ME ENAMORÉ DE UNA CELEBRIDAD

Día difícil

Ni qué decir sobre el concierto de la noche, cada vez que dejaba de cantar para inhalar aire todas y todos gritaban mi nombre. Me hacía la que inhalaba aire cuando en realidad quería un abrazo de la misma persona que me había dejado así. Esa noche, fue la peor de todas, no pude concentrarme, me olvide las letras, ni baile las coreografías, simplemente me dedique a cantar lo que se me dio la gana. Estaba muy mal y se notó al instante, pues miles de revistas y páginas web se enteraron que Michael y yo estábamos separados, que habíamos terminado porque no dudaron en publicarlo y ser tendencia por casi todo el mundo. Era un 50% real, pero el otro 50% era falso.

Habían pasado casi dos semanas lejos de él, lejos de sus caricias, de sus besos y lejos de una explicación. 

Harold: Cariño, tu cara del orto me hace daño. Por favor, deja de sufrir por ese imbécil. -se sentó en el sofá, a mi lado mientras limaba sus uñas.

Después del concierto, después de la confusión más grande del mundo decidimos volver a México, necesitaba recuperar fuerzas para terminar el tour, por más que empecé terriblemente terrible debería, al menos, terminarlo de buena manera.

No quería cancelar el tour, no quería que mis fans hayan comprado entradas en vano, esa idea de que se hayan ilusionado no me gustaba. Realmente no quería seguir los pasos de Selena Gomez.... pero ella lo cancelo por una razón bastante entendible. En cambio yo, cancelar el tour porque el innombrable de mi novio o ex novio se haya besado con mi enemiga, no del todo enemiga pero de que era mi enemiga, lo era, no cuadraba.

Harold: ¿Vamos de compras? -sonreí por sus mil y un intentos de que no me viera tan triste. Sin duda el mejor amigo.

Karol: ¿Y qué quieres comprar? -no se la iba a dejar tan fácil mi postura de chica que su novio la había engañado con otra. Me sentía en una telenovela.

Harold: Karol por favor. ¡Ya sé! Vamos a comer tacos. Sé que es imposible resistirte a esa ide... -mi llanto lo interrumpió.

Karol: A Michael le encantaba los tacos... era... era su comida favorita. -hice que la sollozaba.

Harold: Ya ridícula, te pasas. -se levantó del sofá e hice lo mismo. No quería sufrir más por un simple beso. Estúpido beso.

En el centro comercial

Harol: ¡Quiero esa! ¡Y esa! Mejor dame cinco pares de la que está colgando o no, mejor... -lo calle antes de que se llevara la tienda completa.

Karol: ¡Harold! ¡Por el amor de Dios! Deja de gastar tanto dine... -¡Y pumm! El destino definitivamente me estaba empezando a odiar.

Allí estaba él, intentando ser feliz sin mí...  Al igual que yo.
Estaba con si hermana, ella intentaba hacerlo sonreír como Harold lo hace conmigo. El solo agachaba su cabeza. Realmente se veía mal. Eso te pasa por imbécil.

Karol: Harold vámonos. -no quería ni cruzarme con él.

Harold: Déjame pagar ¿ok? Ok -se fue a la caja a pagar por sus outfits de gucci. Otro imbécil que me deja sola.

Rápidamente salí de la tienda y me pare en la entrada para esperar a Harold. Mala idea.

X: Al menos come algo que no has comido desde... ¿Karol? -¡hermana del innombrable a la vista!

Karol: Ay... ho... hola -nervios traicioneros.

X: Pensé que estabas de gira por latinoamerica...

Karol: Pensaste mal -ataque como leona feroz

X: Ya veo... -su vista se dirigió detrás de ella. Bueno, esta de más decir que Michael estaba allí parado mirando a la ojiverde.

Mike: Hola -saludo mirando al suelo, esas líneas que formaban un cuadrado se encontraban interesantes.

Karol: Hola -respondí mirándolo fijamente a cada movimiento que hacía.

Ale: Bueno yo... yo iré a buscar a... a Kevin qué... estaba... por allá -bien, me dejó sola con su hermano, genial GENIAL

Karol: Sabes qué...

Mike: Lo siento

Karol: ¿En serio lo sientes? -él asintió- No pareciera

Mike: Perdóname... yo no sabía que estarías allí, no me dijiste nada, no iba a ir a ese evento inútil, jamás pensé que ella me besaría y si lo supiera obvio que no me dejaría sabes qué yo... qué yo te amo y qué... -lo detuve, iba a llorar y no era un lugar para discutir o aclarar las cosas.

Karol: Estaré hoy en la noche en mi departamento, si quieres hablar nos vemos -di media vuelta cuando vi a Harold salir con sus bolsas de compra y empecé a caminar hacia el estacionamiento.

EN EL DEPARTAMENTO

Harold: ¿¡POR QUÉ DEMONIOS LO INVITASTE!? ¿¡NO SE HABÍAN PELEADO!? ¡ENANA ODIO VERTE TRISTE POR ESE IDIOTA!

Karol: DEJA DE GRITARME QUE ESE IDIOTA ES EL ÚNICO QUE ME PUEDE QUITAR ESTA TRISTEZA, Y LO INVITÉ PORQUE ESTE ES MI DEPARTAMENTO Y YO INVITO A QUIÉN SE ME DE LA GANA

Harold: Tranquila enana, ya estoy calmado. También odio verte enojada, sabes que te quiero mucho... mejor me iré a bañar besos -salió de la habitación decido a tomar su palabra

HORAS MÁS TARDE

Narra Michael: Estaba más que decidido, iba a ir y aclarar todo esto de una vez por todas. Me encontraba tocando la puerta del departamento de Karol. Esperé varios minutos y un chico flaco y alto... en... en bóxer había abierto la puerta.

X: Tú eres el famoso Michael Ronda, por fin te conozco imbécil. No sabes cuánto me costó que Karol deje de llorar por ti... -no lo dejé hablar pues ya le había dado un puñetazo.

Se la busco él solito.

Mike: ¡No me vuelvas a llamar así! -le iba a dar otro golpe sino fuera que karol interrumpió la pelea.

Karol: ¡Dios mío, Harold! -se arrodilló para ayudarlo, el golpe lo había hecho caer al suelo.

La furia ya corría por mis venas, no sé por qué karol me citó si iba a tener quién sabe qué con este imbécil... de seguro para hacerme saber que ella puede seguir adelante sin mí, para saber que no la merezco.

Karol: ¿¡Estás demente, Ronda!? ¡¡¡Ayúdame!!! -la ayude, dejamos al tipo en el sofá y yo miraba a karol para que me diera una explicación porque entendía nada como siempre.

Harold: Veo un arcoiris...

Karol: Desde que naciste ves arcoiris ¿Estás bien? -se sentó a su lado, él asintió. - Bueno, te quiero pedir, ahora que estás mejor, que te vayas a vestir... y ya sabes que tienes que hacer después.

Harold: ¿Segura que quieres que te deje con este imbécil? -mi piel se tensó, le iba a dar otro golpe pero Karol me miró de reojo.

Karol: Ya hablamos sobre esto, Harold... por favor te lo pido.

Harold: ¡Le vuelves a hacer llorar esta vez el que va a caer al suelo serás tú, imbécil! -se levantó dirigiéndose a la habitación de karol para vestirse.

La miré esperando a que hable ella primero.

Algo que no pasó porque nos quedamos en una batalla de miradas....

... en esas difíciles batallas donde tu vista se dirigen a los labios en vez de concentrarte más en ganar.

☆