Capítulo 29

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25 de agosto, 2016

(01:30 p.m.)

Tengo que admitir que aunque los dos hayamos estado callados en el trayecto hacia su casa, no me llegué a sentir incómoda en ningún momento.
Algo que solo él puede hacer.

Mason me abrió la puerta y me invitó a entrar con una amplia sonrisa dibujada en su rostro, el cual se coloreó de un rosado casi rojo cuando me fijé en una foto nueva que estaba colgada en su pared.
Estaba en un marco dorado con flores dibujadas por las esquinas y en la foto aparecíamos él y yo riéndonos. Yo observé la foto durante unos segundos más y Mason se quedó en la puerta sin saber cómo actuar.

—Es muy bonita. —le dije a la vez que le dirigí una mirada y una breve sonrisa.

—Si... bueno... mi hermana me dijo de imprimirla y enmarcarla y bueno... pues...

No sé por qué pero a Mason se le quedaban las palabras estancadas en el fondo de la garganta y casi ni podía decir la frase entera, así que me acerqué a él y posé mi mano sobre su hombro.

—Es preciosa —le sonreí. —, me deberías de haber sacado una copia a mi.

Él sonrió y fuimos a el salón para poder hablar allí.
Durante unos minutos que parecían eternos, ninguno habló y yo no paraba de mover las manos de los nervios.
Me decidí a hablar, pero Mason se me adelantó y empezó él.

—Creo que eres la única de todo este mundo. —dijo Mason seguro de sí mismo pero mirando hacia el suelo.

Yo me quedé en silencio unos segundos para ver si iba a terminar la frase o era mi turno para hablar. Al ver que no tenía intención de seguir, hablé.

—La única de todo este mundo que... —le di iniciativa para que siguiera hablando.

—La única de todo este mundo que ha podido enamorarme de la manera en la que lo has hecho. —terminó diciendo.

Yo le miré y al momento en el que él posó sus ojos sobre los míos, me recorrió la espalda un escalofrío.
Mis labios se curvaron lentamente para formar una ligera sonrisa.

—¿Que? ¿He dicho algo gracioso? —preguntó él un poco confuso pero su media sonrisa me dejó claro que no le disgustó mi respuesta.

Sin decir ni una palabra más, me acerqué a él y rocé mis labios contra los suyos, insegura de sí era la mejor opción o todavía era un poco adelantado.
Mason me dio la respuesta que necesitaba al pasar sus manos por mi cintura y acercarme más hacia él mientras ese beso se convertía más apasionado y atrevido.
Estaba tan desesperada, tan ansiosa, con tanta sed de él que ni me di cuenta de que estaba justo encima suya.
Él, sin despegar sus labios de los míos, me agarra por debajo de las piernas y se pone de pie para irnos a su habitación.
Nos empezamos a reír sin parar cuando por poco se cae al subir las escaleras y ese gran momento tuvo que interrumpirse para que Mason no se cayera mientras subíamos. Me dejó en el suelo lentamente y fuimos a su habitación, donde él cerró la puerta para que nadie nos interrumpiera.

Nos miramos durante unos segundos sin saber que hacer hasta que él se abalanzó sobre mi, impaciente.
Yo no tenía ni idea de que hacer, así que le dejé a él que me guiara.
Lo sé, suena demasiado penoso pero a él no le importó tomar las riendas.
Metí mis manos por debajo de su camiseta para poder sentir como se le contraían los músculos cada vez que cogía aire a duras penas.
Estaba ansiosa de poder sentirlo al completo. Por fin estaba preparada y nunca me podría haber imaginado haciendo esto sin que él fuera el que me acompañase.
Él me volvió a coger como antes y me dejó sobre su cama, poniéndose encima mía todavía con ropa, aunque esto no duró mucho cuando se quitó la camiseta, seguido de los pantalones y los zapatos.
Yo me quité la camiseta y los pantalones cortos lo más rápido que pude y él devoró mi cuello a besos.

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⏰ Última actualización: Jun 12, 2019 ⏰

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