¿Daddy?·Daddy. ✒[HunHan]

↪SIX

LuHan.

Hoy tendría que llegar temprano al Instituto pues mi Daddy me esperaba. Dije tendría porque me quedé profundamente dormido y ni siquiera la canción de "Reptilia" de los "Strokes" me despertó.

Llegué con dos minutos de retraso a la primer clase, era Física.

Odiaba esta asignatura.

Pasadas 2 horas de formulas salimos al primer receso. Lo primero que hice fue decirle a MinSeok en donde estaría y rápidamente me dirigí al despacho del profesor de Literatura.

Toqué tímidamente la puerta y escuché un "pase".

—Daddy, lamento haber llegado tarde hoy. Pero me quedé dormido. — dije formando un puchero.

—LuHan, por esto has obtenido un doble castigo. En este receso no será posible llevar a cabo tus castigos. Puedes retirarte. — dijo con una voz muy grave que logro excitarme al instante.

—Bien, Daddy. Estaré esperando por usted. — contesté y sin esperar respuesta alguna salí de aquel despacho.

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El día pasó muy lento para mi gusto y por fin tocaba clase de Literatura, la última clase.

SeHun entró por la puerta e inmediatamente dirigió su mirada a mí.

Mis mejillas eran dos tomates maduros.

—Bien, jóvenes. Hoy yo tengo unas cosas pendientes por hacer, pueden tomarse lo que queda del día.— Pronunció con una voz fría y grave. — Joven LuHan, por favor usted no se vaya. Necesito hablar con usted.

Todos comenzaron a retirarse y yo seguía sentado en mi banca.

Una vez que ya no había nadie mas que SeHun y yo, el antes mencionado cerró la puerta con seguro.

—Vamos, pequeño, levantate y ven. —

Hice lo que me dijo y en pocos segundos ya me encontraba desnudo y en cuatro sobre el escritorio.

—Vas a contar conmigo, ¿bien? Y sin rechistar. —

—Sí. —

Dio un azote.

—¿Sí, qué? —

—Sí, Daddy. —

Comenzó a dar los azotes. 20. Fueron veinte azotes.

Lágrimas resbalaban por mis mejillas.

—Aún no acaba tu castigo, princesa. —

Del maletín que siempre llevaba sacó un vibrador y un buttplug.

Primero metió dos dedos en mi entrada para prepararme. Cuando ya estuve listo rápidamente me volteo, así quedando yo recostado de espalda en el escritorio.