilla. Pasó más pintura por mi cuello, provocándome escalofríos con el pincel.

Harto ya de tanta tontería bajé la cabeza y ella se sobresaltó debida a la poca distancia que nos separaba.

- ¡Mierda! ¡Idiota, deja de moverte! Has hecho que te pinte en la boca.- Dijo mosqueada.

Pasó un dedo por la línea de mi labio inferior. Yo la miraba fijamente, expectante. Una vez arregló el desperdico me miró a los ojos.

- Eres un verdadero desastre.- Me susurró.

- Menos mal que estás tu aquí para arreglarme.- Dije de sopetón.

¿Por qué acababa de decir eso? Sería mejor que me alejara de esta situación.

- Ya está.- Finalizó Julia.

Antes de que me diera cuenta ya había recogido sus cosas y se había ido, dejándome muy confuso.

Esta casa se viene abajoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora