AZUL #taejin

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Sucede que, una vez que ya encuentras a tu alma gemela, no puedes separarte de esta por mucho tiempo.

Por eso mismo, después de cuatro días, SeokJin se sentía como aquella vez que conoció a TaeHyung y este luego desapareció, dejándolo con un humor de los mil demonios y su autoestima por el suelo. Pero así era el amor, en realidad, sólo tenía que esperar a que todo pasara…

Aunque eso no iba a ocurrir, al menos no aquí. SeokJin y TaeHyung habían nacido para amarse y nada podía cambiarlo. Ni siquiera las estúpidas conspiraciones del tozudo estudiante de periodismo cambiarían las cosas. Ya quisiera SeokJin poder despojarse de su amor para poder vivir más tranquilo, pero en la práctica todo era diferente.

A la semana siguiente, solo en su pequeña casa, SeokJin se preguntó si TaeHyung estaba tan destrozado como él.

Cada mañana pasaban horas antes de que se pudiera ver al espejo, por temor a lo peor. Pero sus ojos seguían igual de azules que siempre. Esa era la última gota de esperanza que tenía.

Hasta que SeokJin despertó de su pesadilla en una tarde de sábado.

El silencio de su hogar fue interrumpido por una serie de golpes en la puerta.

SeokJin, quien comía galletas de chocolate mientras leía a Shakespeare, interrumpió su rutina y la abrió, encontrándose con un hermoso cielo despejado de verano, adornado de rayitos de sol, y con dos hombres jóvenes mirándolo directamente. Uno tenía ojos negros, y el otro, por supuesto, aquellos familiares ojos azules, totalmente humedecidos.

TaeHyung tenía un adorable puchero en su rostro, mientras que BaekHyun sonreía enternecido y travieso a la pareja.

—¿Tae? ¿Estás bien? —fue lo primero que SeokJin atinó a decir.

TaeHyung obviamente que no estaba bien, pues en la semana había llegado a la conclusión de que si había algo peor que perder a sus padres, eso era estar sin su alma gemela.

Porque ni un millar de teorías conspirativas harían que dejara de amar a SeokJin.

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FIN

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¿?

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Gracias por leer Azul