Capítulo 1

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2 de julio, 2016

-¡Despierta de una vez Alissa!- grita mi madre desde la cocina.

-¡Me estoy vistiendo, ya bajo!- dije, gritando aún más fuerte que mi madre.

Cuando bajé por las escaleras, mi madre, mi padre y mis dos hermanos estaban sentados en la mesa, comiendo como si no hubiera un mañana. Al contrario, yo me senté y me bebí el zumo de naranja que había hecho mi madre, cogiendo una rebanada de pan y untándole Nutella.
Para mi la Nutella es igual al paraíso.

Al terminar todos de desayunar, Jake, mi hermano de 13 años subió a su habitación para volver a su mayor vicio, la televisión. John, mi hermano de 15 años, se estiró en el sofá del salón con su móvil y mis padres, se quedaron hablando en la cocina. Yo, decidí salir a correr por la maravillosa playa de Santa Mónica.

Me puse mis auriculares, me até los cordones de los zapatos y salí a correr. La primera canción que sonó fue Payphone de Maroon 5 y mientras la escuchaba, corría por la acera, viendo el paisaje que me rodeaba.

(1 hora después)

Antes de volver a mi casa, después de haberme dado el capricho de un café de Starbucks, me senté en la playa para relajarme y descansar un poco. Al rato de haberme sentado allí, se acercó una chica rubia, de estatura media, con un vaso de Starbucks como el mío en la mano y me dijo:
- ¡Hola! Soy Emily Morgan y al parecer las dos somos amantes del buen café que sirven en Starbucks, ¿verdad?- Dijo, riéndose y sentándose al lado mia.

- Hola, yo soy Alissa Brookes, encantada de conocerte.

- ¿Sueles venir mucho por aquí? Nunca antes te había visto.- Preguntó ella.

- Es la primera vez que piso esta playa, me mudé hace 1 semana a Los Ángeles.

- ¡No me digas! Entonces creo que vamos a tener que ir de tour, si tú quieres, claro está.

- ¡Por supuesto!- Respondí yo, emocionada.

- ¿Por donde vives? Si quieres, podríamos quedar aquí la semana que viene para ir a ver el cartel de Hollywood.- Me dice, sacando su móvil y pasándomelo para darle mi número.

- Vivo a 15 minutos de aquí, en una casa al lado del parque Tongva.

- De acuerdo, ¿Que me dices de ir a visitar el cartel de Hollywood?- Pregunta, quitándose sus gafas de sol y mirándome fijamente.

- Por supuesto, ¡Tengo muchas ganas de verlo!

- ¡Estupendo! Entonces, después te llamo y hablamos sobre esto. ¡Disfruta de Santa Mónica y de tu café!- dice riéndose.

- ¡Gracias e igualmente!- Le respondo, con una sonrisa.

Volviendo a casa con mis auriculares puestos, ví a un chico, el cual iba en bicicleta y al no darse cuenta de que yo estaba delante suya, se chocó contra mí y ambos nos caímos al suelo.

-¿Estás bien? Lo siento muchísimo, no me di cuenta de que estabas delante mía.- Dijo el chico, preocupado.

-No pasa nada, yo también me despisté.- Le respondí yo, con una sonrisa.

-¿Estás segura?- Insistía él.

-Estoy segura, no ha pasado nada.- Le respondí yo, riéndome.- ¿Estás bien tú?

-Si, sólo ha sido un golpe de nada.- Me respondió riendo.

-Bueno, voy a seguir mi camino- Digo volviéndome a poner los auriculares y ajustando mi coleta.- ¡Adiós!

- ¡Adiós!- Dijo él, sonriéndome.

Mientras volvía a casa, empecé a pensar sobre el chico, era moreno, alto, llevaba puesta una camiseta de manga corta blanca, que dejaba ver un tatuaje de un rayo en su muñeca izquierda, también llevaba unos pantalones grises anchos, que le llegaban por la rodilla y unas Converse negras. Había que admitirlo, el chico era atractivo, muy atractivo y lo peor de todo fue, que no me dió tiempo a preguntarle su nombre...

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California Dream.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora