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Capítulo 15. Reunión.

—¿No te enseñaron de puntualidad, Malfoy?

Harry lo había esperado por una hora más de lo acordado, y cuando vió al rubio llegar, dando tumbos para caminar, usó toda su tolerancia para no soltarle un puñetazo.

—¿Quieres dejar de castrar por un solo minuto?

—¿y tus modales, Malfoy?— Harry estaba furioso.

—¿Cuando los he tenido?— la voz de Draco era de una persona totalmente perdida en alcohol. Era un milagro que supiera cómo se llamaba.

—Es verdad. Lo olvidé por un momento.

—El borracho soy yo, Potter.

—Sabrás que no rió por ello. Anda, vamos, si es que puedes seguir caminando sin romperte los dientes.

Harry no pregunto el motivo de su baño en Whiskey, no le importaba ni mínimamente. Conocía un pequeño restaurante cerca de ahí, hablaría con él de la forma más directa posible y se iría.

Durante el trayecto, Malfoy tomó su distancia, pero Harry podía sentir su vista clavada en él.

Si las miradas matáran...

—Que pintoresco.

Cómo siempre, Draco miraba todo con repulsión. Harry no estaba seguro, si existía algo que estuviera a la altura de sus expectativas. Ignorándolo, señaló una mesa en el fondo del lugar.

—Puedes pedir lo que quieras.— ofreció.

—Un vaso de agua solamente.

—Vaya, que sorpresa, esperaba que comenzarás a pedir caviar. —Bufó el pelinegro. —Para mi un café y un pedazo de tarta— indicó a la mesera se que había acercado a ellos.

—Una buena dosis de carbohidratos, pronto estarás igual de obeso que tu amiguito el conserje.

—Escucha, Malfoy, no planeo seguirte el juego, solo quiero hablar un poco, ya sabes, como dos ex-compañeros de escuela, claro, si tú borrachera te lo permite.

—Lo que planeas es hacer un rol de padre que no te corresponde. Los padres de Granger me adoran, ¿Sabes?

—Eso es porque no te conocen. Tan solo mírate ahora. — el rubio llevaba sobre su pálida piel, un sonrojo humano que nunca antes se había visto en un Malfoy.

El alcohol hace maravillas en los muertos, pensó Harry.

—Bueno, no lo negaré. Los padres de Granger son muy crédulos, solo tengo que poner mi rostro de niño bueno y caen a mis pies.

—¿Y eso haces con Hermione? ¿Aparentas ser un mortífago reformado para que te tanga compasión?

El rostro de Draco se descompuso en una mueca agria. —No necesito la compasión de nadie. Granger es lo suficiente lista para alejarse de mi si así lo quiere.

—Hermione tampoco te conoce. Cree que estás cambiando, por eso no se aleja.

—Escucha, Potter, ve al grano de una vez, porque últimamente mi paciencia es muy limitada.

—¿Que es lo que quieres con Hermione? ¿Estás interesado en ella?— Harry lo soltó sin más, fuerte y claro para que no hubiera confusiones.

Draco se atragantó con el agua, escupiendo un poco en la mesa.

—Eso no es de tu incumbencia.

—Si, si lo es. Hermione es más que mi amiga, es mi familia, al igual que Ron, y me preocupa verla mal por tu culpa.

Lost City. Mi Nueva Vida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora