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SeokJin, una semana después, no estaba oficialmente viviendo con TaeHyung, pero este se la pasaba casi todo el tiempo en su casa.

Como el chico salía antes de la universidad que él del trabajo, le había dado una copia de las llaves para que lo esperase tranquilo en la comodidad de su hogar. Siempre, al llegar, su Alma Gemela se encontraba estudiando o bien leyendo alguno de los libros de su biblioteca para pasar el rato.

El menor pasaba la mayor parte del tiempo desnudo allí. De hecho, SeokJin no recordaba haberlo visto vestido en su casa excepto el primer día que pisó el lugar. Su cuerpo era fascinante así que no le molestaba en lo absoluto. Aunque se preguntó si TaeHyung lo seguiría haciendo cuando el clima empezara a cambiar. Faltaba poco para el otoño. Por muy hermoso que fuera no le permitiría exponerse de ese modo.

Claro está que él también se desvestía al llegar. Aunque el lunes, después de un intenso y acalorado fin de semana junto a TaeHyung, no lo hizo de inmediato porque llevaba los libros raros que el muchacho le había pedido tiempo atrás, los que en rigor, eran aquellos que los habían unido.

—Mira, TaeTae, tengo tus libros —exclamó apenas llegó, dirigiéndose a la habitación. El chico estaba allí, sentado a lo indio sobre la cama, ensimismado en un cuaderno lleno de apuntes. Levantó la vista hacia él y después se concentró en la bolsa chillona con el logo de la librería y un minimalista dibujo de una mariposa.

—¿En serio? —SeokJin puso la bolsa encima de la cama y TaeHyung en vez de agarrarla (cosa que SeokJin suponía iba a hacer), lo tomó de un brazo y atrajo hacia sí con fuerza, dejándolo abajo suyo en un instante— ¡gracias hyung!

Luego lo llenó de besos muy húmedos por toda la cara y él se dejó querer.

Después de tener sexo (sip, seguían haciéndolo muy seguido), TaeHyung vio los libros, y fascinado, no pudo decidirse por cuál partir leyendo. Así que en vez de eso, prefirió volver a hacerlo con SeokJin. Siempre esa era su mejor opción.

El mayor unas horas después, mientras abrazaba a un dormido TaeHyung, decidió que se tomaría unas semanas de vacaciones. Viajaría con el joven a alguna parte bonita (esperaba que eso no afectara su rendimiento académico) y disfrutaría de estar a su lado.

Les haría bien un cambio de aires.

Le expresó su idea a NamJoon el miércoles, para que este pudiera reemplazarlo. Su hermano menor aceptó gustoso y además, sugirió algo que ni siquiera se le había pasado por la cabeza:

—Deberías presentármelo, todavía no lo conozco.

Eso era verdad, ni sus padres sabían todo lo que estaba ocurriendo.

Organizó un almuerzo para el sábado, e invitó a sus padres, NamJoon, y YoonGi. TaeHyung se puso muy nervioso al respecto y para calmarse no halló nada mejor que… hacerle el amor, por supuesto. Era lo único que lo mantenía tranquilo.

Pero al llegar el día, el chico estaba de lo más calmado, asumiendo que definitivamente tendría que decirle su nombre real a los familiares de su Alma Gemela.

—¿Estás bien? —SeokJin, todavía preocupado por Tae, escuchó el sonido del timbre que indicaba la llegada de sus familiares.

TaeHyung asintió seguro y después le dio un conciso beso en la boca, otorgándole la tranquilidad que necesitaba. El chico vestía muy formal y su cabello, que últimamente solía estar todo desordenado debido a los momentos apasionados con SeokJin, ahora lucía peinado y brillante.

SeokJin entonces, se dirigió a la entrada seguido por el menor y abrió la puerta, recibiendo deferentemente a sus padres, hermano y cuñado.

Los padres del Kim mayor eran más humildes, económicamente hablando, que los padres del menor. No vestían trajes lujosos y tampoco venían en auto. De hecho, NamJoon los había ido a buscar a la estación de trenes. Pero eran igual de agradables que los progenitores de TaeHyung. Ellos de inmediato pidieron conocer al chico que era ahora parte de la familia, y lo primero que le dijo su madre fue:

—Eres un jovencito realmente hermoso.

SeokJin sonrió efusivamente porque él más que nadie sabía que aquello era verdad, y su Alma Gemela agradeció el cumplido.

NamJoon con YoonGi estaban usando un sweater de pareja marrón claro que combinaba a la vez con el color de sus ojos. YoonGi se veía muy adorable porque el sweater le quedaba grande, mientras que a NamJoon corto de mangas. Eran tan graciosos y diferentes que incluso TaeHyung se impresionó de aquello.

El almuerzo marchó de maravillas, y aunque TaeHyung en un principio estuvo muy tímido, luego fue sacando su personalidad juguetona y misteriosa, incluyéndose en la conversación y hablando sobre la carrera de periodismo, su propia familia, y de las inminentes vacaciones con Jin.

Cuando la familia del mayor se marchó y quedaron solos en casa, TaeHyung inmediatamente dijo:

—Yo también quiero ropa de pareja, hyung. Quiero un sweater azul.

De todo lo que había sucedido en el día, SeokJin jamás pensó que su pareja saldría con esa proposición. Así que obedeciéndole, días después, llegó a casa con lo que TaeHyung había pedido.

💙

QUÉ LE PASA A ESTE NIÑO POR DIOS

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QUÉ LE PASA A ESTE NIÑO POR DIOS

AZUL #taejinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora